Crónica del octavo día del Festival Internacional de Cinema de Catalunya Sitges 2008. Películas del día: Tokyo!, Genius Party, Silent Resident
La película sueca Let the right one in, del director Tomas Alfredson ha ganado el premio Méliès de Oro a la mejor película europea de género fantástico que otorga cada año la European Federation of Fantasy Film Festivals. Este año el premio se ha entregado en Sitges en la ceremonia Méliès de Oro que se ha celebrado en el Auditori del hotel Melià. La película, basada en la Déjame entrar de John Ajvide, también compite en la sección oficial del Festival.
El premio Méliès de Oro al mejor cortometraje ha ido a parar a Of Cats & Women, dirigido por el belga Jonas Govaerts. Este corto ya obtuvo el Méliès de Plata en el festival de Bruselas.
El hasta ahora guionista Charlie Kaufman ha presentado su debut como director, Synecdoche, New York. La película, protagonizada por Philip Seymour Hoffman cuenta la historia de un hombre que tras su separación decide llevar a la escena teatral su propia vida. Charlie Kaufman ha declarado que llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de dirigir y que aprovechó para rodar este proyecto, del que inicialmente iba a hacerse cargo Spike Jonze (Como ser John Malkovich). Kaufman comentó que lo más complicado fue rodar las 204 escenas del guión en 45 días de rodaje y con un presupuesto de 20 millones de dólares. Synecdoche, New York fue muy mal recibida por la crítica y por buena parte del público asistente a su presentación.
El director, escritor y guionista Umberto Lenzi ha recibido el premio Nosferatu que otorga Brigadoon, el espacio de culto del Festival. El premio es un reconocimiento a la larga carrera dedicada al cine de Lenzi. Umberto Lenzi es el creador de películas como La invasión de los zombies atómicos (1980), El ojo de la oscuridad (1975) y El sabor del odio (1968), entre muchas otras.
Yo empiezo el día con uno de los platos fuertes del Festival, Tokyo! (sección Oficial), un film en tres episodios de Michel Gondry, Leos Karax y Bong Joon-ho, centrados en la ciudad japonesa. El fragmento de Michel Gondry, Interior design cuenta los inicios de una joven pareja en la ciudad y sus intentos por conseguir piso. Ella pronto se verá diluida en la urbe y se irá transformando de forma curiosa. Gondry demuestra en este episodio que sigue en una forma excelente; Interior design rebosa imaginación, humor y está contado de forma exquisita. Leos Carax firma Merde, donde cuenta como un hombre que vive en las alcantarillas sale de vez en cuando para aterrorizar la ciudad, fumar de gorra y comer flores y billetes de banco. Cuando es atrapado, resultará que sólo un abogado francés es capaz de comprender su idioma y representarlo en el juicio. Merde es un relato sin pies ni cabeza, según su director una especie de revisión de Godzilla, aunque yo no lo supe ver. Me aburrió, no me contó nada y lo que me contó no me gustó para nada, una decepción. El surcoreano Bong Joon-ho dirige el tercer fragmento, Tokyo Shaking, una fábula sobre un hikkikomari (personas que se quedan recluidas en sus casas sin poder salir) que decide salir por primera vez en diez años para encontrar a una repartidora de pizzas. Tokyo Shaking es corto pero va al grano y cuenta en clave de fábula una historia muy bonita, vale la pena.
A las 18:45 en El Retiro acudo a ver otra participante de la sección Anima't, Genius Party, una película que recoge siete cortos de animación realizados por el Studio 4ºC, un estudio donde se han fraguado joyas como Animatrix, Mind Games o Tekkokinkreet. Los cortos están dirigidos por creadores de prestigio; los títulos de crédito de presentación, Genius Party están firmados por Atsuko Fukushima;Shanghai Dragon, de Shoji Kawamori cuenta la divertida historia de un niño que encuentra un artefacto alienígena;Deathtic 4 de Shinji Kimura cuenta con un curioso estilo de animación y diseño de personajes en una historia llena de imagenería de muerte; Doorbell de Yoji Fukuyama cuenta una historia de un muchacho que se desdobla; Limit Cycle de Hideki Futamura es una maravilla de la animación pero sin ninguna historia definida, sólo (preciosas) imágenes que se van sucediendo mientras un narrador habla machaconamente sobre todo y sobre nada; Happy Machine de Masaaki Yuasa es una historia muda con una animación y diseño de personajes notables; y por último Baby Blue de Shinichiro Watanabe es una preciosa historia con una animación espléndida sobre dos adolescentes que deciden hacer novillos el último día que pasará uno de ellos en el pueblo antes de mudarse.
Quizá porque esperaba maravillas de Genius Party salí algo decepcionado del cine. De los siete cortos sólo me gustaron mucho Shanghai Dragon y Baby Blue, tanto por animación como por la historia que cuentan. De los demás destacaría la animación de Limit Cycle pero su nefasto guión estropea la historia y Happy Machine, visualmente sugerente.
Para rematar el día voy a ver Silent Resident (sección oficial Noves Visions), de Christian Frosch, una película alemana que transcurre en una época indeterminada en un complejo residencial completamente equipado donde la gente tiene cubiertas todas sus necesidades sin tener que salir de él. Allí se desarrolla una trama de oscuras conspiraciones y desapariciones alrededor de Hannah, que ha dejado a su marido para instalarse en un piso donde se había suicidado su anterior inquilina.
Silent Resident me pareció una mala película sin paliativos; su ambientación es mala, el complejo supuestamente lujoso de donde la gente no quiere salir es bastante pequeño, destartalado y viejo; dado que la película no cuenta nada de la situación exterior tampoco justifica su cutrez. El guión de la película es confuso, lleno de silencios incómodos, diálogos forzados y sin ningún tipo de retrato de personajes; su carácter y motivaciones cambian de escena en escena sin ningún tipo de explicación. La música de jazz de la banda sonora sólo aumenta el tedio de las imágenes y añade pretenciosidad a la incoherencia que general que resulta del naufragio del guión. Muy mala.
(c) 2008 Jordi Flotats