Crónica del séptimo día del Festival Internacional de Cinema de Catalunya Sitges 2008. Películas del día: Red, Dachimawa Lee, The Chaser, Mongol
El director inglés James Watkins ha presentado Eden Lake, protagonizada por Kelly Reilly y Michael Fassbender. Eden Lake cuenta como una pareja va a pasar un fin de semana romántico al lago Eden, donde se encontraran a una pandilla de adolescentes lo convertirán en una pesadilla. Los 24 asesinatos por apuñalamiento desde principio de año en el Reino Unido, todos ellos realizados por adolescentes, inspiró a Watkins esta película de género. Watkins comentó que la presión mediática causan la sensación de vivir en una cinta de terror y que en ningún momento ha pretendido realizar un drama social.
El realizador Gonzalo López ha presentado su película Embrión. Después de la proyección la ha comentado con el público. López ha comentado que su intención incial era hacer un remake de The Embryo Hunts in Secret, de Koji Wakamatsu, pero después descartó la idea para no limitarse. Embrión cuenta la historia de un chico (Sergio Bernal), que liga con una chica (Mariona Tena), y la lleva a su casa con intención de poseerla de una forma íntima y carnal. "La violencia y el sexo son vehículos para el discurso ideológico, moral y estético de la película", ha manifestado el director. Respecto a la forma de la película, López ha declarado que "Para el apartado más discursivo de la película mi referencia principal fue la de La chinoise (1967), de Jean-Luc Godard, mientras que a nivel plástico, Brian de Palma encarna a la perfección mi ideario estético".
Lloyd Kaufman, cofundador de Troma Entertainment ha impartido una clase magistral que ha empezado con la proyección making off Poultry in Montion: Truth Is Stranger Than Chicken de la última película de Troma, Poultrygeist: Night Of The Dead Chicken. El making off intenta transmitir la locura de un rodaje de una película de Troma y cómo se realizaron las escenas más locas. Kaufman, simpático y buen comunicador ha provocado las risas del público en varias ocasiones. El realizador ha comentado que los presupuestos de cualquiera de sus films corresponden al "1% del de cualquiera de las mierdas que se ven Estados Unidos y Europa, películas que se olvidan al instante. Me parece obsceno que se haga eso cuando en el mundo hay tanta gente muriendo de hambre". Kaufman declaró que empezó en el cine "viendo los films de Buñuel, Chaplin, John Ford y a creer en la premisa que el artista tiene que controlar el 100% de su obra".
Se presenta en el Festival JCVD, dirigida por Mabrouk El Mechri, un falso biopic del actor belga Jean-Claude Van Damme protagonizado por él mismo, donde se ve implicado en el robo de una oficina de correos cuando está de visita en Bélgica mientras está pasando por un doloroso divorcio. La película desmitifica a Van Damme y muestra su lado más humano.
El director estadounidense J.T. Petty ha presentado The Burrowers, su último film, que mezcla en su trama los géneros del western y del horror. Petty, que ya presentó en Sitges sus dos anteriores trabajos, Soft for Digging (2001) y S&Man (2006) comentó sobre las criaturas que aparecen en su película que "tardamos mucho en diseñarlas, nos inspiramos en dragones, arañas y insectos diversos".
Se ha presentado The Chaser, primer trabajo del realizador surcoreano Na Hong-jin, un vibrante thriller. El director ha declarado que "quería explicar la historia de una mujer de carne y huesos asesinada a plena luz del día", añadiendo que "he querido hacer una película donde los espectadores sintieran simpatía por estas mujeres". Na Hong-jin explicó que a raíz de una serie de asesinatos donde no se pudo atrapar al culpable, decidió abordar este tema, preguntando en comisaría y pasando tres meses investigando. Sacó como conclusión que el sistema policial de su país no es eficiente, está sujeto a intereses políticos, es corrupto y los procesos para realizar detenciones son muy lentos. De los dos personajes principales, perseguidor y perseguido, comentó que ambos son criminales, ambos son malos, pero un no lo es tanto, tiene motivos para hacer lo que hace; deliberadamente evitó dar motivaciones al psicópata para que el público no empatizara con él.
Por mi parte, empiezo el día con el pase matinal de Red (sección Oficial), de Trygve Allister Diesen y Lucky McKee, una película sencilla sobre Avery Allan Ludlow (Brian Cox), un hombre mayor y viudo, que vive en un pequeño pueblo de Estados Unidos con la única compañía de su viejo perro Red, un regalo de su mujer. Un día decide ir de pesca y se encuentra con un grupo de chicos que han salido de caza; uno de ellos tras intentarle robar, mata a Red por pura maldad. A partir de este punto de partida la película podría continuar por muchos derroteros distintos; en este caso se opta por el drama. Ludlow intentará buscar un poco de justicia y redención en la muerte de Red, primero intentando que el padre del chico que le disparó le obligue a disculparse y reconocer lo que hizo, pero nones; el padre, un nuevo rico ignora a Ludlow, que intentará a continuación la vía legal. La situación se irá complicando hasta un dramático climax final.
