Crónica del décimo día del Festival Internacional de Cinema de Catalunya Sitges 2008. Películas del día: Sita Sings The Blues, Anamorph, JCVD
Se ha estrenado Ponyo on the Clif by the sea, el último trabajo del maestro Hayao Miyazaki. La película narra la historia de un niño de cinco años y su relación con una princesa del mar que quiere convertirse en humana. La película fue muy bien recibida en el reciente Festival de Venecia y arrasó completamente en las taquillas japonesas, superando incluso a la última entrega de Batman. Con esta película Miyazaki ha querido volver a la animación tradicional, volver al lápiz que ya usó con maestría en la mayor parte de su extensísima carrera.
Gil Kenan ha presentado su película City of Ember, que servirá de clausura al Festival. La cinta, que adapta la novela homónima de Jeanne Duprau, cuenta con un reparto espectacular encabezado por Tim Robbins, Bill Murray y Martin Landau. La película se ambienta en el futuro, en la ciudad de Ember, construida bajo tierra como refugio tras una catástrofe. Durante mucho tiempo sus habitantes han dispuesto de energía y suministros, pero parece que la electricidad empieza a fallar y la comida a escasear. Sus habitantes deberán resolver esta situación para sobrevivir.
En la Gala de Clausura del Festival se han entregado los premios honoríficos a Linda Harrison, Luis Miñano y Fernando Guillén. La actriz Linda Harrison ha aparecido en en películas como Guia para el hombre casado (1967), El planeta de los simios (1968), Regreso al Planeta de los Simios (1970) y Cocoon (1985) entre otras. Luis Miñano ha producido películas como Cosas que nunca te dije (1996), Les mans buides (2003), La silla (2006), En la ciudad de Sylvia (2007), El cant dels ocells (2008), El somni (2008) o El blau blau (2008). Fernando Guillén se mostró absolutamente sorprendido por el premio, que le fue entregado por su hijo Fernando Guillén Cuervo
Empiezo el último día del Festival con Sita Sings the Blues (sección Anima't), de Nina Paley, una película de animación en Flash que construye una peculiar historia. La película cuenta por un lado una parte de la Râmâyana, una epopeya hindú que narra las gestas del dios Râma, que con la ayuda de un ejército de monos salva a su esposa Sita, raptada por un rey de nueve cabezas; por otro realiza un paralelismo (aparentemente autobiográfico) con Nina, una mujer abandonada por su pareja por correo electrónico. Todo ello narrado como musical usando canciones de jazz de la década de 1920 grabadas por Annette Henshaw.
Sita Sings the Blues es una película muy curiosa pero que cuenta bastantes virtudes; su técnica narrativa, fresca y con sentido del humor, cuenta la leyenda y a la vez la analiza desde una perspectiva moderna. Las canciones son espléndidas y en su mayor parte (extrañamente) pertinentes; la trama que pasa en la actualidad, mucho más corta acaba de redondear el conjunto. La animación es muy básica y colorista, pero expresiva y simpática. Bajo mi punto de vista el principal problema de la película es que parece perder un poco de fuelle al final, añadiendo un par de canciones que no aportan mucho al desarrollo de la historia, aunque en conjunto me pareció una película muy recomendable por la frescura del planteamiento.
A continuación entro a ver Anamorph (sección Oficial fuera de competición), de Henry Miller, una película en la que un veterano policía, que se dedica a dar clases en la academia, verá como se reabre su caso más traumático: el de un asesino en serie que mataba dejando escenarios del crimen como si fueran obras artísticas. Ahora alguien está volviendo a hacer lo mismo, ya sea por imitación o porque se equivocó de culpable la última vez. El trabajar en el caso hará que se despierten de nuevo sus demonios, especialmente cuando el asesino empieza a dejarle mensajes.
Willem Dafoe es el protagonista absoluto de esta película con grandes pretensiones artísticas, tanto en la trama como fuera de ella, y es de lo poco que podría salvarse. La película tiene un desarrollo lento y moroso para mostrar una trama que ya hemos visto decenas de veces; su ambientación oscura, la predilección por lugares ruinosos y la truculencia a la hora de mostrar a los muertos recuerda a la de Seven, pero de forma derivativa y poco original. El desarrollo de personajes es casi nulo, sólo el buen hacer de Willem Dafoe permite enterver como es el protagonista, pero los demás circulan por la película como sombras. Y encima el final es previsible y precipitado, rematando una película que no recomiendo en absoluto.
Finalizo el Festival viendo JCVD, de Mabrouk El Mechri, una película muy curiosa; un falso biopic de la estrella de cine de acción Jean-Claude Van Damme. La película pinta a un Van Damme de 47 años muy crepuscular, que afronta un complicado juicio de divorcio y sólo obtiene papeles en películas de tercera fila que vuelve a Bruselas a visitar a sus padres. Allí se verá envuelto en un robo a una oficina de correos con rehenes.
La película no tiene absolutamente nada que ver con las películas habituales de Van Damme, sólo escenas de acción, con guión e interpretaciones de risa; esta película cuenta con un guión sólido y una dirección muy competente e incluso logra extraer de Van Damme una interpretación decente. El film muestra mucho sentido del humor e ironía con el personaje y sus trabajos, pero al final es básicamente complaciente y respetuoso con él, incluyendo un monólogo del actor mirando a la cámara y desnudando su alma. A John Malkovich no le importó quedar peor en Como ser John Malkovich, un referente cercano de JCVD por el tratamiento del personaje (y por nada más).
Pero el resultado final es ciertamente entretenido, en general las bromas son graciosas y el ritmo de la película es vivo y sin tiempos muertos y los actores realizan su papel de forma competente y creíble. En el apartado de "peros" sólo pondría la excesiva complacencia hacia el personaje y la poca credibilidad de alguno de los secundarios. Supongo que esta debe ser la mejor película de Van Damme y quizá relance su carrera en decadencia hacia otros derroteros.
(c) 2008 Jordi Flotats