TROLL HUNTER

Los trolls están entre nosotros...

El director noruego André Øvredal, muy conocido en su país por sus trabajos en publicidad, decidió que su debut cinematográfico tratara sobre unas criaturas profundamente enraizadas en el folklore noruego: los trolls. En los cuentos, éstos tanto pueden ser pequeñas criaturas traviesas como grandes y malvados monstruos, una faceta menos conocida en nuestro país. Øvredal ha optado por utilizar a los malvados y peligrosos, enmarcándolos en un mockumentary con mucho sentido del humor.

Troll Hunter es un documental, supuestamente rodado por unos estudiantes que han decidido investigar unos casos misteriosos en las montañas. El gobierno afirma que son sólo osos causando problemas, pero los cazadores locales no están nada convencidos. Pronto los estudiantes se ponen tras la pista de un misterioso furtivo, un hombre de mediana edad que aparece cerca de cada misterio. Al seguirlo descubren que es un cazador de trolls, un hombre que trabaja para el gobierno noruego para controlar a esas criaturas y encubrir sus ocasionales desmanes al gran público. Algo hastiado y muy solo, acepta que le acompañen mientras hace su trabajo, descubriendo así las distintas especies de troll, sus costumbres y los métodos usados para controlarlos y cazarlos. Y no todo es teoría, siguiendo al cazador entran en contacto con los trolls, algo que siempre implica riesgo, especialmente si se es cristiano y creyente.

Troll Hunter explora con mucho sentido del humor y pocas pretensiones el folklore nórdico, personificado en la figura de los trolls. El formato de documental falso, extensamente explorado con éxito desigual en los últimos años, le va como anillo al dedo a una película divertidísima, cuyo retrato del cazador de trolls veterano, escéptico, solitario, un poco hastiado de su estilo de vida y cansado del maltrato al que lo somete el gobierno: un funcionario descontento. El aspecto visual de la cinta me pareció bueno, dándole un aire de documental amateur pero sin marear con demasiado movimiento de cámara. Los efectos visuales también están bastante logrados, me gustó mucho el aspecto "tradicional" que se le ha dado a los trolls, por una vez estos monstruos no tienen el aspecto algo genérico al que nos tiene acostumbrados Hollywood. La dirección de André Øvredal es inspirada, sabiendo cambiar del humor a las escenas tensas de forma muy efectiva. Dejando de lado los fragmentos, para mi gusto un poco demasiado largos, en los que se habla de las costumbres troll, en conjunto The Troll Hunter me ha gustado y me ha hecho pasar un buen rato, haciendo que saliera riendo del cine por su golpe final de efecto.

(c) 2011 Jordi Flotats