KNOCK KNOCK

Una home invasion con moralina

Tras títulos llenos de sangre y violencia como Cabin Fever, Hostel y The Green Inferno, Eli Roth ha cambiado de tercio con Knock Knock, un thriller con notas de horror que mezcla las premisas de Atracción Fatal y Funny Games. Aunque no aparezca en los títulos de crédito, el propio Roth ha comentado que se basó en el explotation de 1977 Death Game para realizar esta película.

El protagonista de la película es Evan Webber (Keanu Reeves), un exitoso arquitecto felizmente casado con una bella y talentosa artista y escultora y con dos hijos. Viven en una preciosa casa en las colinas de Los Angeles llena de obras de arte. Al inicio de la película su esposa e hijos se van unos días a la playa, dejándolo solo en casa para que pueda terminar un trabajo importante. En la primera noche, en medio de una tormenta, llaman a la puerta dos chicas, Genesis (Lorenza Izzo) y Bel (Ana de Armas), completamente empapadas por la lluvia. Afirman haberse equivocado de dirección de camino a una fiesta y tener el teléfono móvil empapado. Evan las deja entrar y secarse mientras esperan a un conductor de Uber. Pero en ese rato, aunque al principio se resiste, las chicas logran seducirlo y acostarse con él. Tras una noche de sexo loco, Evan despierta por la mañana para encontrarlas jugando y haciendo gamberradas por la casa. En un primer momento no quieren irse cuando las quiere echar, pero finalmente las logra echar. Pero esa misma noche volverán, mostrándose mucho más agresivas. Evan deberá luchar no sólo para intentar que se vayan sino por su propia vida.

Aunque la película pueda parecer un cruce entre Atracción Fatal y Funny Games, y aunque comparte algo de la moralidad de la primera (el castigo, aunque desproporcionado a un esposo infiel) no hay ninguna interpretación ni remotamente tan buena como la de Glenn Close. Con la magistral Funny Games sólo comparte superficialmente el argumento; Knock Knock no se adentra dentro de la banalidad del mal y su dirección y guión están muy lejos de la obra de Haneke.

La película es un juego del gato y el ratón entre dos jóvenes medio enloquecidas que disfrutan haciendo gamberradas crueles a un hombre que se acerca a la mediana edad y que un solo error parece haber provocado la destrucción de una vida cuidadosamente planeada y aparentemente llena de buenas decisiones. La destrucción se hace palpable con la profanación de una casa llena de cosas bonitas y recuerdos familiares.

Y casi nada más, unas cuantas referencias a la generación de jóvenes que han crecido con el móvil en la mano y han usado las redes sociales desde la adolescencia. Ni el guión, ni la dirección de Roth, ni las actuaciones de los actores salvan a una película prescindible, insustancial, inofensiva. Keanu Reeves, como casi siempre, está (¿es?) inexpresivo, poco inspirado. Lorenza Izzo y Ana de Armas resultan bellas pero en ningún momento dan miedo, resultan más traviesas que amenazadoras.

Knock Knock es el peor trabajo de Eli Roth que he visto hasta la fecha. La película me aburrió, no logró causarme tensión en ningún momento. La dirección y el guión me parecieron planos y poco inspirados y el desenlace pretendidamente gracioso excesivamente moralizante. Una decepción.

(c) 2015 Jordi Flotats