Emma es una de las novelas de Jane Austen más adaptadas al cine y a la televisión, a pesar de no ser de las más fáciles de llevar a buen puerto. Esta última versión, dirigida por Autumn de Wilde, ha optado por una ambientación de época canónica y un reparto sin grandes estrellas -a pesar que Anya Taylor-Joy se está haciendo un nombre gracias a la serie Gambito de Dama-, pero perfecto para la película.
La escritoria británica Jane Austen, considerada un clásico de las letras inglesas, es una favorita del cine y la televisión. La totalidad de su obra ha sido adaptada para uno o los dos medios al menos una vez. Supongo que la combinación de época georgiana inglesa, enredos sentimentales, buen perfilado de personajes e ironía resultan atractivas para realizar películas y series de época como Sentido o sensibilidad, Orgullo y perjuicio, Mansfield Park, Persuasión, La abadía de Northanger o Emma. Precisamente esta última ha sido la elegida por la fotógrafa Autum de Wilde para realizar su debut cinematográfico como directora. Emma ha sido adaptada cuatro veces para la televisión, la última una miniserie de 2009 de la BBC protagonizada por Romola Garai y cuatro veces para el cine: dos con ambientación moderna: Clueless de 1995 protagonizada por Alicia Silverstone y Aisha de 2010, realizada en Bollywood y dos con ambientación de época; la de 1996 con Gwyneth Paltrow como protagonista y esta última protagonizada por Anya Taylor-Joy, una joven actriz que gracias a una buena elección de roles está labrándose una carrera muy interesante. Esta última Emma es una adaptación más o menos canónica realizada de forma tan impecable como ingeniosa y que sabe transmitir perfectamente el humor de la obra de Austen. Su estreno en este año de pandemia ha sido caótico y ha llegado desigualmente a las salas españolas debido a las restricciones y cierres de las diferentes autonomías. Yo pude darme el gusto de volver a una sala de cine tras casi un mes de cierre para ver esta película. Quizás en parte por eso la disfruté tanto.
La película arranca con su protagonista, Emma Woodhouse (Anya Taylor-Joy), una joven de 20 años admirada por su inteligencia y belleza en la pequeña localidad donde vive con su hipocondríaco padre (Bill Nighy), preparando la boda de su antigua institutriz (Gemma Whelan) con el aristocrático señor Weston (Rupert Graves). Emma está triste por tener que despedirse de ella pero feliz por su matrimonio, en cuyo arreglo ha tenido bastante que ver. Es un chica convencida de su valía y criterio, y usándolos con la mejor intención intenta ayudar a las personas de su entorno. Por eso está mangoneando a su amiga Harriet (Mia Goth), una joven de orígenes más bien humildes que estudia en un internado para chicas del pueblo, para que atraiga la atención del joven pastor local (Josh O'Connor) en lugar de responder a las sinceras atenciones de un granjero de la localidad (Connor Swindells). El único que no adora incondicionalmente a Emma es su vecino y amigo Mr. Knightley (Johnny Flynn), un joven que vive solo en una gigantesca mansión familiar. Knightley tiene un punto de vista mucho más maduro que su amiga y es el único que le hace ver cuando se está equivocando, a pesar que ella le haga caso omiso. La sensación del pueblo es la llegada de la sobrina de la parlanchina y pesada señorita Bates (Miranda Hart), Jane Fairfax (Amber Anderson), una joven más o menos de la edad de Emma llena de cualidades con la que empieza inmediatamente una rivalidad no correspondida. También aparece el hijo del señor Weston, Frank Churchill (Callum Turner), adoptado por una tía inmensamente rica como heredero. Emma y Churchill empiezan a flirtear y con ello dañan a terceras personas.
