MONA LISA AND THE BLOOD MOON

Ana Lily Amirpour crea una película curiosa, positiva donde los protagonistas son gente dejada al margen de la sociedad respetable

Ana Lily Amirpour es un directora estadounidense de origen iraní que debutó A Girl Walks Home Alone at Night en 2014 con muy buena recepción crítica. En 2016 realizó para Netflix The Bad Batch, un cambio de tercio total pero que no convenció mucho. Ahora vuelve con Mona Lisa and the Blood Moon, una película en la que vuelve más a la forma de su opera prima, con una gran preocupación por el aspecto visual, ambientes de noche y protagonistas femeninas que son siempre subestimadas.

Mona Lisa and the Blood Moon empieza en un psiquiátrico, donde una chica coreana, Mona (la actriz surcoreana Jeon Jong-seo) está en una habitación con una camisa de fuerza. La enfermera que entra a la habitación la trata mal, sabiendo que lleva much tiempo catatónica, pero de pronto despierta. Y no sólo eso: además tiene el poder de controlar las acciones de los demás como si fueran títeres. Usando este poder escapa del centro y acaba en la ciudad de Nueva Orleans, donde se cruzará con diversos personajes; un policía que la perseguirá sin descanso (Craig Robinson) o Fuzz (Ed Skrein), un traficante de medio pelo con buen corazón que la ayudará. En un incidente en un restaurante conoce a Bonnie (Kate Hudson), una striper veterana que cuando descubre los poderes de la chica decide adoptarla. La lleva al club donde trabaja y la usa para que fuerce a los parroquianos a darle dinero. Viendo el éxito, la acoge en su casa donde conoce a su hijo de 11 años Charlie (Evan Whitten). Charlie parece ser más responsable que su madre, con la que tiene una relación difícil. Mona y Charlie hacen buenas migas y así pasan unos días en los que Mona pasa tiempo con Bonnie, ayudándola a realizar pequeñas estafas y robos y con Charlie, hablando y descubriendo el mundo. Pero entre la huida del manicomio y los robos las autoridades la acaban buscando activamente a través de Bonnie.

Ana Lily Amirpour ha creado una película que se centra más en los personajes, la situaciones y las impresiones que en un argumento lineal. La protagonista se mueve por una Nueva Orleans nocturna cuya luna llena excita aún más a la gente que puebla sus calles, restaurantes y clubs. Amirpour logra crea auténtica sensación de camaradería entre personas que viven al margen del sistema, usando a la protagonista, una persona con nula experiencia del mundo por los años que ha pasado encerrada como nexo. También crea una relación creíble y dolorosa entre Bonnie y su hijo. Los actores ayudan mucho en este sentido; Jeon Jong-seo aporta gran fuerza e inocencia a su rol, Kate Hudson logra humanizar a una mujer infantil e irresponsable y Ed Skrein dota de una enorme energía a su lunático traficante.

La dirección de Amirpour enfatiza los aspectos visuales, con zooms, cambios de perspectiva y de iluminación y un dinamismo que enfatiza la sensación de excitación y peligro de las calles de Nueva Orleans. La banda sonora de Daniele Luppi, muy bien complementada con música dubstep, acompaña perfectamente a las imágenes.

Mona Lisa and the Blood Moon es una película bien realizada e interpretada que no pasará a la historia por su contenido de calado, pero sí que me parece un muy agradable de ver. Su optimismo y energía me parecieron contagiosos. Merece la pena darle una oportunidad.

(c) 2021 Jordi Flotats