LUCES ROJAS

Mezcla de thriller y terror de la mano del director de Buried

El director Rodrigo Cortés debutó en el cine con Concursante (2007), una elegante comedia negra. Pero fue con su segunda película Buried (2010), con la que se dio a conocer internacionalmente. Cortés demostró ser capaz de rodar de forma brillante un guion en inglés que llevaba bastante tiempo dando vueltas sin que nadie se atreviera con él; una película que transcurre íntegramente dentro de un ataúd de madera. Sin trampa ni cartón; no hay flashbacks ni ninguna imagen fuera de la caja, sólo un buen actor, un guion sólido y una realización magnífica. Esta gran carta de presentación le ha permitido rodar su siguiente trabajo, Luces rojas, con estrellas del calibre de Robert de Niro o Sigourney Weaver.

Con Luces rojas, Cortés ha vuelto a cambiar de tercio con una mezcla de thriller psicológico y cine de terror guionizada por él mismo. La película gira alrededor de la vuelta a los escenarios de Simon Silver (Robert de Niro), un psíquico ciego que alcanzó gran fama en las décadas de 1960 y 1970. Silver se hizo famoso gracias a sus supuestos poderes mentales y sus demostraciones públicas en las que doblaba metales sin tocarlos, leía el pensamiento, e incluso llegaba a curar a enfermos. Pero tras la sospechosa muerte de un periodista detractor suyo durante uno de sus shows Silver se retiró. Su vuelta a los escenarios divide a Margaret Matheson (Sigourney Weaver) y a Tom Buckley (Cillian Murphy), dos profesores universitarios escépticos que se trabajan juntos descubriendo fraudes paranormales; la primera prefiere no meterse en el tema, ya que considera que Silver es un individuo peligroso mientras que Buckley ve su desenmascaramiento como la oportunidad perfecta de reivindicar su departamento en la universidad.

Luces rojas consta de dos partes bastante diferenciadas. La primera sirve para presentar a los investigadores y mostrar qué tipo de trabajo realizan. La cinta arranca con una escena en que los dos están investigando una supuesta casa encantada que ya define muy bien sus roles; Matheson es una persona muy observadora, escéptica y rigurosa con el procedimiento científico, lo que le permite desentrañar la mayor parte de los "misterios" que se le presentan; Buckley, más joven, es también más impulsivo y conocedor de la vertiente tecnológica de las pruebas. Ambos están unidos por una sólida amistad y forman un buen equipo, que pasa a ampliarse con Sally Owen (Elizabeth Olsen), una joven estudiante que además está saliendo con Buckley. Esta parte de la película tiene tono y lenguaje de thriller, con un ritmo de narración vivo y una forma de mostrar los supuestos fenómenos paranormales que ya insinúa al espectador que son un fraude antes de ser destapados mediante el uso de planos lejanos, música con poco suspense y la intercalación de diálogos o lenguaje corporal de los protagonistas mostrando su escepticismo o directamente explicando el truco.

La segunda parte de la película, donde entra de lleno el personaje de Simon Silver, tiene un tono completamente distinto; en esta la película hace dudar al espectador de lo que está viendo, se abandona la seguridad del primer tramo para hacerle cuestionar si Silver realmente tiene poderes paranormales. La acción se centra en el personaje de Cillian Murphy, mostrando su creciente desasosiego y miedo, tanto a lo que le pasa como a estar equivocado con respecto a su postura científica. El lenguaje pasa a ser el del cine de terror, con planos muy cortos, escenarios más oscuros o con sobras más contrastadas y algún que otro susto. El ritmo se va incrementando a medida que se acerca el desenlace y el montaje pierde en claridad, dando a algunos fragmentos un aire pesadillesco. El final de la cinta, con giro sorpresivo incorporado, supone un clímax construido a lo largo de todo el metraje que no obstante obliga al espectador a replantearse buena parte de lo que ha visto hasta el momento.

Luces rojas me ha parecido una película muy bien realizada pero con un desarrollo argumental que la acaba lastrando. Los actores están bien elegidos y tanto Sigourney Weaver como Robert de Niro demuestran una vez más lo grandes que son enriqueciendo a sus personajes más allá de lo escrito en el guion. Weaver dota a su personaje, una mujer escéptica y algo amargada por sus complicadas circunstancias vitales, de una vulnerabilidad y un miedo que la acerca al espectador. De Niro, en su mejor papel en años, derrocha carisma y peligro; justo lo que se requiere de un personaje que la historia envuelve en misterio. Cillian Murphy, en general un buen actor, no me acabó de gustar en esta película por su excesiva gesticulación. A mi parecer el guion falla en varios aspectos; por un lado el planteamiento de dos profesores universitarios dedicados casi exclusivamente a cazar fraudes me pareció algo inverosímil; los personajes tampoco acaban de estar muy bien definidos, quizá el mejor es el que interpreta Sigourney Weaver y el final de la película me pareció forzado, discordante con el resto de la historia. Una lástima, porque la dirección de Cortés me pareció excelente, tanto cuando se mueve por el terreno del thriller como en el del terror.

En mi opinión lo único que falla de esta película es el desarrollo del guion; la idea de partida no me parece mala, se puede sacar mucho partido de ella; Sigourney Weaver y Robert de Niro demuestran estar en buena forma y eso sólo ya es una importante baza a favor, y la dirección de Rodrigo Cortés me ha parecido modélica, tanto en thriller como en los tramos más de terror. Tal y como está creo que es una buena película, pero podría haber resultado mucho mejor.

(c) 2012 Jordi Flotats