Sitges 2020: Crónica del Sábado 17

Crónica del décimo día del Festival. Películas vistas: Desafío Total, Superdeep y Surge

Portada del diario del Festival del sábado 17 y del domingo 18 de Octubre Por tercer año consecutivo el Festival ha organizado la ceremonia de entrega de los premios los Méliès d'or. Los premios Méliès d'or y Méliès d'argent se conceden cada año a los mejores largo y cortometrajes fantásticos europeos. Los premios son otorgados por la Federación Internacional de Festivales de Méliès, una red de 25 festivales de cine en 19 países diferentes. La ceremonia de entrega de los premios Méliès d'or se ha celebrado hoy a las 20:00 horas en el Auditori del Melià Sitges, justo antes de la proyección de Kandisha, dirigida por Julien Maury y Alexandre Bustillo. Los ganadores del Méliès d'or 2020 son el largometraje Pelican Blood de Katrin Gebbe y el cortometraje Best Friend de David Feliu, Juliana de Lucca, Nicholas Olivieri, Varun Nair y Yi Shen. El Premio Méliès Career de este año ha sido para el realizador español Paco Plaza.

También hoy se ha dado a conocer el palmarés de esta edición del Festival. Possessor Uncut se ha llevado los premios a la mejor película y mejor dirección de la Sección Oficial Fantàstic a competición mientras que La vampira de Barcelona, de Lluís Danés, ha conseguido el Gran Premio del Público. La ópera prima de Just Philippot, La nuée, ha convencido al jurado de la sección oficial, que lo ha galardonado con una mención especial. Márk Bodzsár, Juli Jakab y István Tasnádi ganan con Comrade Drakulich el premio al mejor guion, mientras que The Luggage, de Tsai Yi-fen gana al mejor cortometraje. El Premio de la Crítica José Luis Garner ha sido para Teddy, y el Citizen Kane a la dirección revelación para Jonathan Cuartas (My Heart Can't Beat Unless You Tell It To).

Yo empiezo mi último día en esta edición de Sitges con un clásico; la reposición de la versión restaurada en 4K de Desafío Total, de Paul Verhoeven. Ángel Sala, el director del Festival ha realizado una fantástica presentación de la película demostrando ser tan fan como el público presente en la sala. Me resulta imposible dejar mi equipaje emocional de lado al ver Desafío Total, la vi en el cine de adolescente y volverla a ver en pantalla grande me trae directamente a esos recuerdos. De todos modos hay que admitir que la forma que usa para adaptar una historia corta de Philip K. Dick me parece la correcta; usar la premisa y usar lo que mejor sabía hacer el escritor, que es hacernos dudar de la realidad que nos rodea en el argumento. Para el resto de la historia incorporar las inquietudes de los cineastas. Lo hizo Ridley Scott en Blade Runner y lo hizo Paul Verhoeven en Desafío Total. Su película es gamberra, incluso hoy en día, porque Verhoeven es un cineasta indomable y está llena de sentido del humor. Los efectos son los que eran en 1990 pero suficientes. La dirección le dotaba da ritmo a la historia, logrando un entretenimiento total. Su reparto es también muy bueno; con Sharon Stone, Michael Ironside, Ronny Cox y un Arnold Schwarzenegger que estaba en la cima de su carrera. Schwarzenegger nunca fue buen actor, pero eligió bien las películas en las que participó y simpre le puso un poco de humor a sus papeles. Me lo pasé en grande volviendo a ver este clásico moderno de la ciencia-ficción en un cine como el Auditori y un público tan entusiasta como yo mismo.

Continuo en el Auditori a las 17 para ver la película rusa Superdeep, el debut del director Arseny Syuhin. En su presentación en video la actriz protagonista Milena Radulovic y el productor Sergey Torchilin comentaron que aún estaban acabando el proceso de postproducción, por lo que veríamos una película casi acabada, pero eso sí, en exclusiva mundial. La historia transcurre en 1984 y arranca con su protagonista, Anna, una reputada epidemióloga, teniendo que tomar una decisión complicada y poco ética desde el punto de vista científico para salvar vidas. Tras eso, saltamos a una fiesta de año nuevo en la que la llaman para que acuda a una misión secreta; ir hasta la excavación subterranéa más profunda del mundo, situada en el Círculo Ártico y con 12000 metros de profundidad. En el fondo del agujero hay una base secreta de investigación, donde tras los primeros meses de su inauguración se han grabado gritos y voces de origen desconocido. Dado que las sospechas son que podría tratarse de alguna enfermedad potencialmente infecciosa, Anna formará parte de un pequeño equipo que bajará a investigar lo que ha pasado. Una vez bajan, se encuentran una situación muy extraña y una enfermedad que quizás es algo más, algo aún peor de lo que parece.

