EL JUICIO DE LOS 7 DE CHICAGO

Aaron Sorkin crea una película llena de grandes actores y grandes diálogos que trata sobre el juicio político al que fueron sometidos ocho activistas (luego fueron siete) con creencias y formas de protestar muy diversas unidos por el rechazo a la guerra de Vietnam. El juicio quería culparlos de los disturbios que tuvieron lugar en Chicago en 1968, cuando miles de personas fueron a pedir pacíficamente a los electores de la convención demócrata que eligieran a un candidato contrario a la guerra y que acabaron en una batalla campal con la policía.

El juicio de los 7 de Chicago Aaron Sorkin es uno de los guionistas con más talento para escribir diálogos con chispa en Hollywood. Lo ha demostrado tanto en sus incursiones televisivas -The West Wing, Newsroom- como en el cine, con trabajos tan relevantes como La red social, Moneyball o Steve Jobs. Debutó como director en la interesante Molly's Game, una historia parcialmente basada en hechos reales sobre partidas clandestinas de poker organizadas para personas ricas y famosas interpretada por una gran Jessica Chastain. Ahora, veintiocho años después de escribir el guion de Algunos hombres buenos, vuelve con otra película de juicios, esta vez basada en hechos reales. La película narra el juicio que se realizó a ocho activistas que participaron en protestas que acabaron en batallas campales durante la convención del Partido Demócrata en el Chicago de 1968. Un tema con paralelismos muy claros con las protestas por el racismo y la discriminación que se están llevando a cabo en Estados Unidos estos últimos meses. La película, otra apuesta de Netflix por el gran cine, tiene un reparto absolutamente lujoso, grandes diálogos y grandes valores de producción, pero en algunos momentos se siente un poco artificiosa. No me cabe duda que acaparará nominaciones en la temporada de premios de 2020.

La acción arranca antes de la convención del Partido Demócrata en Chicago de 1968. La convención se celebraba el año en que fue asesinado Robert Kennedy, quizás el precandidato más popular y en el contexto del país inmerso en la guerra de Vietnam, un tema que dividía al partido. El precandidato favorito, Hubert H. Humprey, estaba a favor de continuar en ella, lo que llenaba de frustración al ala más progresista y pacifista del partido. Por ese motivo multitud de activistas se mobilizaron para demandar a los electores que votaran a un candidato que los sacara de la guerra. La película empieza mostrando a los que serán los protagonistas preparándose para ir a Chicago. Tom Hayden (Eddie Redmayne) y Rennie Davis (Alex Sharp) pertenecen a la organización estudiantil moderada Students for a Democratic Society (SDS) y quieren protestar seria y pacíficamente contra la pérdida inútil de vidas humanas en una guerra que ven injusta. Abbie Hoffman (Sacha Baron Cohen) y Jerry Rubin (Jeremy Strong) son miembros de los Yippies, un partido que apuesta por protestas coloristas y mucho más caóticas, pero que acaban por atraer siempre la atención de los medios. David Dellinger (John Carroll Lynch) es un objetor de conciencia de mediana edad, con esposa y un hijo, que lidera un movimiento pacifista, más desligado de otros temas políticos que los demás. Bobby Seale (Yahya Abdul-Mateen II) es uno de los líderes y fundadores de los Black Panthers, un movimiento decidido a luchar por los derechos de los afroamericanos y que no renuncia a la violencia como autodefensa; a pesar que sus compañeros le instan a no ir a Chicago, él afirma que sólo irá para dar un discurso y se irá el mismo día.

Tras esta introducción la película continua después de las protestas, cuando la administración de Richard Nixon está tomando las riendas tras su victoria electoral. El nuevo fiscal general del país, John Mitchell (John Doman), está enfadado con su predecesor, Ramsey Clark (Michael Keaton), por no haberle cedido el puesto hasta el último minuto posible. Les encarga a un joven fiscal, Richard Schultz (Joseph Gordon-Levitt) y a uno más veterano Thomas Foran (J.C. MacKenzie) que creen un gran caso para castigar a los que considera responsables de los disturbios de Chicago. Los elegidos son las cabezas más visibles; Tom Hayden, Rennie Davis, Abbie Hoffman, Jerry Rubin, David Dellinger y Bobby Seale, a los que añade John Froines y Lee Wiener, dos figuras más secundarias dentro de las distintas organizaciones que protestan contra la guerra de Vietnam. La acusación afirma que los acusados conspiraron para crear protestas violentas durante la convención, que el caos y la violencia de esos días no fue ni casual ni creado por las fuerzas del orden, sino orquestada por ellos.

