Crónica del Viernes 14/10/2011

Noveno día del Festival. Mis películas: El Páramo, Troll Hunter, Juan de los Muertos






Ha tenido lugar el día del Festival de cine de Málaga en Sitges. La iniciativa consiste en que cada uno dedique un día de programación al otro, creando así una conexión entre el festival de cine español y el de cine fantástico. El Festival de Sitges ha organizado una mesa redonda en la sala Tramuntana del Hotel Meliá donde se ha debatido sobre el cine español de género, uniendo así las temáticas de ambos certámenes. En el marco de la sección Noves Visions-Especials se proyectó la cinta de Carles Torres Open 24h, que participó en la sección oficial del pasado festival de Málaga. La jornada culminó en el Auditori donde se entregó el premio Maria Honorífica al director Pedro Olea, que presentó su film Akelarre en la sección retrospectiva Sitges Clàssics. Olea debutó en 1967 con Días de viejo color; con El bosque del lobo (1970), una desmitificación de la licantropía, obtuvo el favor de la crítica y diversos premios internacionales. Su mayor aportación al género fantástico ha sido la cinta de terror La casa sin fronteras (1972). El premio, entregado por Ángel Sala, director del Festival y Carmelo Romero, director del festival de Málaga, ha emocionado visiblemente al director, que ha comentado que "no hay mejor premio que el que no esperas".

Como viene siendo tradicional en los últimos años, se ha celebrado la Jack Daniel's Zombie Walk y los zombies han tomado Sitges. Desde las 12 del mediodía se ofrecía maquillaje zombie de forma gratuita en el Edificio Miramar. Desde el mismo sitio a las 20:30 se ha dado inicio a la marcha, con la participación de los protagonistas de la película Juan de los Muertos. La comitiva ha recorrido Sitges hasta el Passeig de la Ribera, donde se ha celebrado una fiesta en la playa con la actuación de Tiki Phantoms, presentados por FIB (Festival Internacional de Benicássim) y DJ Niño (The Pinker Tones). En el apartado cinematográfico se ha presentado en el Auditori a las 22:45 Juan de los Muertos y en el Retiro a la 1:00 La Noche + Zombie con títulos como DeadHeads, World of the Dead: The Zombie Diaries o Exit Humanity.

Empiezo el día temprano yendo a las 10:20 al Auditori a ver El Páramo, de Jaime Osorio Marquez. El Páramo cómo un grupo de soldados de élite del ejército colombiano, veterano en la lucha contra los narcos y la Contra, es enviado a averiguar qué ha pasado en una pequeña base de vigilancia y comunicaciones situado en alta montaña que lleva unos días sin comunicar. Cuando llegan a las cercanías les ordenan esperar a tener refuerzos, pero un hecho inesperado les obligará a ir hasta la base. Una vez allí la encuentran desierta, con rastros de sangre pero sin las señales características de una incursión militar. Al registrar mejor encuentran a una civil superviviente a la que emparedaron viva tras una pared llena de hechizos contra el mal. Desde que empieza su interrogatorio, las cosas empiezan a empeorar, aflorando las tensiones latentes entre ellos y sus miedos más primarios.

Aunque la película arranca con brío, introduciendo rápidamente a los personajes en su viaje en helicóptero hasta cerca de la base y mostrando un flashback que nos insinúa las tensiones que arrastra el grupo y lo sucio de la guerra civil colombiana, no tarda en estancarse. Un resumen poco amable pero certero de El Páramo sería "un grupo de soldados de élite no son capaces de pasar una noche en un sitio oscuro y aislado sin volverse locos y matarse entre ellos". La película sin duda quiere mezclar el horror del aislamiento y la insinuación de lo sobrenatural con el horror de la propia guerra, instalado en los soldados desde el principio y que aflora facilitado por el entorno. Pero eso es sólo una suposición bienintencionada, lo que realmente muestra es bien poco: personajes arquetipo (el teniente novato, el sargento experimentado y brutal, el apocado que está a punto de tener un hijo, el herido moribundo,...), unos comportamientos absurdos y ningún atisbo de trama. Para empeorar más las cosas el ritmo narrativo es cansino y la fotografía y los entornos son terriblemente oscuros y monótonos, el trabajo de iluminación me pareció muy pobre. Por desgracia El Páramo en mi opinión es, simple y llanamente, una mala película.

