Crónica del segundo día del Festival de Sitges. Películas vistas: After Yang, Hunt y Cerdita
Hoy el veterano director británico Neil Marschall ha estado en Sitges; ha inaugurado la vuelta de la sección Midnight X-Treme con The Lair, su última película. The Lair se ambienta en el Afganistán azotado por las guerras, donde un grupo de soldados de la fuerza aérea británica se tendrán que enfrentar a un grupo de monstruos. El Festival le ha entregado el Premio Máquina del Tiempo a su trayectoria dentro del género fantástico.
El legendario actor Robert Englund, responsable de personificar a Freddie Krueger, uno de los grandes monstruos del cine, ha estado en la sala Tramuntana presentando el documental sobre su persona Hollywood, Dreams and Nightmares: The Robert Englund Story.
Por la tarde el actor coreano Lee Jung-jae, famoso mundialmente por protagonízar la serie de televisión de Netflix El juego del calamar, ha presentado su ópera prima como director, Hunt. El actor y director ha venido acompañado del actor Jung Woo-sung, coprotagonista de Hunt y que también presenta su debut a la dirección en este Festival con A Man of Reason. Ambos han protagonizado un Red Carpet donde había un numeroso grupo de fans esperando verles. Ambos han estado encantadores con ellos, dedicando tiempo a hacerse fotos y a atender a todo el mundo.
Yo empiezo el día en el Retiro para ver la película After Yang, de Kogonada, que adapta la historia corta Saying Goodbye to Yang de Alexander Weinstein. La acción tiene lugar en un futuro en el que existen los llamados tecno sapiens, una especie robots humaniformes que son capaces de ayudar en la casa, aprender nuevas costumbres o ayudar a adaptarse a tu hija adoptiva a su nueva cultura. O al menos esa era la esperanza de Jake (Colin Farrell) y Kyra (Jodie Turner-Smith) cuando compraron a Yang (Justin H. Min) para acompañar a su hija adoptada de origen chino Mika (Malea Emma Tjandrawidjaja). Todo fue sobre ruedas hasta que Yang se estropeó. Como lo compraron reacondicionado no les resulta fácil encontrar un servicio técnico; Jake tiene que recurrir a un vendedor de recambios de segunda mano que acaba sacando un chip de memoria de Yang. A primera vista parece spyware, pero posteriores pesquisas les revelan que era una forma de estudiar a los propios tecno sapiens dándoles la oportunidad de realizar pequeñas grabaciones de video de lo que ellos consideraran más relevante en su existencia. Jake, que se encarga de intentar encontrar una reparación para Yang, empieza a ver que quizás tendrán que preparar a la desesperada Mika para la posibilidad que ya no pueda volver a la vida. Mientras tanto, empieza a visualizar los recuerdos del androide, dándose cuenta del gran vínculo que tenía con la familia, pero también de su personalidad y de su vida antes de ellos.
After Yang es una película con elementos de ciencia-ficción que usa para explorar grandes conceptos como asimilar la pérdida de un ser querido, el significado de la muerte o lo que significa estar vivo. Los recuerdos de Yang sirven como vehículo para contarnos cómo intentar que una niña adoptada se reconcilie con la idea de tener dos culturas, cómo afrontan su mortalidad los protagonistas del film o la dinámica de una familia de la que Yang forma una parte central. Kogonada nos narra todo esto con una gran sensibilidad y unas imágenes potentes en una historia con un fondo triste pero exenta de desesperación. Colin Farrell, un actor a veces infravalorado, realiza una composición sobria pero expresiva, muy bien acompañado por Jodie Turner-Smith, Justin H. Min y una encantadora Malea Emma Tjandrawidjaja.
Triste, intimista, muy bien narrada y fotografiada, After Yang no atraerá a un público muy mayoritario, pero sin duda merece la pena verla, porque es una película realizada con sensibilidad, buen gusto e inteligencia.
Continuo por la tarde en el Auditori viendo Hunt, de Lee Jung-jae. El director y el actor Jung Woo-sung han estado en la sala presentando con elegancia y educación extrema la sesión. Pero antes se ha presentado un avance de la película española de terror 13 Exorcismos, de Jacobo Martínez. El director y los actores Cristina Castaño y José Sacristán han estado en la sala para promocionar la película. Sacristán, que se mantiene en una forma excelente para tener 85 años, ha destacado lo que le gusta trabajar con equipos de gente joven y compartir con ellos su entusiasmo por la profesión. La película, producida por Atresmedia, parece ser una mirada al cine de exorcismos más clásico pero trasladado a la España contemporánea.