El primer hecho que me pareció chocante es que la película estaba rodada en inglés con fuerte acento ruso -¿para el mercado internacional?-, un hecho que no hacía ningún favor ni a los diálogos acartonados ni a los actores, que estaban, en el mejor de los casos, discretos. A la versión que vimos le faltaba banda sonora y seguramente pulir efectos sonoros y visuales. Pero no creo que ni la mejor banda sonora salvara a la película. Ye he visto Superdeep, un montón de veces, y casi todas eran mejores películas. La premisa argumental es manida y debería pagar royalties a La cosa, pero lo peor no es eso; es un guion sin pies ni cabeza, donde van pasando cosas aleatoriamente, con unos personajes de carácter mutable y con continuos desafíos a las leyes de la física y del sentido común. Me ha parecido muy mala, la peor que he visto en este Festival con gran diferencia.

Termino el día y el Festival en el Casino Prado para ver Surge, el debut en el cine del director británico Aneil Karia. Ángel Sala, el director del Festival, ha presentado la proyección citando a algunas críticas que la definían como si Joker fuera realista. También ha agradecido al público y a los integrantes de la organización que se haya podido llevar a cabo una edición tan complicada como la de este año. Irónicamente, Sala ha tenido que interrumpir un momento su intervención porque un señor del público se negaba a colocarse bien la mascarilla tras los repetidos intentos de una joven trabajadora de la organización para que lo hiciera. Aunque obviamente la conducta de este señor es impresentable, debo decir que en los diez días que he estado en Sitges y en las 31 proyecciones a las que he asistido el comportamiento general del público me ha parecido en general muy bueno, a la altura del momento.

El protagonista absoluto de Surge es el joven Joseph (Ben Whishaw). Joseph vive en un pequeñísimo piso de un suburbio de Londres y trabaja en uno de sus aeropuertos en la zona de los controles de seguridad a los viajeros. Cada día tiene un largo trayecto en transporte público hacia allí y una vez en el trabajo se relaciona poco con sus compañeros. En general parece un individuo completamente retraído, cuya infelicidad y descontento por su vida se va apilando poco a poco. Para colmo mantiene una relación complicada con sus padres; su padre es muy exigente y frío con él y despótico con su madre, que quiere a su hijo pero se somete a su marido. Todo esta tensión se apila dentro de Joseph hasta que un día estalla y se hace despedir del trabajo. Pero eso no es todo, a medida que se le complican las cosas, la situación va escalando a peor para él.

Surge tiene un arranque potente; la cámara, siempre móvil, siempre nerviosa, nos introduce a un protagonista y a sus tristes circunstancias vitales. Ben Whishaw, un actor excelente, nos permite conocer sus preocupaciones y su insatisfacción por todo lo que envuelve su vida. Cuando el personaje explota, la historia ya toma otro cariz y se limita a mostrar sus peripecias aleatorias. Algunas me gustaron, como cuando se cuela en una boda, otras me dejaron más frío. En ese punto la película me dio más la sensación de ejercicio de estilo que de intento de contar una historia, porque la rebelión del personaje se intuye más como personal que como social y la película se olvida de darnos más pistas sobre lo que ha pasado en su vida para llegar allí, o lo que pasa en esos momentos de cortocircuito mental. Además toda la película está rodada con una cámara en mano que no para de moverse, un recurso que aprecio en momentos puntuales para transmitir tensión y dinamismo pero que me cuesta aguantar más de una hora y media seguidas. Aunque sus valores de producción son muy correctos, Surge no es para mi.

(c) 2020 Jordi Flotats

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Subido por Jordi Flotats con fecha 06/11/2020 10:59:57