2o día del Festival. Películas vistas: Anomalisa, The Gift, Knock Knock y Tout le Nouveau Testament
Hoy es un día de muchísima actividad en el Festival. Como viene a siendo habitual en los últimos años se ha celebrado la Sitges Zombie Walk. La playa de San Sebastián ha visto como se formaban grandes colas para ser maquillado. Con una afluencia increíble de gente por la tarde el especialista en maquillaje Rick Baker (que recibirá un premio Màquina del Temps del Festival) ha dado salida a la rúa por las calles de Sitges.
Se han presentado dos producciones nacionales; Summer Camp, dirigida por Alberto Marini y producida por Jaume Balagueró y La novia, de Paula Ortiz. Summer Camp es una película de terror ambientada en un campamento de verano en que los monitores se vuelven unos contra otros. La novia es una particular adaptación cinematográfica de Bodas de Sangre, de Federico García Lorca. Los equipos de ambas películas las han presentado en Sitges.
También ha estado en Sitges el cineasta Terry Jones, miembro fundador de los grandiosos Monty Python y que además dirigió sus películas Los caballeros de la mesa cuadrada, La vida de Brian y El sentido de la vida. Jones ha recibido de Ángel Sala, el director del Festival, el premio Màquina del Temps a su trayectoria. Jones ha agradecido el premio y ha declarado las ganas que ten’a de ver las playas de Sitges. Además ha presentado su última película, Absolutely Anything, una comedia protagonizada por Simon Pegg en la que unos extraterrestres (cuyas voces ponen los Monty Python) juzgan a la humanidad dándole poderes absolutos a un humano al azar y viendo cómo se comporta con ellos. Si no quedan satisfechos destruirán el planeta entero.
También ha sido un día muy activo para las series de televisión. Se ha proyectado en Palau Maricel el capítulo Mother's Mercy de la serie Juego de Tronos; posteriormente ha tenido lugar el talk show No sabes nada (de) Jon Nieve y los asistentes se han podido sentar en el Trono de Hierro. En la sala Tramuntana se ha estrenado el capítulo cinco de la segunda temporada de la serie francesa Les revenants con la presencia de la actriz Yara Pilartz.
En la propia sala Tramuntana el director de animación Raúl García, que presenta su Extraordinary Tales en el Festival, ha realizado una masterclass.
Los directores y productores Eli Roth y Nicolás López, unos auténticos asiduos de Sitges, han presentado su último trabajo, Knock Knock, escrita y producida por ambos y dirigida por Roth. Han comentado que su película está inspirada en Death Game, con influencias de Atracción Fatal, Hard Candy o Funny Games y que se aleja de la visceralidad habitual de Roth.
Yo empiezo el día muy temprano en la sala Tramuntana viendo Anomalisa (sección Noves Visions One), de Charlie Kaufman y Duke Johnson a las 8:30 de la mañana. Me ha sorprendido muy positivamente la adaptación de la sala para proyectar películas. Aunque algo pequeña y con la pantalla un demasiado baja respecto del patio de butacas, la sala es perfectamente adecuada. Un trabajo muchísimo mejor que el de 2008, cuando también se utilizó.
Anomalisa es una película de animación realizada con la técnica de stop-motion. El protagonista es un hombre de mediana edad que viaja a Cincinnati para dar una conferencia. Ha escrito un libro muy exitoso para incrementar la productividad de los centros de atención al cliente y se ha desplazado allí para hablar en una convención de profesionales del sector. Está deprimido y perdido; para él todo el mundo tiene el mismo rostro y le habla con la misma voz monocorde, incluidos su esposa y su hijo. Tras pensarlo un poco, llama a una antigua amante a la que abandonó años atrás y queda con ella en el hotel para tomar una copa, pero el encuentro no va nada bien. Cuando está a punto de irse a la cama oye una voz de mujer distinta a las demás; emocionado, la busca hasta que encuentra que pertenece a Lisa, una mujer de rostro vulgar pero también diferente al resto. Tras tomarse unas copas y charlar logran conectar; está emocionado, enamorado, acaba de tener una revelación, pero ¿cuánto durará?