El juicio, presidido por el juez ultraconservador Julius Hoffman (Frank Langhella) ya empieza mal. Siete de los acusados tienen abogado, William Kunstler (Mark Rylance), pero el octavo, Bobby Seale, tiene a su abogado en el hospital y se le ha denegado el aplazamiento del juicio. Seale se niega a permitir que Kunstler le defienda, tiene derecho a tener su propio abogado e insiste en el aplazamiento. Durante el juicio se intentará representar a si mismo, pero la actitud hostil y racista del juez acabará provocando situaciones realmente grotescas. Durante el transcurso del juicio se realizan flashbacks de los hechos acontecidos en Chicago a medida que los testimonios se suceden y se ponen de manifiesto las grandes diferencias -ideológicas y de método- entre los acusados, especialmente entre el comedido y serio Tom Hayden, partidario de cambiar el sistema desde dentro y el colorista y disruptivo Abbie Hoffman, que tiene un estilo mucho más desenfadado y no duda en hacer payasadas que atraigan atención a sus protestas.

La película empieza con una sobredosis de exposición para presentarnos a los protagonistas, pero pronto entra directamente a la fase del juicio; los hechos de la convención de 1968 en Chicago los iremos viendo a través de flashbacks y conociendo a través de diálogos. El inicio me hizo temer lo peor, pero cuando empieza el juicio me enganché a lo que contaba; la película entretiene, tiene ritmo y un reparto espectacular, donde todos los personajes tienen detrás a un gran actor. Los que más me llamaron la atención fueron Sasha Baron Cohen, que es capaz de dotar de humanidad y profundidad en pocas escenas a un personaje histriónico por definición; Mark Rylance, en su papel de abogado reflexivo y conciliador; Yahya Abdul-Mateen II, que dota de una gran fuerza y dignidad a un personaje que tiene muy poco diálogo en la película y Michael Keaton, que tiene una aparición puntual pero que borda a su personaje. Frank Langhella personifica perfectamente su papel de juez racista y conservador, pero a su personaje le falta algo que lo humanice mínimamente.

Los diálogos de Aaron Sorkin son como siempre de primer nivel; ingeniosos, ágiles y capaces de transmitir mucha información en pocas líneas. En algunos momentos la película casi podría ser una obra radiofónica por lo bien que se sostiene con sólo el diálogo. Eso no significa que la imagen y la fotografía no sean correctas, pero en algunos momentos se sienten secundarias. Entre el Sorkin guionista y el Sorkin director, me quedaría con el guionista. Podría ser que esta misma película con un gran director subiera un nivel, como la magistral La red social, donde el guion de Sorkin se apoyaba en la dirección de David Fincher.

Otra cosa que Sorkin logra realizar, no sé si a costa de los hechos que realmente acontecieron en ese juicio porque los desconozco, es ligar esos hechos con las protestas que están habiendo en Estados Unidos contra la brutalidad policial, muchas de ellas disueltas de forma extremada y excesivamente violenta por las fuerzas del orden. También escenifica la división actual del progresismo estadounidense entre los más conservadores y partidarios de reformar prudentemente y los más izquierdistas que apuestan por cambios más relevantes y más rápidos. Y, aparte de unos y otros, el establisment del partido demócrata, que vive dando un poco la espalda a esas bases; una división mostrada perfectamente en la escena en que miembros de la convención se relajan en un lujoso bar mientras justo fuera de él la policía empieza a apalear violentamente a los manifestantes. En mi opinión el más olvidado y el más interesante es Bobby Seale, un personaje controvertido, que creó una organización que bebía de la -comprensible- rabia de los afroamericanos por un racismo sistémico presente aún hoy en día en Estados Unidos. La película usa a Seale como muestra de lo injusto del tribunal, pero renuncia a darle voz y contexto a su personaje.

El juicio de los 7 de Chicago en general me ha gustado, aunque con algunas reservas debido sobretodo a su inicio y a su final absolutamente hollywoodiense. La película es interesante, engancha en su mayor parte, su tema es relevante, tiene un reparto impresionante y está bien realizada. Me quedé con la sensación que con otro director podría haber llegado a ser aún mejor.

