Crónica del segundo día del Festival. Mis películas: Goemon, Genius Party Beyond y Thirst
Con motivo del premio honorífico que el Festival concedió a Malcolm McDowell se ha proyectado su película más signficativa, La Naranja Mecánica, una de las cintas más rompedoras de su genial artífice, Stanley Kubrick. En el segundo día del Festival se ha proyectado una de las cintas más esperadas, The Countess de Julie Delphy, un trabajo muy personal que ha protagonizado, dirigido y del que incluso ha compuesto la banda sonora, en torno a un oscuro personaje histórico, la condesa Báthory, que se bañaba en sangre de doncella para mantenerse joven.
En el apartado de animación se ha proyectado Lascars de Albert Pereira-Lazaro y Emmanuel Klotz, con la presencia en Sitges de este último y Ismael Sy Savané, actor que pone una de las voces. Lascars es la adaptación cinematográfica de una serie francesa de animación que ha arrasado en la taquilla francesa merced a su combinación de hip-hop, cultura urbana, acción y humor irreverente.
Con la total entrega y complicidad del público se ha proyectado Yatterman, de Takashi Miike, uno de los directores más queridos por el público asiduo del Festival y un auténtico gamberro del séptimo arte. Yatterman adapta en clave kitch y lisérgica una serie de animación japonesa de finales de los setenta. Por problemas con la distribución de horarios de las películas de este año no pude asistir al pase, una auténtica lástima.
Park Chan-wook, otro de los directores que ha estrenado sus últimos trabajos en el Festival, recibió el premio Màquina del Temps al presentar su último trabajo, Thirst. Park Chan-wook reconoció estar encantado con el galardón que le ha concedido un Festival del que tuvo noticia por primera vez en 1988, cuando vio un cartel de Terciopelo Azul en el que constaba el premio recibido en el Festival.
El equipo de Hierro, Gabe Ibáñez (director), Javier Gullón (guionista) y Elena Anaya (actriz protagonista) ha presentado este thriller psicológico de producción española localizado en la isla canaria de Hierro en la que Elena Anaya, protagonista absoluta, interpreta a un madre que tendrá que luchar por recuperar a su hijo.
Por mi parte, comienzo el día viendo Goemon, de Kazuaki Kiriya, que ya presentó su primera película, Casshern en la edición de 2004 del Festival. La película cuenta la leyenda de Goemon, un ladrón que operaba en el Japón recién unificado de 1582 y que intentó matar al sucesor de Oda Nobunaga, un daimyo que consiguió unir todo el Japón central a través de las armas. En clave fantasiosa la película presenta a Goemon, antiguo ninja de Nobunaga, que se verá inmerso a su pesar en una trama para deponer a su sucesor, el malvado Hideyoshi Toyotomi. La película está realizada casi al 100% de forma digital, lo que le da un aire irreal que no le sienta nada mal, ya que sus artífices claramente no buscaban el realismo al crear gigantescos palacios, ciudades y fortalezas en que las pagodas y los dragones se dan la mano con las columnas góticas. El vestuario también merece capítulo aparte, ya que mezcla ropa tradicional japonesa con moda que se podría ver en Shibuya hoy mismo. Las escenas de acción son simpáticas pero claramente exageradas y un poco justas de efectos especiales, lo que les da a veces el aire de videojuego. En conjunto Goemon es una película disfrutable si no se le buscan los tres pies al gato, con un aspecto visual que me gustó mucho y quizá un exceso de duración en algunos puntos.
A continuación veo mi primera película de animación, Genius Party Beyond, continuación de Genius Party, proyectada en la pasada edición del Festival. El proyecto Genius Party es obra del estudio japonés de animacion Studio 4ºC, responsable de algunos de los anime más rompedores e innovadores de los últimos años, que invitó a algunos de los creadores más punteros del medio a realizar un corto de animación. Dado el número elevado de cortos y los tiempos dispares en los que fueron finalizados, el estudio los dividió en dos películas. Genius Party Beyond agrupa los últimos cinco cortos. La película arranca con Gala de Mahiro Maeda (Porco Rosso), un anime clásico que presenta en clave musical el nacimiento de un planta, visual y musicalmente impresionante. Kazuto Nakazawa (Samurai Shampoo) presenta Moondrive, las correrías de cuatro fascinerosos en una luna ruinosa con un estilo y un trazo muy personales y gamberros. Shinya Ohira presenta una explosión de colores y efectos plásticos en Wamba the doggy, visualmente poderoso pero que no me acabó de gustar por falta de historia y exceso de reiteración. Tatuyuki Tanaka firma Tajin Kit; con una estética industrial y cyberpunk cuenta como una chica se dedica a animar peluches con una extraña substancia orgánica. Finalmente Koji Marimoto es responsable de Dimension Bomb, un corto que presenta un auténtico aluvión de imagénes poderosas fantásticamente animadas con un inspirado fondo musical que al parecer cuenta las sensaciones que dejó el encuentro de dos personas. La verdad es que me pareció visualmente arrebatador pero de contenido nulo, más videoclip que corto. En conjunto Genius Party Beyond supone un más que digno colofón al proyecto; espero que Studoi 4ºC le de continuidad en el futuro.
Para terminar el día veo Thirst, del director surcoreano Park Chan-wook, una de las películas que esperaba con más expectación del Festival. Park Chan-wook, poseedor de una voz propia y una forma particularísma de narrar visualmente las historias, cuenta con una filmografía que para mi gusto no tiene fisuras, con películas magistrales como Old Boy o Sympathy for Lady Vengeance y obras tan originales como I'm a cyborg but that's OK. En Thirst el tema son los vampiros, la culpa y la responsabilidad. Su protagonista es un sacerdote que colabora en un hospital para pobres que por culpa de un experimento fallido acaba necesitando beber sangre humana para mantenerse vivo; cuando bebe tiene fuerza, sentidos y apetitos más que humanos; cuando no, enferma terriblemente. Para complicar las cosas se enamora de una mujer explotada sin piedad por una suegra tiránica y un marido medio tonto. Thirst es visualmente potente, con una fotografía y un ojo por los encuadres que son la marca de fábrica de Park Chan-wook; también es morbosa, retrata la sangre y su ingestión de forma angustiosa y a las antípodas de los vampiros glamurosos que nos suele presentar Hollywood. Los dos actores protagonistas, Song Kang-ho y Kim Ok-vin, están inspiradísmos, convincentes e incluso graciosos en los momentos en que el guión se empapa de un humor negrísimo. Thirst es una película notable, pero quizá el enfoque de su guión no acaba de estar muy claro, dispersándose un poco demasiado para mi gusto en los temas a tratar, resultando una película no tan redonda como las mejores de su autor, pero aún así una obra estimable.
(c) 2009 Jordi Flotats