SITA SINGS THE BLUES

Una película de animación en Flash con una peculiar visión del Ramayana

Sita Sings The Blues es un proyecto personal de la artista gráfica americana Nina Paley, que estuvo realizándola de forma artesanal con animaciones en Flash en su ordenador durante cinco años. La película es una curiosa mezcla de la historia épica hindú Ramayana narrado en clave de musical con canciones interpretadas por la vocalista de jazz de la década de 1920 Annette Hanshaw, con la historia semiautobiográfica del divorcio de la autora.

En el Ramayana, Sita es la esposa de Rama, séptimo avatar de Vishnu y actualmente uno de los dioses más venerados de la India. Sita es la encarnación de la esposa leal y virtuosa, que sufre un castigo tras otro y una prueba tras otra y que sacrificaría cualquier cosa por su marido. En Sita Sings The Blues se cuentan esas pruebas y castigos con una óptica moderna y con canciones de jazz que en muchos casos resultan sorprendentemente pertinentes con la narración. Annette Hanshaw fue una de las pioneras del jazz en la década de 1920, donde desarrolló básicamente su carrera y realizó el mayor número de grabaciones. La narración base de la historia se realiza a través de la divertida conversación entre tres marionetas, que cuentan y analizan la historia desde un punto de vista actual con mucha ironía y humor. Curiosamente esta conversación es una conversación real, grabada sin guión, entre tres amigos de Nina Paley, Aseem Chhabra, Bhavana Nagulapally y Manish Acharya.

Junto con la Ramayana, con animaciones muy básicas pero llenas de color y humor, se narra el proceso que llevó a Nina, trasunto de la propia autora a ser dejada por su marido, después de seguirle a la India cuando le trasladan por cuestiones laborales. El paralelismo que intenta hacer entre ambas historias es un poco forzado, porque la diferencia cultural y social entre ambos entornos, la India legendaria y la sociedad americana son muy grandes; y afortunadamente la situación de la mujer, aunque mejorable, es mucho mejor en la actualidad.

Aunque artesanal y básica, la animación de la película es suficiente para lo que quiere narrar, los entornos llenos de color resultan agradables y el diseño de personajes simpático. Las transiciones entre el mundo legendario hindú, lleno de color y exotismo y la actualidad, más gris, tienen el contraste necesario para poner el contexto a la narración y la idea de que los narradores sean marionetas negras es muy buena.

El humor que empapa toda la narración impide que en ningún momento se transforme en panfletaria o autocompasiva y las magníficas canciones hacen los números musicales agradables incluso si no se es muy aficionado a los musicales (mi caso). Los dos mayores defectos que le encontré al film fueron la poca relación entre las dos historias y la poca relevancia de los últimos números musicales, que alargan la película una vez ya ha contado lo que tenía que contar. Aunque estos defectos no impidieron que pasara un buen rato viendo la película.

(c) 2008 Jordi Flotats