Viendo la película me da la sensación que los dos directores se han repartido las tareas; el guion, la historia y las situaciones son 100% Charlie Kaufman, que entrega un guion a la altura de sus mejores trabajos, con algunos momentos auténticamente emocionantes y salpicado de pequeños momentos de humor y algunos momentos de surrealismo. Duke Johnson, un especialista en la dirección de animación stop-motion, crea un entorno que extrañamente encaja perfectamente con la historia; dado que el protagonista ve a todo el mundo igual, todos los muñecos (excepto Lisa y el protagonista) tienen la misma cara; como todo el mundo le suena igual, todos los personajes están doblados por el mismo actor. La animación de la película es muy detallista en los escenarios y los movimientos de los muñecos, que resultan realistas hasta el punto de hacernos olvidar que estamos viendo personajes animados. La combinación de Kaufman y Johnson ha sido muy fructífera, han creado una película tan buena como original, interesante y llena de emoción. El madrugón ha merecido la pena. Puede leerse la crítica entera AQUÍ.
Sin mucho tiempo para respirar voy al Auditori para ver The Gift (sección Oficial), de Joel Edgerton. Edgerton, un notable actor australiano que en los últimos años ha dado el salto a Hollywood (The Warrior, La noche más oscura o superproducciones como Exodus), dirige su primer largo, tras haber realizado cortos y escrito guiones en su Australia natal. The Gift empieza con una existosa pareja, Simon y Robyn (Jason Bateman y Rebecca Hall), que se ha mudado a casa ultramoderna con las paredes de cristal en las colinas de Hollywood; el marido ha encontrado un gran trabajo y ella puede continuar con el suyo mediante teletrabajo. Él se había criado en la zona, por lo que no resulta extraño que un día un tipo, Gordon (Joel Edgerton), le pare en un centro comercial afirmando conocerlo de la etapa de instituto. Al principio Simon no lo reconoce, pero después parece acordarse, aunque está algo violento con la situación. En los próximos días, les irá haciendo pequeños regalos y visitándoles para ayudarlos a establecerse en el barrio; incluso cenarán juntos, pero finalmente Simon se harta y confiesa a Robyn que nunca le cayó bien, que era el raro del instituto. Simon corta todo contacto con Gordon, pero no le resultará tan sencillo. Robyn empieza a ver Simon bajo otra luz y a indagar qué paso veinte años atrás entre él y Gordon.
The Gift es un inteligente thriller psicológico que muestra cómo dos personas pueden tener recuerdos muy distintos del mismo hecho. Lo que para uno puede ser algo sin importancia, para otro puede ser lo que cambió su vida para siempre. Edgerton firma un guion que propone una historia de venganza con muy buena construcción de personajes y un desenlace sutilmente malvado, demostrando que no hace falta usar violencia para crear una película con muy mala uva. La dirección es también muy inspirada, creando tensión y dosificando perfectamente el ritmo de la película para ir acomodando al espectador a cada revelación. El trío de actores protagonista está muy bien elegido. Jason Bateman se aleja de su vertiente cómica para dar vida a un tipo encatado de conocerse que siempre parece caer de pie; Joel Edgerton evita la sobreactuación para bordar el personaje agraviado, socialmente inepto. Rebecca Hall, el personaje central de la trama, logra mezclar a la perfección la vulnerabilidad y la resolución en su papel de una mujer que prácticamente sin querer está quedando a la sombra de su marido.
The Gift me ha gustado mucho, me ha parecido una muy buena película, un thriller inteligente, muy bien realizado e interpretado y que huye de los tópicos. Puede leerse la crítica entera AQUÍ. Hoy he empezado el día con muy buen pie.
Sin respiro, entro de nuevo en el Auditori para ver Knock Knock (sección Oficial), de Eli Roth. La película arranca mostrando a la familia perfecta; el padre (Keanu Reeves), es un exitoso arquitecto, su bella esposa, es una pintora y escultora de talento. Además tienen dos hijos muy guapos y viven en una gran casa en las colinas de Los Angeles. Un fin de semana él se queda en casa para terminar un proyecto urgente, mientras la familia se va a la playa. En la primera noche, en medio de una lluvia torrencial, llaman a su puerta dos chicas jóvenes y guapas (Lorenza Izzo y Ana de Armas) completamente empapadas que afirman haberse perdido de camino a una fiesta. Él las deja pasar, les seca la ropa y llama a un conductor de Uber, pero tardará 45 minutos en llegar hasta allí; mientras esperan, ellas intentan seducirlo y aunque al principio se resiste, al final acaba cediendo y pasa la noche con ellas. Por la mañana se muestran juguetonas y algo crueles, le dejan la casa hecha un asco y se resisten a marcharse, pero al final lo acaban haciendo. Cuando ya pensaba que se había librado, vuelven a la noche siguiente, lo hacen prisionero y empiezan a jugar cruelmente con él.
