FREAKS OUT

Freaks Out es una película que propone una mezcla explosiva de temas y géneros: mutantes con poderes que trabajan como fenómenos de circo se enfrentan a los nazis en la Roma ocupada al final de la Segunda Guerra Mundial. Gabriele Mainetti dirige con imaginación y ritmo una obra difícil de clasificar.

El director y actor italiano Gabriele Mainetti debutó en 2015 con Le llamaban Jeeg Robot, un imaginativo ejercicio de cine de género. Su segunda película, Freaks Out supone otra incursión en el fantástico, un género poco explorado en la cinematografía de Italia. La película, más ambiciosa que su primer trabajo, ha recibido buena acogida en el circuito de festivales. Mainetti nos propone una historia de marginados con poderes que luchan nada menos que contra los nazis cuyo tono oscila entre la comedia y el drama que funciona sorprendentemente bien.

La película arranca en la Italia de 1943. Matilde, Cencio, Fulvio y Mario están realizando su habitual función circense. Cencio (Pietro Castellitto) es un joven rubio capaz de controlar con su mente a los insectos (exceptuando a las abejas); Mario (Giancarlo Martini) es un señor de mediana edad cuyo cuerpo tiene propiedades magnéticas; Fulvio (Claudio Santamaria), es un hombretón lleno de vello con una fuerza extraordinaria y Matilde (Aurora Giovinazzo) es una joven cuyo cuerpo puede conducir y manipular la corriente eléctrica. El presentador y líder del circo es Israel (Max Mazzotta), un mago de origen judío. Justo cuando acaban su función el circo sufre un bombardeo que provoca numerosas víctimas entre el público y acaba con todo el material. Los alemanes han entrado en Roma y la situación empeora a marchas forzadas.

El grupo, que es como una familia algo disfuncional con Israel como figura paterna, tiene que decidir qué hacer. Israel les propone que cada uno ponga 300 liras para intentar pagar un transporte fuera de Roma, con la finalidad última de emigrar a Estados Unidos. El grupo es escéptico al principio, pero les convence; le dan al dinero y parte en solitario a la ciudad para realizar los arreglos. Pero al cabo de un día aún no ha vuelto. Los tres hombres reaccionan con enfado y tristeza; creen que les ha timado el dinero y lo ha usado para comprarse su propio pasaje. Matilda se niega a pensar eso; algo le ha pasado y necesitan encontrarlo. El grupo se separa; Matilda se va por su cuenta y se acaba topando con un grupo de guerrilleros que la acoge. Ellos se intentan unir a un nuevo circo que ha llegado con la ocupación cuya estrella es un pianista con seis dedos; Franz (Franz Rogowski). Franz es la decepción de su familia, todos cargos prominentes en el ejército alemán. Con la ayuda de drogas, es capaz de ver destellos del futuro, donde ha visto lo suficiente como para ver que los alemanes van a perder la guerra. Por eso intenta buscar personas con poderes que puedan ayudar a los nazis a cambiar ese destino usando su circo. Pero su familia no lo cree y no son capaces de ver detrás de las drogas y los problemas mentales. Cuando caen en sus manos Cencio, Fulvio y Mario piensa que quizás podrá cambiar el destino. Mientras tanto Matilda tendrá que luchar para lograr controlar su poder y así poder ayudar a salvar a todo el mundo.

Freaks Out propone una mezcla de ideas y géneros muy atractiva; junta personajes que tienen que lidiar no sólo con tener poderes sino con su diferencia del resto de gente; cine bélico en el que partisanos luchan contra el ejército alemán; aventuras con los nazis como villanos y algún que otro momento musical fascinante. Esa mezcla hace que la película sea trepidante y muy entretenida, pero también le exige un precio a la hora de desarrollar los personajes. Y es que en mi opinión la mayor parte de los personajes es demasiado esquemático; casi ninguno de ellos tiene personalidad propia más allá de sus capacidades especiales o su papel en el grupo. Incluso Matilda y Franz, los más interesantes, podrían tener un poco más de "carne". Matilda se plantea como alguien que tiene que madurar, aprender a controlar su poder ganando poder de decisión sobre su propia vida. Y el planteamiento y la resolución están bien, pero le falta mostrar detalles de cómo llega a esa resolución. A Franz, un villano con más aristas de lo que parecería a primera vista, le importa tanto la validación de sus camaradas nazis como evitar la derrota bélica de Alemania. Como una Casandra moderna, es capaz de ver el futuro, pero nadie cree en sus afirmaciones.

Otra cosa que funciona sólo a veces es el humor; la película está realizada con energía y el humor es parte integral de esa energía, lo cual me parece positivo, pero el tipo de humor no siempre conectó conmigo. A ratos me pareció demasiado basto y algo fuera de lugar.

Visualmente la película me gustó mucho, la fotografía de Michele D'Attanasio le da un aspecto colorista que casa a la perfección con el imaginativo y vistoso diseño de vestuario. Gabriele Mainetti dirige con energía y con un ritmo que hacen que el resultado final sea muy entretenido de ver. El reparto me gustó un poco menos; algunos de los actores están bien, como Franz Rogowski o Aurora Giovinazzo, pero casi todos los demás me pareció que sobreactuaban un poco demasiado.

Aunque no me ha parecido una película completamente redonda, Freaks Out me ha gustado por su imaginación, su cuidada realización, por su espíritu de cine de aventuras y por su desenfadada mezcla de géneros y estilos.

(c) 2021 Jordi Flotats