A las 16:45 vuelvo al Auditori para ver Troll Hunter, una película noruega de André Øvredal. Troll Hunter es un falso documental, supuestamente rodado por unos estudiantes que, cubriendo una noticia sobre osos encontrados muertos, empiezan a seguir a quien creen que es un cazador furtivo. Cuando lo conocen mejor, resulta ser un solitario empleado no oficial del gobierno noruego que se dedica a controlar la población de trolls (cuya existencia se niega oficialmente) del país, asegurándose que no se mueven de sus límites, cazando los que se salen de madre y encubriendo sus acciones más visibles. El cazador les permite acompañarlo, descubriendo así las distintas especies de troll, sus costumbres y los métodos usados para controlarlos y cazarlos. Y no todo es teoría, siguiendo al cazador entran en contacto con los trolls, algo que siempre implica riesgo, especialmente si se es cristiano y creyente.

Troll Hunter es una película que explora con mucho sentido del humor y pocas pretensiones el folklore nórdico, personificado en la figura de los trolls. El formato de documental falso, extensamente explorado en los últimos años, le va como anillo al dedo a una película divertidísima, pintando a un cazador de trolls veterano, escéptico, solitario y un poco hastiado de su estilo de vida. El aspecto visual de la cinta me pareció bueno, dándole un aire de documental amateur pero sin marear con demasiado movimiento de cámara; los efectos visuales también están bastante logrados, me gustó mucho el aspecto "tradicional" que se le ha dado a los trolls. Dejando de lado los fragmentos, para mi gusto un poco demasiado largos, en los que se habla de las costumbres troll, en conjunto Troll Hunter me ha gustado y me ha hecho pasar un buen rato, haciendo que saliera riendo del cine por su golpe final de efecto.

A las 22:45 vuelvo al Auditori para ver la coproducción hispano-cubana Juan de los Muertos, de Alejandro Brugués. La película fue presentada de forma extensiva y vehemente por su director, productor y actores protagonistas, entusiasmados por estar en el Festival. El ambiente de la sala, quizá por el gran número de zombies provinentes de la Zombie Walk, era festivo; animado por el director de la cinta, el público le cantó el cumpleaños feliz a la actriz Andrea Duro. Pero antes de Juan de los Muertos se proyectó el corto Employe? du mois, de Olivier Beguin, basado en la premisa de una agencia de empleo para monstruos; por allí circulan zombies, momias, vampiros y demás intentando ver en qué tipo de trabajo podrían encajar. El corto está muy bien realizado, su premisa de partida es muy buena, es muy divertido, cuenta con un buen guion y buenas interpretaciones.

Juan de los Muertos retrata un apocalipsis zombie en Cuba, con algunas gotas de ironía sobre la situación política del país y unos cuantos litros de humor más bien zafio. Su protagonista es Juan (Alexis Días de Villegas), un hombre sin oficio ni beneficio que, tras pasar por todos los periodos políticos de su país, se resiste a salir de Cuba. Su esposa e hija se fueron a vivir a España, pero esta última (Andrea Duro) está en la isla de visita cuando aparecen los zombies. En primera instancia Juan y sus amigos deciden iniciar un negocio aprovechando los no-muertos, pero progresivamente la situación se descontrola mientras el gobierno cubano insiste en que los zombies son disidentes pagados por Estados Unidos para acabar con la Revolución.

Juan de los Muertos traslada el tema de la invasión zombie a la isla de Cuba, intentando jugar con la particular ideosincrasia política y social de la isla, y siempre enfocando la película como una comedia, algo conveniente debido al escaso presupuesto. Los zombies, el maquillaje y los efectos son completamente caseros y bastante risibles de por si. Los actores realizan sus papeles con más o menos gracia; en el lado positivo está su protagonista, bastante efectivo; en el completamente negativo está Andrea Duro, responsable de una actuación nefasta, recitando sus frases sin el menor asomo de naturalidad; de por medio están los demás, ninguno especialmente memorable. El humor de la película tampoco me gustó mucho, o lo encontré excesivamente local para entenderlo del todo o excesivamente grueso y zafio como para que me hiciera gracia. En conjunto Juan de los Muertos me decepcionó; no esperaba una película excelente, pero sí reirme con ella, y no lo conseguí.

(c) 2011 Jordi Flotats

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Subido por Jordi Flotats con fecha 07/11/2011 13:55:45