A LETTER TO MOMO

Una maravillosa muestra de animación tradicional

Hiroyuki Okiura tiene un currículum impresionante como animador y diseñador de personajes; ha trabajado en producciones tan importantes como Ghost in the Shell (1995), Memories (1995), Metrópolis (2001), Ghost in the Shell 2: Innocence (2004) o Paprika (2004). Como director sólo había firmado Jin-Rô en 1999. A Letter to Momo, su último trabajo, le ha llevado casi siete años, y no es extraño; Okiura se ha encargado de la dirección, el guion y el storyboard en una película realizada artesanalmente, dibujada completamente a mano. ¿Ha merecido la pena? En mi opinión sí, sin reservas.

A Letter to Momo cuenta como Momo, una niña que acaba de perder a su padre, se traslada a vivir a Shiojima, una pequeña isla del Mar de Japón con su madre, donde esperan rehacer sus vidas. No cabe decir que su nuevo entorno, muy distinto al que está acostumbrada, no entusiasma a la niña; la isla es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, con bosques, campos en escarpadas terrazas y tranquilos templos. Además Momo siente intensamente la muerte de su padre, del que se despidió enfadada y de quien encontró una carta inacabada con sólo dos palabras: "Querida Momo". Por si fuera poco su madre tiene que pasar mucho tiempo fuera y aún no hay escuela, así que pasa mucho tiempo sola en la vieja casa familiar donde viven. Un día, explorando el ático, Momo encuentra un libro antiguo con ilustraciones y desde ese momento empiezan a suceder cosas raras en la casa y en los alrededores.

A Letter to Momo es una película magnífica en casi todos los aspectos. El diseño de personajes es muy bueno, tanto de los humanos como de los distintos yokai (demonios propios del folklore japonés). También destaca poderosamente la maravillosa isla donde transcurre la película, recreada de una manera fantástica para mostrar lo pausado de la vida allí, en un entorno más rural y de una tremenda belleza. También es necesario remarca el maravilloso trabajo de animación realizado; meticuloso, detallista y que da una gran importancia a los gestos, expresiones y lenguaje corporal de los personajes. Esto mejora muchísimo la narración, permitiendo un mejor y lleno de sutileza retrato de los personajes y sus interacciones. Viéndola, parece mentira que unas animaciones tan suaves y llenas de detalles hayan sido realizadas artesanalmente; desde luego ha supuesto un trabajo ímprobo.

El argumento, engañosamente sencillo, está narrado a varios niveles con mucha inteligencia; por un lado están las aventuras de Momo con los yokai, divertidas y llenas de humor; por otro la adaptación a su nuevo entorno y la aceptación de la muerte de su padre, tanto individualmente como con su madre. La película, como los mejores productos del estudio Ghibli, es realmente para todos los públicos; una sabia mezcla de drama, comedia y aventuras, culminando en un emocionante pero no sensiblero final. Una delicia.

(c) 2011 Jordi Flotats