(c) 2020 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: The Trial of the Chicago 7
- Año: 2020
- Duración: 2h 9min
- País: USA, UK, India
- Director: Aaron Sorkin
- Guion: Aaron Sorkin
- Productor: Max Adler, Cary Anderson, Sacha Baron Cohen, Gail Benefiel, Stuart M. Besser, Marc Butan, Dru Davis, Misook Doolittle, Maurice Fadida, Stephanie Garvin, Mickey Gooch Jr., J. Todd Harris, Matt Jackson, Anthony Katagas, Nancy Kirhoffer, Monica Levinson, Lauren Lohman, Laurie MacDonald, Kristie Macosko Krieger, Steve Matzkin, Jan McAdoo, Evan Metropoulos, Charles Miller, Jonathan Moore, Walter F. Parkes, Buddy Patrick, Marc Platt, Shivani Rawat, Joseph P. Reidy, Kristina Rivera, Andrew C. Robinson, James Rodenhouse, Cody Saintgnue, Emily Hunter Salveson, Sarah Schroeder-Matzkin, Thorsten Schumacher, Nicole Alexandra Shipley, Ryan Donnell Smith, Debra Taweel, Tyler Thompson, Jared Underwood, Nia Vazirani, Slava Vladimirov
- Fotografía: Phedon Papamichael
- Montaje: Alan Baumgarten
- Música original: Daniel Pemberton
- Reparto: Eddie Redmayne, Alex Sharp, Sacha Baron Cohen, Jeremy Strong, John Carroll Lynch, Yahya Abdul-Mateen II, Mark Rylance, Joseph Gordon-Levitt, Ben Shenkman, J.C. MacKenzie, Frank Langella, Danny Flaherty, Noah Robbins, John Doman, Michael Keaton, Kelvin Harrison Jr., Caitlin FitzGerald, Brady Jenness, Meghan Rafferty, Juliette Angelo, Brendan Burke, Tah von Allmen, Alan Metoskie, John Gawlik, Kevin O'Donnell, Gavin Haag, Alice Kremelberg, Tiffany Denise Hobbs, Steve Routman, Madison Nichols, John F. Carpenter, Larry Mitchell, Wayne Duvall, Mike Geraghty, Michael Brunlieb, James Pravasilis, Vic Kuligoski, Brandon Fierro, Calvin Ticknor-Swanson, Gabrielle Perrea, Damian Young, Michelle Hurst, Tony Lawry, Kathleen Garrett, Matthew LeFevour, Christian Litke, Max Adler, Michael Bassett, Shawn Parsons, Julian Hester, John Quilty, Kate Miller, Edward Fletcher, C.J. Wilson, Blair Lewin, Jessica Wood, Steven Komito, Marco Lama, Ben Kass, Gabriel Franken, Ed Flynn, Alex Henderson, David Fierro, Sam Nelson Harris, Marlee Mendelson, Hana Chew, Ashley Trumbo, Allison Trumbo, Shane Skidmore, Jeffrey Yonkus, Maria Jacobson, Brendan Brown, Dan MacDonald, Keeley Morris, Thomas John Gallagher, Michael A. Dean, Elizabeth Holder, Robert L. Anderson III, Richard Bertisch, Leonardo Bevilacqua, David Bianco, Clay Blanchette, Ian Bonds, Colin Bowles, Charlotte J. Bradshaw, Jamaal Burcher, Gillian Cooper, Sebastian Deerkop, Jeff Dlugolecki, Bobby Easley, Lex Elle, Richard L. Entrup, Brandon Essig, George Field, Brian Flanders, Ken Holmes, Bert James, Alex D. Jennings, Dylan LaRay, Henry Lombardo, Elio Lorenzo, Theodora Loukas, Paul Malave, Brianna Masyn, Palmyra Mattner, Kevin D. McGee, Michael Oilar, Rebi Paganini, Thomas Peters, Charlie Petrach, Elissa Piszel, Ricky Romanek, Ariona Rose, James Sarli, Kevin Scroggs, Darren Sheehan, Chelsea Sheets, Tristan Layne Tapscott, Joseph Thomas, Matthew J. Valadez, Jackie Watkins, Adelaide Wilson, Tim Wilson, Lauren Yaffe
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Subido por Jordi Flotats con fecha 01/12/2020 11:58:43