KUNDO: THE AGE OF THE RAMPART

Robin Hood y los Siete Samurais en la Corea del siglo XIX

Kundo: The Age of the Rampart es el cuarto trabajo del director surcoreano Yoon Jong-bin. Su anterior film, Nameless gangster me pareció una película soberbia, un thriller con grandes dosis de comedia negra ambientado en las décadas de 1980 y 1990 en una Corea donde la corrupción está a la orden del día. En esta ocasión el director ha optado por una película de acción de época con toques de spaghetti western y trama compleja.

La acción transcurre en 1862, durante el fin de la dinastía Joseon, que ya llevaba reinando durante 500 años. La cinta empieza mostrando una tierra donde los campesinos están viviendo en condiciones misérrimas, explotados por una aristocracia voraz y unos gobernantes corruptos. Las revueltas son continuas, y se reprimen de manera sangrienta. La única esperanza para muchos es el Clan Chusul, un grupo de salteadores que reside en un enclave en las montañas que roba a los ricos y reparte entre los pobres. La banda está liderada por Dae-ho (Lee Sung-min) y cuenta entre sus miembros a Ddaeng-choo (Lee Kyoung-young), un monje renegado; el aristócrata Tae-gi (Cho Jin-woong); el forzudo Chun-bo (Ma Dong-seok); el mudo Geum-san (Kim Jae-yeong); y la atractiva luchadora Ma-hyang (Yoon Ji-hye).

Dolmuchi (Ha Jung-woo) es un carnicero, una profesión cuyos miembros, en esa época y lugar ocupaban el estrato social más bajo. Vive en una barraca con su madre y hermana pequeña. Esto contribuye a que se sienta tentado a aceptar la oferta de Jo-yoon (Kang Dong-won), un noble que le encarga la muerte de su madrastra embarazada. Y es que si tiene el hijo que espera él se verá desplazado de la posición de heredero, ya que su madre era cortesana. Dolmuchi acepta, pero luego se arrepiente y no lo hace, lo que provoca la venganza de Jo-yoon, que manda asesinar a su familia. Él logra sobrevivir por los pelos, rescatado por la banda del Clan Chusul, que le alista y entrena en el combate. El Clan se enfrentará al gobierno, un conflicto que llevará a que Dolmuchi se vuelva a ver las caras con Jo-yoon.

Kundo: The Age of the Rampart tiene un guión complejo, lleno de personajes y subtramas. También tiene algunos momentos llenos de humor que suavizan un poco la seriedad general. Tras la introducción de la película, que presenta a la banda, se realiza la presentación de Dolmuchi y Jo-yoon, los protagonistas (aunque la cinta es realmente coral). También se intercalan flashbacks de la infancia de Jo-yoon, complicada por no ser hijo de la esposa principal, y con un padre y una madrastra infernales. Los flashbacks contribuyen a explicar su actual comportamiento. Junto a eso hay un buen número de intrigas, que finalmente culminan en un final lleno de acción.

Técnicamente la película es muy buena. Tiene un gran reparto, con actores muy adecuados para los principales papeles. La fotografía es excelente con grandes tomas de llanuras polvorientas, bosques exuberantes y lujosos interiores de mansiones. El diseño de producción y el vestuario también lucen mucho. La banda sonora tiene reminiscencias clarísimas de spaghetti western con algunos momentos más orquestales. Las escenas de acción están muy bien rodadas; las coreografías de las luchas son vistosas.

Aunque se deja ver muy bien, la película, fuertemente influenciada por los spaghetti westerns y films como Los siete samurais, me ha parecido demasiado larga. Sus 137 minutos son demasiados; su guión es innecesariamente complejo, algunas de las subtramas se podrían haber eliminado. La película empieza y acaba bien, pero su parte central me ha aburrido.

(c) 2014 Jordi Flotats