A pesar del gran número de adaptaciones que se han hecho, Emma no me parece la novela más fácil de Jane Austen para llevar al cine o la televisión. En primer lugar es una historia costumbrista cargada de ironía en la que no hay muchos grandes acontecimientos sino el reflejo de la vida de un grupo de personas dentro de una comunidad muy pequeña, donde las sutilezas del estatus social, marital y monetario son vitales para entender sus relaciones y sus preocupaciones. En segundo lugar, es muy fácil que Emma, su protagonista, sea vista como un personaje desagradable con el que es difícil simpatizar; es sabelotodo, inmadura, snob, nunca duda de su criterio e interviene en las vidas de otras personas pensado que sabe mejor que ellas lo que les conviene y es capaz de ser cruel sin pretenderlo. También es muy joven e inexperta, idealista, sus intenciones son siempre buenas y aunque pueda costarle, es capaz de darse cuenta de cuando se equivoca. Este equilibrio hace que el casting y las sutilezas a la hora de narrar sean muy importantes para que el público pueda conectar lo suficiente con ella. En la Emma de 1996 se optó por se suavizar al personaje, elegir a Gwyneth Paltrow y retratarla para maximizar su encanto natural. Esta Emma toma una decisión un poco distinta; crea a un personaje que muestra más sus defectos que en otras adaptaciones y elige a Anya Taylor-Joy, una actriz más acorde a esta decisión. El trabajo de Taylor-Joy es más complicado que el que tuvo Paltrow, ya que tiene que compensar en los momentos en los que su personaje se muestra más vulnerable e inocente todos los momentos en los que se tiene que mostrar un poco repelente. Y en mi opinión lo consigue con nota; la actriz sabe ser fría y compuesta, pero sabe sacar el lado inocente de su personaje cuando hace falta. Además tiene una gran química con Mia Goth y Johnny Flynn, los personajes que sacan su lado razonable. Todo el casting de la película me parece excelente; está exento de grandes nombres pero lleno de grandes actores. Mia Goth me encantó como Harriet, la amiga absolutamente fiel e inocente de Emma; le da a su personaje la inocencia que da el desconocimiento del mundo, pero también una gran simpatía. Su composición es básica para que la historia funcione tal como está planteada.
La directora Autumn de Wilde ha evitado un exceso de ornamentación y de estilo con la película; ha optado por la sobriedad sin caer en el realismo. La época georgiana que nos retrata es mucho más limpia, aséptica y mejor iluminada que la real. Como en la historia, el buen ojo para la fotografía que tiene la directora se muestra con detalles como los paseos de las alumnas de la escuela o las cartas que marcan el paso de las estaciones.
Emma me ha parecido una muy buena película, planteada sin pretensiones pero realizada con gran inteligencia y respeto por el material original. Además cuenta con un casting soberbio, lleno de caras que quizás en unos años serán mucho más conocidas que ahora. Y además se puede ver sentado en un cine. Hay que aprovechar mientras se pueda.
(c) 2020 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Emma.
- Año: 2020
- Duración: 2h 4min
- País: UK
- Director: Autumn de Wilde
- Guion: Eleanor Catton basándose en la novela de Jane Austen
- Productor: Tim Bevan, Graham Broadbent, Peter Czernin, Eric Fellner, Amelia Granger, Ben Knight, Thea Paulett, Katherine Pomfret, Jo Wallett
- Fotografía: Christopher Blauvelt
- Montaje: Nick Emerson
- Música original: David Schweitzer, Isobel Waller-Bridge
- Reparto: Anya Taylor-Joy, Angus Imrie, Letty Thomas, Gemma Whelan, Bill Nighy, Aidan White, Edward Davis, Chris White, Rupert Graves, Miranda Hart, Myra McFadyen, Esther Coles, Suzy Bloom, Suzanne Toase, Nicholas Burns, Josh O'Connor, Johnny Flynn, Connor Dalton, Lucy Briers, Mia Goth, Anna Francolini, Connor Swindells, Christopher Godwin, Vanessa M. Owen, Isis Hainsworth, Hannah Stokely, Charlotte Weston, Max Toovey, Cecelia Jacob, Cody Gipson, Tabitha Coop, Juno Coop, Chloe Pirrie, Oliver Chris, Rose Shalloo, Amber Anderson, Callum Turner, Tanya Reynolds, Janine Craig, Cris Penfold, Nike Van Shie, Leigh Daniels, Alastair Postlethwaite, Shaun Walters, Zachary Trevitt, Philippe Barnes, Alexis Bennett, Giles Lewin, Edmund George Taylor, Joe Zeitlin, Jill Buchanan, Libby Hill, Robert Jarvis, Isabella Kennard-Barden, Adrian Mozzi
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