ANOMALISA

Primera incursión de Charlie Kaufman en la animación

Anomalisa, el segundo trabajo como director del afamado guionista Charlie Kaufman, responsable de trabajos tan notables como Cómo ser John Malkovich o Olvídate de mí tuvo su origen en el teatro. El músico Carter Burwell, colaborador habitual de los hermanos Cohen y del propio Kaufman, compuso una música que fue interpretada en directo en un teatro de Los Angeles acompañando un texto de Kaufman leído por los actores Jennifer Jason Leigh, Tom Noonan y David Thewlis con efectos sonoros puestos por Marko Costanzo al más puro estilo radiofónico. Entre la audiencia de la obra estaban los productores ejecutivos Keith y Jess Calder (The Guest, You're Next), de Snoot Entertainment, que se mostraron interesados en la adaptación cinematográfica de la obra. El proyecto pasó al estudio Starburns Industries, Inc, especializado en producir obras en stop-motion y animación 2D. La compañía ganó un Emmy por el capítulo Abed's Uncontrollable Christmas de la serie Community rodado íntegramente en stop-motion. El director de ese capítulo, Duke Johnson, fue elegido para codirigir la película con Kaufman. El proyecto acabó de completar su presupuesto gracias a las donaciones de una campaña de crowfunding a través de la plataforma Kickstarter.

La adaptación al cine se ha realizado usando animación stop-motion, manteniendo prácticamente íntegro el texto de la obra teatral y usando a los mismos tres actores para poner las voces a los diferentes personajes. El protagonista de la película es Michael Stone (David Thewlis), casado y con un hijo, que ha escrito el exitoso libro How May I Help You Help Them? (¿Cómo puedo ayudarte a ayudarlos?), que trata sobre como incrementar la productividad de los centros de atención al cliente de las empresas. Michael viaja a Cincinnati para hablar en una convención de profesionales de la atención al cliente. Se aloja en el hotel Fregoli y allí, cansado y algo deprimido, decide llamar a una antigua pareja, Bella, a la que abandonó once años atrás. Se encuentra con ella, pero la reunión no termina bien; la vida no ha tratado muy bien a Bella, y Michael no está en un estado de ánimo que ayude mucho. Todo el mundo le parece igual; para él, todos tienen el mismo rostro y la misma voz (el estilo de animación y el doblaje de Tom Noonan hacen que esto sea literalmente cierto). Vuelve a su habitación y allí ocurre un aparente milagro: oye la voz de una mujer distinta a la de los demás y corre a su encuentro. La voz resulta pertenecer a Lisa (Jennifer Jason Leigh), una mujer normal y corriente, no muy agraciada per muy fan del libro de Michael. Michael traba conocimiento con ella, maravillado por su voz y logra seducirla, convencido que ha encontrado al amor de su vida, a alguien distinto de los demás.

La película, aunque con un presupuesto ajustado, está realizada con gran cuidado. La acción transcurre en relativamente pocos escenarios, pero realizados con mucha atención al detalle y que dan una gran sensación de realismo. También se ha cuidado mucho el vestuario y la gestualidad de los muñecos para que parezcan vivos. Como elección consciente de los cineastas se ha elegido no disimular los bordes de la pieza que forma la cara de los muñecos, una placa encajada en la pieza de la cabeza; en otras producciones se elige eliminar digitalmente estos bordes y otras imperfecciones. En este caso se ha preferido dejarlo por una voluntad consciente de no alterar los resultados de la técnica de animación usada y porque metafóricamente tiene mucho sentido con la historia que narra.

Charlie Kaufman usa de manera magistral el síndrome de Fregoli, sufrido por paranoicos que creen que la gente alrededor suyo no es quien aparenta ser, sino un solo atormentador que viste múltiples cuerpos, para retratar el aislamiento, el hastío y la depresión del protagonista. Para él todo el mundo tiene la misma cara y la misma voz monocorde y monótona, incluidos su esposa y su hijo. Por eso es tan comprensible su reacción entusiasta al descubrir una voz y una cara distintos de los demás. Esto convierte en ideal la elección del stop motion para contar esta historia.

El guion de Kaufman logra de nuevo retratar de forma conmovedora una historia de amor entre dos personas radicalmente distintas; Michael es un tipo desencantado, deprimido, pesimista; Lisa es, a pesar de todo, una persona positiva, optimista, encantadora a pesar (o quizá gracias a) sus imperfecciones. Kaufman nos ofrece momentos preciosos, como el momento en que Lisa canta una canción de Cindy Lauper. Pero por fantástico que sea el momento de conexión, por mucho que se quiera que no termine nunca, su duración es finita y la realidad vuelve a imperar tarde o temprano. Esta realización se cuenta en un sueño que tiene el protagonista, tan triste como divertido.

Los tres actores que ponen las voces en la película realizan muy buenos trabajos, especialmente Jennifer Jason Leigh, cuya aparición eleva el nivel de la película y le da un nuevo sentido. El esfuezo de Tom Noonan para balancear un tono átono y monocorde con las emociones de los personajes es también encomiable. La música de Carter Burwell acompaña de forma sutil pero importante a la narración.

Independientemente del modo de contarla, la historia y su desarrollo son 100% Kaufman, que vuelve con una historia tan brillantemente narrada como conmovedora. Anomalisa es sin duda una gran película, cuya particular forma narrativa puede alejar a potenciales espectadores pero que no dudo a recomendar a todo el mundo.

(c) 2015 Jordi Flotats