Red es una película tremendamente sobria, sin efectismos, que durante la mayor parte de su metraje constituye un drama sobre un hombre viejo torturado por su pasado trágico pero que no se engaña a sí mismo. Los actores realizan trabajos estupendos, en especial Brian Cox, su protagonista, sobre el que recae la mayor parte del peso de la película. Su interpretación, desprovista de sobreactuaciones pero llena de matices, es soberbia. Me gustó en especial el final, cuando el protagonista reflexiona sobre su propia culpa en los acontecimientos finales de la película. A pesar de que por planteamiento y por presupuesto Red podría parecer un telefilme de los de después de la comida, la sobriedad y clasicismo de su rodaje, las interpretaciones de los actores y un guión inteligente la convierten en una buena película.
A continuación entro en el Retiro para ver Dachimawa Lee (sección Oficial fuera de competición), de un viejo conocido de los asiduos al Festival de Sitges, Ryoo Seung-wan, que presentó el año pasado su City of Violence. Dachimawa Lee es un particular homenaje/parodia del cine de espías y de acción propagandístico con el que se empapó el director en su infancia. Su protagonista, un superespía solemne, ultrapatriota, pasado de peso y con un peinado ridículo del que está muy pendiente es además un sex-symbol imposible. La película puede verse como una película de aventuras en clave de comedia absurda, un poco en la onda de Austin Powers, pero a la coreana. A mi personalmente me fue completamente imposible entrar en el humor zafio y estúpido de la película, con lo cual no puedo decir que la disfrutara en absoluto; pero también debo decir que en la sala se oyeron bastantes risas, el humor es algo muy personal.
A las 20:00 acudo al Auditori para la presentación de The Chaser (sección Oficial), de Na Hong-jin, que, en un alarde de falsa modestia, comentó al público asistente que su película era lenta, aburrida y mal explicada y que esperaba salir de una pieza del cine. The Chaser cuenta como un expolicía que ahora es proxeneta persigue a un asesino en serie que mata prostitutas e intenta averiguar donde tiene a su última víctima, que aún podría estar viva.
La película tiene un ritmo vibrante y dosifica los acontecimientos con maestría para mantener en vilo al espectador. El retrato de personajes es muy bueno y es realizado sin frenar nunca la acción; la película consigue que al espectador le importe el destino de la chica desaparecida y empatice con el único al que parece importarle su final, aunque sea un violento proxeneta. La policía surcoreana, que es mostrada ineficaz, corrupta, maltratadora y a la vez atada a la burocracia, no queda muy bien parada. Un thriller de libro y una de las mejores películas de esta edición del Festival.
A las 22:30 acudo a ver Mongol (sección Oficial fuera de competición) , una curiosa coproducción entre Rusia, Alemania, Mongolia y Kazakhstan dirigida por el ruso Sergei Bodrov. Mongol explica la infancia y juventud de Temüjin, que posteriormente el mundo conocería como Gengis Khan. El joven Temüjin después de haber elegido esposa tiene que ver como su padre es asesinado y el mismo es controlado por sus enemigos, a la espera que crezca para matarlo. Después de lograr huir y casarse, su esposa es secuestrada, teniendo que iniciar una pequeña guerra con la ayuda de sus amigos para recuperarla. Pero pronto su creciente ascendente sobre los hombres le granjeará la enemistad de sus aliados, llevándole a la guerra.
Mongol es una película muy curiosa, rodada en medio de grandiosos escenarios naturales en Mongolia escatimando poco en medios, aunque las escenas de batalla por ordenador podrían ser mejores, pero a la vez tiene segmentos más intimistas en el retrato del personaje. El actor japonés Tadanobu Asano es el protagonista, componiendo un personaje mucho menos feroz del que lo pinta la leyenda. Su Temüjin es un hombre austero, práctico, que parece tener claro que su objetivo es vivir la vida a su manera sin que nadie le imponga nada. Su liderazgo sobre otros se produce de manera natural e interesada, pero sin ínfulas de grandeza.
En conjunto Mongol me gustó por su fotografía y su historia sencilla; los principales contras de la película son la escasez de efectos especiales para las batallas (o la escasez de extras), las interpretaciones de alguno de los actores secundarios y el exceso de elipsis en la trama, que le hacen perder fuelle en algunos momentos.
(c) 2008 Jordi Flotats