Con Knock Knock Eli Roth abandona por completo el cine lleno de sangre y violencia explícita para proponer un thriller más psicológico y cruel con obvias referencias a Atracción Fatal por la historia de adulterio con moralina y sobre todo a Funny Games. El problema es que le ha salido igual de sutil que The Green Inferno; la película no asusta, las dos chicas sólo parecen traviesas, no malvadas; Keanu Reeves es muy inexpresivo y transmite poquísimo y el guion no parece que acabe de ir a ninguna parte. Las referencias a la generación facebook parecen muy forzadas. En conjunto la película me ha parecido simplemente mala, una mala copia de películas mucho mejores. Puede leerse la crítica entera AQUÍ.
Tras tomarme un bienvenido respiro, asisto a la sesión vespertina en el Auditori de Le tout nouveau testament (sección Oficial), de Jaco van Dormael. El director belga subió a presentar la película, de la que no dijo demasiado; afirmó que se suponía que debía decir algo inteligente y gracioso, pero como no se le ocurrió nada, acabó cantando una canción al (confuso) público. Remató su invervención diciendo que se quedaría a ver el film porque la última vez que lo vio no logró entender el final. A pesar de estos ominosos presagios, la película resulta estar más que bien. Su premisa no puede ser más curiosa: Dios existe y vive en Bruselas. A pesar de lo que se diga por ahí, no es un buen tipo, es un ser amargado que vive encerrado en un piso con su esposa y su hija pequeña, pasándose todo el día en bata y pantuflas. Sus únicos pasatiempos son ver deporte por la tele y amargar a la humanidad; con ayuda de un ordenador, crea desastres naturales y muertes accidentales y redacta leyes que sólo sirven para traer fastidio e infelicidad. Trata fatal a su esposa, que es un poco cortita y vive sometida a él y a su hija Ea. Su hijo mayor JC hace tiempo que huyó de casa, pero las cosas no le acabaron de ir bien. Harta de todo Ea decide huir de casa, pero antes bloquea el ordenador sin el cual su padre no puede hacer mucho y envía a los teléfonos de todo el mundo cuánto les queda de vida. Cuando llega a Bruselas, su revelación ha causado un gran revuelo entre la gente, que está asimilando el conocimiento de saber cuando morirán. Unos continuan con su vida como si nada, otros cambian radicalmente para intentar aprovechar el tiempo que les queda. Siguiendo un poco el ejemplo de su hermano, Ea decide crear un nuevo nuevo testamento; elige al azar seis personas para que sean sus nuevos apóstoles y así completen los doce existentes y a la primera persona que encuentra (un viejo homeless) como escriba. Cuando se entera de su huida, Dios decide seguirla a Bruselas y hacerla volver a la fuerza.
La película está dividida en dos partes diferenciadas; en la primera se cuenta el Génesis y se presenta a la familia divina; la segunda empieza cuando Ea va a ver a cada apóstol y se nos presenta a la persona; cómo es y qué lo mueve. Entre ellos hay de todo: una chica bellísima que perdió la mano en un estúpido accidente; un obseso sexual que no puede olvidar su primer enamoramiento adolescente; un vendedor de seguros con alma de asesino; un oficinista que deja su trabajo para seguir a una bandada de pájaros; una ama de casa aburrida de su vida y su matrimonio y un niño moribundo que siempre deseó ser una niña. La película está narrada de forma muy lírica en forma de comedia surrealista, consiguiendo divertir y en algunos momentos conmover. A través de personajes estrámboticos pero entrañables, la película despliega un gran humanismo que tampoco pretende atacar a nadie que crea lo contrario. Jaco van Dormael vuelve a regalarnos una película tan maravillosa como Mr. Nobody, presente en la edición de 2009. Una delicia para terminar el día. Puede leerse la crítica entera AQUÍ.
(c) 2015 Jordi Flotats