Películas: Invasion of The Alien Bikini, A Letter to Momo, Gantz: Perfect Answer y Extraterrestre
Aprovechando el que el día es festivo y Sitges se llena de visitantes, se celebran en la Sala Tramuntana dos de las masterclass más esperadas del Festival. A las 17:00 Bryan Singer, con un lleno absoluto, estuvo una hora comentando aspectos de la realización de películas para después ser abordado por multitud de aficionados a la caza del autógrafo en el espacio FNAC. Pero antes, también con gran afluencia de gente, estuvo Nacho Vigalondo, que presenta hoy Extraterrestre, su segunda y esperada película tras Los Cronocrímenes. Vigalondo ha comentado que en su película la ciencia-ficción es un elemento presente de principio a fin aunque la historia central sea una comedia romántica, también que le interesaba mostrar el comportamiento de los personajes en medio de una situación caótica, lejos del tópico del caos orquestado que suele mostrar el cine. También ha manifestado que para un director es mejor no ser demasiado consciente del propio estilo o preocupaciones temáticas para no acabar siendo inmovilista, y en ese sentido es mejor aislarse en lo posible de los medios. De su reparto manifestó que se sintió encantado de poder contar con actores cómicos de La hora chanante o Muchachada Nui y que intentó que sus registros de comedia no desentonaran con las actuaciones de Julián Villagrán y Michelle Jenner. Sobre lo distinta que es esta cinta de su ópera prima comentó que su ideal es el de los hermanos Cohen, capaces de tener contrastes brutales entre cinta y cinta sin que nadie le parezca extraño.
Antes del pase de Livide, la nueva producción de los artífices de A l'interieur Alexandre Bustillo y Julien Maury el Festival ha otorgado el premio Maria Honorífica a Caroline Williams. Caroline Williams, de 54 años es una actriz que empezó su carrera en el cine de terror, interpretando papeles como la valiente disc jockey Vanita "Stretch" Brock en The Texas Chainsaw Massacre 2 (Tobe Hopper, 1986). También apareció en las secuelas Stepfather II (1989, Jeff Burr), y Leprechaun 3 (Brian Trenchard-Smith, 1994). Desde entonces su carrera se ha desarrollado básicamente en la televisión, apareciendo en multitud de series. Cuando recibió el premio se mostró muy emocionada, recordando el momento, 25 años atrás, en que fue seleccionada de entre 400 candidatas en un casting para una película. También agradeció al público su presencia en las salas, considerando el conjunto de cineastas y público como una familia y destacó la necesidad de incorporar jóvenes cineastas, escritores y actores a la industria para mantenerla en marcha.
Se ha presentado Apolo 18, de G. López-Gallego, una producción estadounidense que muestra un material rodado en video por los participantes de la misión número 18, una misión cuya existencia fue escondida y que muestra porqué la humanidad no ha vuelto a la Luna. Su director, presente en Sitges ha valorado positivamente su primera experiencia americana, a pesar de ser elegido para sustituir a Trevor Cawood, que abandonó el proyecto en una fase muy temprana. Al parecer la productora le dejó mucha libertad para rodar y su experiencia previa con este tipo de película (su segundo trabajo Sobre el arco iris también tenía forma de material encontrado) le ayudó mucho a empezar con confianza. El rodaje de la película fue bastante duro; se reconstruyó el paisaje de la Luna en un estudio de Vancouver con 200 camiones de tierra, donde les costó mucho imitar la luz solar. Para simular la textura y calidad de imagen de la época emplearon métodos diversos; dado que no tenían mucho tiempo para la postproducción, se intentó simular durante el rodaje mediante el uso de óptica de los setenta, película de 16mm, señal de video distorsionada y negativos manipulados con tierra y parcialmente velados. Al parecer la distribuidora estadounidense trató de vender la película de una forma similar a la de Blair Witch Project, con una campaña en la que da a entender que se trata de una historia real; tanto es así que incluso le prohibieron a su director conceder entrevistas para no arruinar el efecto.
Antes del pase de Apollo 18 en el Auditori el Festival entregó al Casino Prado Suburense una placa conmemorativa por los ya cien años que lleva proyectando cine de forma ininterrumpida. La placa fue entregada por Ángel Sala, director del Festival al presidente del Casino Prado Suburense Jofre Vilà, que estuvo acompañado por más de cuarenta socios de la entidad. También asistió el alcalde de Sitges, Miquel Forns, que destacó la devoción de la entidad por el cine y lo complicado de mantener las proyecciones durante un siglo. La verdad es que es una sala entrañable para los que llevamos ya mucho tiempo viniendo al Festival, he pasado mucho rato contemplando los inimitables (¡por suerte!) frescos que decoran su techo.
