Crónica del sexto día del Festival Internacional de Cinema de Catalunya Sitges 2008. Películas del día: Our Town, From Inside, Southland Tales
Se ha presentado la película Blindness del director Fernando Meirelles, adaptación de la novela Ensayo sobre la ceguera, del escritor y premio Nobel de Literatura José Saramago. La película, protagonizada por Julianne Moore, Mark Ruffalo, Danny Glover y Gael García Bernal, cuenta como una plaga deja ciegas a sus víctimas. Debido al miedo al contagio y a la paranoia, las víctimas son aisladas en un sanatorio mental abandonado. Dentro del hospital queda una mujer que puede ver, esposa de uno de los enfermos. Meirelles ha declarado que ha intentado añadir a la película más ambigüedad y dilemas morales que las presentes en la novela, donde las cosas se presentan más en blanco o negro.
Se ha estrenado la película más polémica del Festival, Martyrs , del director francés Pascal Laugier. Martyrs arranca en los años setenta, cuando una niña a la que han tenido media vida en un escondite escapa de él para acabar siendo trasladada a un centro de menores, donde sólo se comunica con otra niña. Quince años después, la niña entra en casa de una familia y mata a todos sus miembros. Al parecer la película contiene escenas de una violencia extrema y explícita, incluyendo despellajamientos y una escena de tortura a una mujer de 35 minutos de duración. Debido a esta violencia la organización puso una ambulancia a la puerta del cine para prevenir posibles indisposiciones del público asistente; de hecho, al parecer algun espectador ha llegado a vomitar por la crueldad de las imágenes.
Pascal Laugier ha declarado que buscaba recuperar el espíritu transgresor del cine de terror, perdido desde hace años. También ha declarado que la escena de tortura pretendia hacer enfadar a los espectadores y que sintieran su proceso de martirización. Laugier ha reconocido la influencia de Michel Foucault en su cine y ha expresado su deseo de desmarcarse del cine americano e intentar dotar a su cine de aire francés. Finalmente ha reconocido que su película es un filme enfermizo, que es difícil que guste y que se ha llegado a sentir incómodo si los espectadores han aplaudido al final de la proyección.
Se ha presentado Religulous de Larry Charles, director de Borat, un documental protagonizado por Bill Maher, presentador de la cadena americana de televisión HBO que explora los puntos de vista que tienen los creyentes de medio mundo sobre sus propias religiones, revelando así sus contradicciones y lo poco coherente de su discurso. Al parecer el documental no deja títere con cabeza, asegurando la polémica entre creyentes extremistas.
El festival ha ofrecido el premio honorífico Màquina del Temps a Lloyd Kaufman, cofundador junto con Michael Herz hace treinta y cuatro años de la mítica productora independiente Troma, cuyo máximo exponente es el Vengador Tóxico. En el cine Prado se proyectará el último producto Troma, Poultrygeist, Night of the Chicken Zombies que cuenta como una maldición índia convierte un restaurante de comida rápida en un antro de pollos zombies con ánsias de sangre y venganza.
Empiezo el día con una matinal, Our Town (sección Orient Express), una película surcoreana del debutante Jung Kil-young, un thriller en que un psicópata está sembrando de mujeres muertas un barrio de una ciudad coreana. Un escritor en horas bajas y su amigo de infancia, un policía que está investigando el caso, descubrirán que tienen más vínculos de los creen con el caso y se irán revelando turbios secretos de cada uno.
Our Town es una film muy bien realizado, con mucho sentido del morbo y un notable retrato del triángulo de personajes protagonistas. Su ritmo, bastante lento, a veces juega en su contra y su excesivamente largo final, que se alarga demasiado después de haber puesto todas las cartas sobre la mesa, lastra un poco el resultado final; de todas maneras es una más que digna película.
Después de Our Town, entro a ver From Inside (sección Anima't), de John Bergin, una cinta de animación basada en el cómic del propio Bergin. La película muestra como Cee, una chica embarazada relata su historia mientras viaja en un tren que cruza incansablemente un paisaje postapocalíptico de pesadilla, con inundaciones, plagas y ruinas. Los pasajeros del tren parecen ser los supervivientes de un cataclismo que ha prácticamente acabado con la humanidad. El estado de salud delicado de Cee hace que mezcle su ya terrorífica realidad con visiones aún más pesadillescas.
From Inside está hecha con un amor por el detalle tremendo, cada plano de la película es como un cuadro, el dibujo es exquisito, el uso del color impresionante; visualmente la película es deslumbradora, el apocalipsis puesto en imágenes. El apartado narrativo es, en mi opinión, más flojo. El hecho de que la única voz que oigamos sea la de Cee y de que realmente veamos pocos hechos y recibamos pocas explicaciones lastra un poco la película y puede hacer que el espectador desconecte, pero el conjunto final merece la pena sólo por las imágenes.
Por la tarde acudo a ver Southland Tales (sección Retrospectiva Ciència Ficció), la segunda y esperada película de Richard Kelly, creador de la fantástica Donnie Darko (2001). Southland Tales es una crónica de los eventos aparentemente aleatorios que conducirán al fin del mundo, "no con un quejido, sino con una explosión" (not with a whimper but with a bang); ambientada en un Los Ángeles futurista en 2008 (!?), Texas ha sufrido atentados con bombas nucleares, lo que ha precipitado el inicio de la tercera guerra mundial y el auge de leyes que limitan la libertad del ciudadano y anulan su privacidad. Hay una enorme crisis energética por la falta de petróleo, pero también se está provando en Los Ángeles una nueva forma de energía, "el karma líquido", desarrollado por el excéntrico barón alemán Von Westphalen. En California se están radicalizando grupos neomarxistas para protestar contra el gobierno. La trama de Southland Tales gira alrededor de un actor de cine de acción (Dwayne Johnson, "The Rock") que desapareció y ha vuelto a aparecer con problemas de amnesia que está casado con la hija del gobernador de California, ahora en plena reelección y que se ha relacionado con una actriz porno (Sarah Michelle Gellar) que realiza un reality show en directo y que tiene conexiones con los neomarxistas, que a su vez están preparando una trama para hacerle chantaje con la ayuda de un policía y ex-soldado que busca a su hermano gemelo. ¿Confuso? Y eso que no he hablado del barón Von Westphalen, implicado en una oscura trama de dominación mundial y su curioso séquito y del misterioso traficante de armas que pasea con su camión de helados interpretado por el entrañable Christopher Lambert. Tampoco he mencionado que la película tiene a ratos un narrador que es un soldado (Justin Timberlake), adicto a una droga experimental que está destacado en California tras volver de Irak.
Southland Tales se presentó en Cannes y fue despedida con abucheos y críticas generalizadas. Se podría argumentar sin problemas que es un "career killer" para Kelly, porque sin duda su argumento es confuso y contradictorio, su historia es incoherente, incluso metiendo explicaciones de ciencia-ficción al final, el cásting es de risa y su montaje tiene problemas graves de continuidad. Ver a The Rock poniendo curiosas expresiones casi infantiles de miedo mientras da saltitos y tamborilea con los dedos, ciertamente podría acabar con la carrera del responsable. Pero de una forma extraña y retorcida tengo que decir que me divertí; Richard Kelly es un narrador fascinante incluso intentando colar estos goles al respetable, la película tiene cierto un aire hipnótico. Aunque indudablemente mala, la película queda en la retina y cuesta de olvidar. Sería, en cierto modo, como escuchar la improvisación de un músico genial pero que está borracho. Sin duda la película más curiosa que he visto en este Festival.
(c) 2008 Jordi Flotats