MALCOLM & MARIE

Sam Levinson y Zendaya, showrunner y protagonista de la serie de HBO Euphoria, aprovecharon el parón al rodaje de la segunda temporada de la serie para realizar Malcolm & Marie, una película cuyo formato íntimo estuvo dictado por las estrictas normativas de seguridad en el rodaje.

Sam Levinson demostró en Nación salvaje, su segunda película como director y guionista, que era capaz de comprender y plasmar en pantalla la relación de los jóvenes con las tecnologías móviles, redes sociales e internet. Unos jovenes que han nacido y crecido con internet, hecho que ha cambiado fundamentalmente su manera de relacionarse y de experimentar las relaciones. Este conocimiento, junto con su buena capacidad para crear personajes y su pericia rodando, la trasladó a lo grande a la serie de HBO Euphoria, una serie que se centra básicamente en esos temas y que cuenta con dos protagonistas perfectas para sus papeles: Zendaya y Hunter Shafer. La pandemia de COVID-19 obligó a posponer el rodaje de la su segunda temporada. Este hecho motivó a Levinson y a Zendaya a plantearse rodar una película suficientemente pequeña como para poder respetar estrictas normas de seguridad sanitarias. Tras quince días de rodaje en un entorno muy controlado nació Malcolm & Marie, una película de dos personajes que explora la complicada relación de pareja de sus protagonistas y de paso reflexiona sobre el papel de la crítica de cine y el racismo en la industria.

Toda la película, rodada en un bonito blanco y negro, transcurre en el interior de una casa. Allí llega la pareja formada por Malcolm (John David Washington) y Marie (Zendaya), vestida de gala tras el preestreno de la última película que ha escrito y dirigido él. El público, lleno de prensa y personalidades, ha acogido muy bien la obra y él está extático de alegría intentando pronosticar las críticas que están a punto de aparecer en los medios. Ella en cambio está mucho más apagada, fuma en silencio y parece sólo querer que acabe la noche. Cuando Malcolm la confronta, ella intenta esquivar la conversación, pero cuando éste insiste, le transmite su enfado por el discurso que él ha hecho durante la presentación. Ha agradecido a mucha gente sus aportaciones y su apoyo para la película, pero ha olvidado mencionar a Marie. Ella considera que esto es grave porque, aparte de haberlo ayudado con sus ideas y críticas durante el desarrollo del proyecto, está convencida que la protagonista de la película, una joven negra adicta a las drogas y con algunos problemas mentales, está basada en ella misma. A pesar de ser bastante más joven que su pareja, Marie es una modelo que estuvo enganchada a las drogas y que pasó por muy malas experiencias en el pasado, algunas de ellas junto a Malcolm.

A partir de esta chispa, ambos tendrán una discusión con altos y bajos y amagos de reconciliación que tendrá momentos muy feos, en los que -especialmente Malcolm- aprovecharán su conocimiento mutuo para asestarse golpes bajos emocionales, pero también momentos más intelectuales en los que discutirán sobre la naturaleza real o no de la ficción y de cómo ve la crítica el arte realizado por personas de color. Este punto me gustó mucho; en un momento en el que leen la crítica que acaba de aparecer de una periodista, Malcolm se enfada porque considera que todo el arte realizado por personas de color es visto desde un punto de vista racial y político por la crítica -blanca y bienintencionada-, no como simplemente arte sin más etiquetas. Creo que tiene una buena parte de razón y es especialmente meta en el contexto de la película porque su guionista y director es blanco. Aunque, tal como le recuerda Marie a Malcolm, al final esas consideraciones probablemente no afecten al público que irá a ver la película.

La tremenda pelea, aparte de para hacerse daño, sirve a la pareja para expresar crudamente qué es lo que no termina de funcionar y qué esperan del otro para que su relación sobreviva. A través de la discusión la película nos permite conocer mejor a sus personajes y gracias a las notables interpretaciones de la pareja protagonista, podemos empatizar con ambos. Zendaya en sus últimos proyectos ha demostrado que ha dejado atrás su trayectoria de estrella infantil y ha entrado de lleno en el cine adulto, demostrando ser una excelente actriz. En Malcolm & Marie demuestra tener multitud de registros, componiendo un personaje complejo; fuerte pero con una salud mental algo frágil. A John David Washington, lejos del misterioso e inexpresivo personaje de Tenet, demuestra carisma e intensidad, pero le cuesta seguirle el ritmo a Zendaya. El guion le pinta algo egocéntrico y le hace empezar a sacar los trapos más sucios de su relación y además Zendaya lo hace tan bien que es posible que el espectador -en mi caso al menos pasó- acabe simpatizando con ella.

La dirección de Sam Levinson y la fotografía de Marcell Rév crean una obra visualmente elegante, fluida y que aprovecha cada recoveco del escenario, pero que le da el protagonismo absoluto a los actores. Estoy seguro que para ellos fue un reto, porque llevan el peso de la película por completo. La música, aparte de pequeños fragmentos originales, está compuesta por las canciones que reproducen los personajes en sus dispositivos. Las canciones resultan completamente apropiadas para cada momento de la narración; tan apropiadas que en algunos momentos me pareció un recurso un poco demasiado artificioso.

Malcolm & Marie me gustó mucho, es una película pequeña pero muy bien realizada y extraordinariamente bien interpretada. Además, como producto de Netflix, se adapta muy bien a su formato televisivo. Sin duda sus creadores aprovecharon muy bien el parón obligado de Euphoria y las limitaciones a los rodajes de la pandemia para demostrar que se puede hacer buen cine en casi cualquier contexto.

(c) 2021 Jordi Flotats