Empiezo muy temprano viendo a las 10:00 Invasion of the Alien Bikini, de Oh Young-doo, en el Casino Prado. Esta película surcoreana tiene como a protagonista a un hombre, interpretado por Hong Young-geun, que cada noche sale a las calles de su ciudad disfrazado con chándal y bigote postizo para ayudar a la gente y combatir el crimen. Una noche ve cómo un grupo de hombres están atacando a una chica muy guapa (Ha Eun-jung); sin dudarlo se lanza en su ayuda y consigue liberarla y huir con ella hasta su piso. Allí la quiere ayudar a recuperarse del susto y los golpes, aunque ella, un alien disfrazado de humano, enseguida empieza a seducirlo. Para su desgracia se encuentra con ejemplar casi tan raro como ella, un hombre que ha decidido ser célibe hasta el matrimonio, por lo que la consumación no se produciría como muy temprano hasta el día siguiente. Pero ella no tiene tanto tiempo; su ciclo reproductor la obliga a que sea esa misma noche.
Invasion of the Alien Bikini es sin duda una de las películas más extrañas que he tenido ocasión de ver hasta el momento en esta edición del Festival. Su argumento mezcla ingredientes muy variopintos con pinta de no encajar mucho: ciencia-ficción, artes marciales, traumas infantiles, unas pocas gotas de erotismo e incluso un anuncio (sí, un anuncio) a media película. Pero de algún modo extraño forman un todo bastante homogéneo, en una película que no sé si es valiente o inconsciente pero que a mi me divirtió, y a pesar de en muchos momentos está haciendo equilibrios por el borde del ridículo nunca acaba de caer en él. Siendo su primer trabajo, el director Oh Young-doo ha demostrado ser capaz de arriesgar, realizar una película con muy pocos medios y demostrar considerables dosis de originalidad
Continuo en el Auditori viendo a las 12 A Letter to Momo, de Hiroyuki Okiura. Por desgracia la sesión empezó con bastante retardo, haciendo que se acumulara durante todo el día y me acabara pasando factura por la noche. A la sesión asistió Hidehiro Tsubaki, el cónsul de Japón en Barcelona, al que el público dedicó un cálido aplauso en memoria de las víctimas y el sufrimiento que causaron en su país el terremoto y el tsunami de este pasado verano. La presentó Francesco Prandoni, responsable de operaciones internacionales de la productora de la cinta, quien destacó el trabajo de siete años que costó realizar la animación con todos los planos dibujados a mano, destacando que Japón es el último reducto del cine de animación realizado artesanalmente. También quiso recordar a todo el equipo de la película, algunos con familiares en la zona afectada por la catástrofe, que sufrió lo indecible durante esos días, pero que continuó con su trabajo.
A Letter to Momo cuenta como Momo, una niña que acaba de perder a su padre, se traslada a vivir a Shiojima, una pequeña isla del Mar de Japón con su madre, donde esperan rehacer sus vidas. No cabe decir que su nuevo entorno, muy distinto al que está acostumbrada, no entusiasma a la niña; la isla es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, con bosques, campos en escarpadas terrazas y tranquilos templos. Además Momo siente intensamente la muerte de su padre, del que se despidió enfadada y de quien encontró una carta inacabada con sólo dos palabras: "Querida Momo". Por si fuera poco su madre tiene que pasar mucho tiempo fuera y aún no hay escuela, así que pasa mucho tiempo sola en la vieja casa familiar donde viven. Un día, explorando el ático, Momo encuentra un libro antiguo con ilustraciones y desde ese momento empiezan a suceder cosas raras en la casa y en los alrededores.
A Letter to Momo es una película magnífica en casi todos los aspectos. En el apartado técnico destaca el maravilloso trabajo de animación realizado; meticuloso, detallista y que da una gran importancia a los gestos, expresiones y lenguaje corporal de los personajes, ofreciendo mucha información y sutilezas con ello. El dibujo y diseño de personajes también resulta destacable, así como los de la propia isla, un personaje más de la historia. El argumento es muy sencillo, pero está contado de una forma soberbia, alternando los momentos de drama con la comedia y la aventura y culminando en un emotivo pero no sensiblero final. Los elementos fantásticos de la cinta, muy propios del imaginario japonés se integran perfectamente en la trama y permiten desplegar unos personajes llenos de color e imaginación. Una película de la que realmente pueden disfrutar todos los públicos y que por sus características podría ser una digna representante del catálogo del estudio Ghibli.
