UNA JOVEN PROMETEDORA

La actriz y guionista Emerald Fennell debuta en la dirección con una película que tiene al sexismo y la venganza en el centro de la trama. Tanto su guion como su puesta en escena son originales y para nada previsibles.

Emerald Fennell es una persona polifacética; conocida por su faceta de actriz por papeles en series como The Crown, donde interpreta a Camilla Parker-Bowles, también se ha dedicado a la escritura en series de televisión como Drifters o Killing Eve. Ahora debuta en la dirección con Una joven prometedora, una notable película que elude todo intento de calificación; mezcla revenge thriller con comedia negra y toques románticos. La película ha despertado mucha expectación, logrando cinco nominaciones mayores a los premios Oscar: Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Guion Original para Emerald Fennel, Mejor Actriz para Carey Mulligan y Mejor Montaje para Frédéric Thoraval.

La protagonista absoluta de la historia es Cassandra (Carey Mulligan), una mujer que roza la treintena que abandonó sus estudios de medicina y que aún vive con sus padres (interpretados por Jennifer Coolidge y Clancy Brown). Trabaja como camarera en un pequeño café regentado por su amiga Gail (Laverne Cox). Su trabajo claramente la aburre y además está muy mal pagado, pero no parece querer buscar nada mejor. No parece tener amigos ni novio; su única ocupación es ir sola algunas noches a bares de copas y fingir que está borrachísima, al borde del desmayo. Casi siempre aparece un buen samaritano que se ofrece a ayudarla con la única intención de aprovechar su estado para mantener relaciones sexuales con ella. Justo cuando llega a este punto recupera su sobriedad de golpe y les entrega un mensaje que espera que los disuada de volver a intentar la misma depredación sexual. Cassandra está en este punto de su vida debido a lo que sucedió a su amiga Nina; la conocía desde la infancia y fueron compañeras en la universidad. Una vez allí, a Nina le sucedió algo horrible que la condujo al suicidio. Encima los responsables de ello escaparon sin consecuencias. Cassandra quedó completamente devastada; abandonó sus estudios y empezó a llevar una vida vacía, donde lo único que hace es obstaculizar y asustar a depredadores sexuales que se salen con la suya sin ni siquiera demasiada condena social.

Las cosas cambian cuando se encuentra por casualidad con un antiguo compañero de estudios, Ryan (Bo Burnham), que ahora ejerce como cirujano pediátrico. A pesar de sus rechazos, Ryan, que es un tipo encantador y absolutamente irreprochable, persevera y finalmente Cassandra se ablanda y empiezan a salir juntos. Esto hará que se plantee continuar con la vida que está llevando, pero también que vuelva a ponerse al día de las vidas de antiguos compañeros de estudios, con los que Ryan mantiene contacto y que ella considera responsables del suicidio de su amiga.

Una joven prometedora tiene como fondo una historia tan negra como triste, pero el guion de Emerald Fennell la envuelve bajo diversos géneros cinematográficos: el thriller, la comedia -a ratos incluso comedia romántica- o las películas con la venganza como tema central. El argumento mantiene en todo momento su coherencia, pero juega con el espectador y sus expectativas hasta su giro final. La cinta, lejos de otras películas "de venganza", contiene muy poca violencia, y la que tiene es dolorosamente realista, algo que me sorprendió. La historia denuncia con efectividad un sexismo sistemático que habilita el sexo sin consentimiento, que culpa a la víctima y que es totalmente real y aceptado por amplias capas de la sociedad. Otro gran acierto es poner en la piel de todos los depredadores sexuales a actores que normalmente interpretan a buenos tipos, mostrando así que no hay un tipo específico de violador.

Otro factor decisivo de la película es la enorme actuación de Carey Mulligan, la absoluta protagonista. Mulligan es capaz de retratar sin excesos a una mujer cuya vida quedó truncada por un enorme trauma y que en cierto modo quedó vacía desde ese momento. La actriz hace patente ese cansancio vital en todo lo que hace su personaje, una mujer cuyo único propósito es vengar la muerte de su amiga. Mulligan también cambia de registro impecablemente cuando empieza su relación con su antiguo compañero de estudios. El resto del casting, cuyos roles son mucho más secundarios, también está impecable.

Complementando a un tratamiento de guion que subvierte las preconcepciones del espectador, Emerald Fennell ha creado una película visualmente espectacular. Su tratamiento del color está lleno de tonos brillantes y tiene una escenografía muy personal. Todo, incluido el vestuario, forma unos conjuntos vibrantes que complementan y contrastan perfectamente con la narración. La banda sonora tiene detalles curiosos que me gustaron mucho, como una versión orquestal inquietante de un tema de Britney Spears. Fennell también demuestra su buen oficio manteniendo la tensión durante toda la cinta.

Una joven prometedora me ha parecido una película excelente, tanto por su buena factura técnica y por su reparto como por la historia que cuenta. No es una película que dé soluciones fáciles, al contrario, es una obra que no se olvida fácilmente y da que pensar y que discutir, como hace el mejor cine.

(c) 2021 Jordi Flotats