OUR TOWN

Una nueva vuelta de tuerca al cine de psicópatas

Our Town, primera película del surcoreano Jung Kil-young es un thriller que intenta dar una nueva vuelta de tuerca dentro del cine de psicópatas introduciendo en la trama a dos de ellos y retratándolos de forma verosímil, mostrando sus orígenes y sus formas de pensar.

La película transcurre en una ciudad mediana donde cuatro mujeres ha sido brutalmente asesinadas y sus cadáveres encontrados atados con los brazos en cruz en lugares públicos. El caso, que lógicamente suscita mucha alarma social, es llevado por el detective Jae Shin (Lee Seon Gyung), al que le está costando avanzar debido a la falta de pistas. Cuando aparece la quinta víctima tiene la intuición de que se trata de otro asesino copiando al primero y empieza a sospechar de su amigo de la infancia Kyung Joo (Oh Man Seok), un escritor sin éxito que bebe demasiado y malvive como puede en una habitación alquilada. Pero aunque Kyung Joo no está libre de culpas, hay otro asesino, Hyo-i (Deok-Hwan Ryu) con su propia agenda.

La película intenta retratar con extensión a su trío de protagonistas, especialmente al escritor Kyung Joo y a Hyo-i, el auténtico psicópata. Kyung Joo es un personaje turbio y complicado, dado a las fantasías ultraviolentas, a las ensoñaciones y capaz de tremendos ataques de ira, pero no un auténtico serial-killer. Hyo-i es retratado como una persona de aspecto infensivo, contenida y tranquila, hasta que deja salir su vena de violencia. Deok-Hwan Ryu realiza un buen trabajo mostrando estas transiciones repentinas. En los distintos flashbacks que muestran episodios de su vida se retratan caracterísiticas comunes de los serial-killers: infancia traumática, mala socialización, crueldad con los animales y tendencia a la obsesión.

A diferencia de muchos otros thrillers, Our Town no juega con quién ha cometido los asesinatos, la película pone las cartas sobre la mesa dando esa información al espectador sinó con qué vínculos unen a los tres protagonistas y qué hechos del pasado han acabado conformando sus vidas y sus acciones presentes. A pesar de acabar mostrando esos hechos y acabar explicando qué ha llevado a cada uno a ser como es, la película no pretende que el espectador simpatice con los personajes, en especial con el psicópata Hyo-i; de hecho a medida que avanza la película se arriesga a no ofrecer al espectador ningún personaje con el que simpatizar ni conclusiones positivas, todos los personajes se hallan atrapados en sí mismos con pocas posibilidades de evolución ni redención.

La realización de la película es muy elegante, mostrando unos escenarios muy convincentes y realistas al espectador para transmitirle la idea de que lo que cuenta podría pasar en cualquier parte. El desarrollo de la historia es correcto aunque un poco lento en algunos segmentos. Quizá lo que menos me gustó es el final, demasiado largo, algo anticlimático y que hace que se pierda mucho del realismo que se había mostrado durante toda la cinta. De todas maneras supone una buena película y un más que digno debut para Jung Kil-young, un director al que habrá que seguir.

(c) 2008 Jordi Flotats