Crónica del quinto día del Festival Internacional de Cinema de Catalunya Sitges 2008. Películas del día: The Moss, Hansel & Gretel y The Good, The Bad, The Weird.
Se ha estrenado la adaptación cinematográfica de la novela La possibilité d'une île del escritor francés Michel Houellebecq, dirigida y adaptada por él mismo. La adaptación no se ha basado directamente en el libro sinó más bien en las impresiones anteriores a su redacción. La película tiene una estética futurista y fría y fue bastante mal recibida por el público asistente, que en algún caso llegó a abandonar la sala a media proyección.
El director griego Alexis Alexiou ha presentado su primer trabajo, Tale 52, que explica el viaje interior en la mente de un esquizofrénico. Alexiou ha utilizado múltiples recursos para escenificar la fragmentación de la mente del protagonista, como por ejemplo descomponer los planos para mostrar múltiples puntos de vista distintos de ángulos opuestos.
El gran director americano Abel Ferrara ha presentado su último trabajo, Chelsea on the rocks, un atípico documental sobre el Hotel Chelsea, uno de los símbolos más representativos del Nueva York bohemio de finales de los setenta, desde la época punk en adelante. Después de la proyección ha hablado con los espectadores.
Ferrara, personaje polémico por definición, también se quejó de la falta de atención de los medios de comunicación y del público e incluso de que no apareciera en portada del diario del Festival. Recibió el premio honorífico Màquina del Temps de manos de Angel Sala, director del Festival en el Auditori antes del pase de The Good, The Bad, The Weird. Fue a recoger el premio aparentemente bastante borracho e incluso jugó con la estatuilla. En su alocución destacó su gusto por las películas y por la figura de Buñuel, un español que trabajó en México durante años y también preguntó, bastante picado, cuánta gente entre los asistentes había visto su última película.
Al parecer el lugar favorito de Ferrara durante su tormentosa estancia en Sitges ha sido el bar del Auditori, donde se le ha podido ver asiduamente, incluso tocando el piano. Tanto es así que parece que regaló la estatuilla de su premio honorífico a los camareros del local, harto ya de olvidárselo allí.
Empiezo mi día cinematográfico con The Moss (sección Orient Express), de Derek Kwok, una película que retrata Shan Sui Po, uno de los peores barrios de Hong Kong, donde se concentran mafias y prostitución en medio de un pegajoso verano; allí, Jan, un policía corrupto y Fa, una niña acabada de llegar a la ciudad que vive en el prostíbulo donde trabaja su hermana, lucharán por su supervivencia.
The Moss cuenta con una factura y una ambientación espléndidas, destacando especialmente la fotografía y los dinámicos movimientos de cámara, que transmiten calor y sensación de agobio. Los actores interpretan correctamente sus roles, pero en mi opinión la historia es un poquito floja, con algún personaje demasiado increíble y con una historia que bascula demasiado entre el thriller y el drama, sin acabar del todo en ninguno. En conjunto la película es bastante interesante y se deja ver bastante bien, pero deja la sensación que hubiera podido ser mucho mejor con un guión mejor y las ideas más claras.
Por la tarde acudo al pase de Hansel & Gretel (sección Oficial), donde están presentes su director, Yim Pil-sung y Shim Eun-kyung, una de las protagonistas. El surcoreano Yim Pil-sung ya presentó en Sitges su excelente The Antartic Journal en 2005. Hansel & Gretel es una muy libre adaptación del cuento de los hermanos Grimm; explica la historia de un hombre que está a punto de casarse y tener un hijo que tiene un accidente de coche al lado de un bosque. Una niña de unos doce años le ofrece pasar la noche en su casa, donde vive con sus dos hermanos y sus padre. Pronto descubrirá que salir del bosque no es tarea sencilla.
Yim Phil-sung contó a la prensa que elegió hacer esta versión del cuento porque "de pequeños leemos muchos cuentos, que olvidamos al hacernos adultos, pero sobre todo, olvidamos su mensaje. La historia trata de una temática universal: la infancia". También comentó que la crítica de su país no recibió bien a la película quizá porque no entendió su mensaje, que no es otro que es necesario proteger a los niños para que tengan una infancia feliz y un buen futuro. También destacó la importancia que tuvo en el resultado final del filme la colaboración con el director artístico Ryu Seong-hie (Old Boy, The Host) y la fuerte influencia que recibió de La noche del cazador (1955). Al parecer ya está trabajando en el guión de su próximo proyecto que se basa en un hecho real y se centra en la maldad de las mujeres.
Hansel & Gretel es una película técnicamente muy destacable, con una ambientación y una fotografía muy buenas por lo inquietantes que resultan sin que casi nunca parezcan amenazadoras. La historia que cuenta es interesante, aunque en mi opinión alarga demasiado la conclusión; cabe destacar que el cierre de la película es redondo, justificando todo lo que se ha mostrado. También muy remarcables las actuaciones de los niños, especialmente de Shim Eun-kyung, que sin dejar de parecer niños, resultan muy naturales y alejados de los estereotipos cinematográficos habituales.
Después de ver como Abel Ferrara recogió su premio Màquina del Temps con una gran concentración etílica en sangre vi la que me pareció la película del Festival: The Good, The Bad, The Weird, del surcoreano Kim Jee-woon, director de A Tale of Two Sisters (2003) y A Bittersweet Life (2005), ambas presentadas en ediciones anteriores de Sitges.
The Good, The Bad, The Weird se ambienta en la Manchuria de los años 30 del siglo XX; un territorio chino plano, desértico y salvaje controlado por los japoneses pero con muchos fuera de la ley procedentes de Corea. En esta ambientación de western se disputarán la posesión de un mapa del tesoro una banda de bandidos liderados por un asesino a sueldo (el malo), un legendario cazarecompensas (el bueno) y un estrafalario ladrón de trenes (el raro), además del propio ejército japonés.
La película cuenta con un ritmo endiablado; escenas espectaculares y grandiosas rodadas con auténtico virtuosismo (el robo al tren es antológico); acción rodada con velocidad y a la vez con detalle; fantásticos parajes naturales; sentido del humor y de la aventura. Y además homenajea con descaro al clásico de Sergio Leone El Bueno, El Feo y El Malo. El actor Kang-ho Song realiza un auténtico recital, regalando los momentos más divertidos del film. Kim Jee-woon demuestra con este film que es un director en estado de gracia que puede moverse con igual comodidad por muchos terrenos distintos. No le encontré ninguna pega excepto que tuviera que terminar.
(c) 2008 Jordi Flotats