A las 16, vuelvo al Auditori para ver la conclusión de Gantz, Gantz: Perfect Answer, de Shinsuke Sato. La acción empieza un tiempo después de que acabara la primera entrega; Kei Kurono (Kazunari Ninomiya), más bregado y convencido de que aparte de conseguir su objetivo de 100 puntos para resucitar a su amigo Masaru Kato (Ken'ichi Matsuyama) debe hacer que la gente que hace aparecer Gantz sobreviva y trabaje en equipo, ha logrado liderar un grupo considerable. Mientras tanto vive con el hermano menor de Kato, a quien ha dicho que su hermano está trabajando fuera. En ello le ayuda Tae Kojima, una compañera de universidad tímida y perdidamente enamorada de él. Pero los aliens a quienes liquidan no se quedarán quietos e intentarán llegar hasta Gantz para destruirlo. Por si fuera poco, podría ser que Gantz estuviera perdiendo energía.
Gantz: Perfect Answer me pareció una muy digna continuación y un buen colofón de la historia que plantea la primera película. Esta segunda entrega tiene mucho más contenido, un argumento más complejo que le da unas cuantas vueltas a qué puede ser Gantz, desde donde opera o a la propia naturaleza de los aliens. No sé si las respuestas que ofrece al final son tan perfectas como promete su título, pero a mi me parecieron suficientes. Eso sí, que nadie espere un final donde se verbaliza y explica el porqué de cada detalle, hay una considerable dosis de elaboración que se deja al espectador. También cambia por completo el estilo de las escenas de lucha contra aliens; desaparecen los aliens freaks de la primera entrega para ser sustituidos por el "alien humanoide", aliens con forma humana que propician trepidantes escenas de acción, especialmente la inicial, escenificada en el metro de Tokyo. No he leído el manga en el que se basan estas películas y por tanto no puedo enfadarme por las posibles omisiones o traiciones a la historia original; las películas, sin ser maravillosas, sí que me han hecho pasar un buen rato, con un argumento con una premisa interesante y considerables dosis de acción.
A las 20:45 acudo al Auditori para ver Extraterrestre, el segundo trabajo de Nacho Vigalondo, donde fue presentada por éste y los todos los actores de la cinta excepto Michelle Jenner. La película arranca con Julio (Julián Villagrán) despiertando en un piso desconocido tras una loche muy loca. Tras levantarse, descubre que la debe haber pasado con la guapa propietaria de la casa, Julia (Michelle Jenner). Y por si no fuera todo lo suficientemente raro, ambos descubren que sobre el cielo de Madrid gravita una gigantesca nave alienígena y que la ciudad ha sido evacuada casi por completo mientras dormían. En el edificio sólo se ha quedado Ángel (Carlos Areces), un vecino entrometido, friki y enamorado sin esperanzas de Julia. Y para colmo, al cabo de unas horas llega Carlos (Raúl Cimas), el novio de Julia, que ha cruzado toda la ciudad para buscarla y que insiste en que Julio se quede con ellos hasta que se sepa mejor qué está pasando.
Extraterrestre es una comedia romántica donde los elementos de ciencia-ficción ponen el telón de fondo y establecen el marco por donde se mueven los personajes. También es una película engañosamente sencilla con sólo cuatro personajes donde tres forman un triángulo amoroso y el cuarto sirve como elemento desencadenante de muchas situaciones que rozan lo absurdo y que en mi opinión son lo mejor de la cinta. Aunque en mi opinión esta sencillez es algo engañosa; el guion y la dirección de Vigalondo hacen que la película sea muy fluida, sin estancamientos en la acción o el ritmo; también mezcla sin muchas fisuras los elementos más "serios", los que definen realmente a los personajes y sus relaciones, con los más gamberros. Los actores, pieza básica en una cinta como esta, cumplen bien con su cometido, especialmente Raúl Cimas y Carlos Areces, responsables de la mayor parte de los gags de la película que demuestran una vis cómica fantástica. Julián Villagrán y Michelle Jenner, especialmente esta última, tienen papeles más serios que sirven como contraste a los demás y permiten el desarrollo de la trama romántica.
Quizá por ser muy distinta a lo que esperaba, Extraterrestre me sorprendió muy gratamente, y a pesar que me suele costar entrar en las comedias, especialmente si son románticas y/o españolas, esta me divirtió de lo lindo; me encantó su humor un punto absurdo, perfectamente acorde con el que suelen realizar Areces y Cimas (ambos participantes de La hora chanante y Muchachada Nui) y el entorno del Madrid casi desierto que sirve de marco a la trama.
Por desgracia tuve que terminar mi día de cine aquí, el retardo de más de una hora que acumulaba ya el Auditori me hizo imposible asistir a la sesión de las 22:30 de Kaidan Horror Classics en el Casino Prado, una lástima porque le tenía muchas ganas.
(c) 2011 Jordi Flotats