En 1979 el presidente de Corea del Sur Park Chung-hee fue asesinado por el jefe de la Agencia Central de Inteligencia de Corea (KCIA), un golpe que terminó con 16 años de gobierno autocrático de un país que siempre ha tenido que lidiar con escándalos de corrupción económica y política. Las aún hoy en día misteriosas circunstancias del golpe permiten a Jung-jae especular y abrazar -en clave de ficción- todo tipo de teorías conspiratorias para crear este thriller político con agentes dobles y lealtades cambiantes.
Hunt tiene lugar en 1983, cuatro años después de los hechos. Durante una visita del presidente de Corea a Washington se produce un intento de asesinato contra él perpetrado por operativos contratados por Corea del Norte. El conocimiento de los movimientos internos del presidente, así como el fracaso de importantes operaciones de espionaje hace creer a la agencia que hay un topo situado muy arriba en el gobierno o la propia KCIA. El jefe de la rama exterior de la KCIA (Lee Jung-jae)y el jefe de la rama doméstica de la agencia (Kim Jung-do) deberían colaborar para encontrarlo, pero les separa una antigua enemistad y se empiezan a dedicar a buscar pruebas para incriminarse entre ellos.
Hunt mezcla una trama de espionaje, con multitud de traiciones, agentes dobles e intereses cruzados con algunas escenas de acción rodadas de forma soberbia. Lee Jung-jae demuestra saber lo que se hace con la dirección; la película tiene un muy buen ritmo narrativo y expone con claridad una trama compleja, dibujando unos personajes ambiguos con unas motivaciones propias. Los servicios secretos son retratados con crudeza; torturan y secuestran sospechosos sin ningún tipo de cortapisa y no dudan en enfrentarse entre sí. Con todo, la historia logra que entendamos las motivaciones de los dos protagonistas, sin pretender que empaticemos en exceso con ellos.
Los amantes del thriller y del cine coreano van a amar Hunt. Me lo pasé en grande viéndola; tiene el cóctel de ingredientes que personalmente hacen que me encanten este tipo de películas: una historia llena de personajes ambiguos y bien dibujados con un final redondo, una factura técnica excelente y buen casting.
Termino mi día en la Sala Tramuntana viendo la película española Cerdita, de Carlota Pereda. La directora, las actrices Pilar Castro y Laura Galán, el actor Richard Holmes y la productora Merry Colomer estuvieron en la sesión para presentarla. Cerdita está basada en el corto homónimo que Carlota Pereda dirigió en 2018. La acción tiene lugar en un pequeño pueblo de Extremadura. Sara (Laura Galán) es una joven solitaria con exceso de peso que se aísla del mundo detrás de sus auriculares y ayuda a su padre (Julián Varcárcel) en su carnicería. Sara ve a los jóvenes de su edad con resentimiento pero también con fascinación y deseo de formar parte de su grupo, pero el brutal culto a la imagen que demuestran en sus redes la aleja de ellos. Algunas de las chicas la tratan fatal, una de ellas encima era muy amiga suya cuando eran niñas. Un día en la piscina esas chicas la humillan y la dejan abandonada con sólo su bikini; tres chicos que pasan con un coche se ríen de ella en lugar de ayudarla. Sólo un extraño para su coche y le da una toalla para cubrirse. Cuando se va el coche ve a una de las chicas que la atormentaban prisionera en la parte de atrás. Cuando la policía y los vecinos le preguntan, decide callarse lo que ha visto. Pero a medida que aumenten las víctimas aumentará la presión sobre ella.
Cerdita es una película que mezcla los géneros con inteligencia y los pone al servicio de una historia y unos personajes perfectamente dibujados. La película cuenta con gran verosimilitud el horrible bullying al que es sometida Sara; las que eran sus amigas la insultan, la humillan y esas humillaciones se ven magnificadas por las redes sociales, haciendo imposible la escapatoria para ella. A eso se suma la presencia de un psicópata en el pueblo que hace que toda la comunidad reaccione con horror y someta a la protagonista a una presión enorme. Por un lado está la única persona que no sea de su familia que le ha mostrado amabilidad, por otro sus torturadoras. Pero uno es un asesino y las otras podrían ser sus siguientes víctimas.
Carlota Pereda ha construido un guion magnífico con todos esos elementos, creando personajes y situaciones totalmente verosímiles. Y el reparto ha elevado el guion con grandes interpretaciones. Destacan especialmente Laura Galán, soberbia en su papel y Carmen Machi, que crea una madre feroz y dominadora.
(c) 2022 Jordi Flotats