Vicious fun es un homenaje en clave de comedia a las películas de terror de la década de 1980. Ambientada en el mismo periodo, nos presenta a un protagonista que es un periodista-fan del cine de terror que acaba sin querer en un grupo de autoayuda para psicópatas.
Cody Calahan es un director especializado en cine de terror que debutó con Antisocial en 2013. Su última película, Vicious Fun es una comedia de terror que juega con cariño con algunos los estereotipos del género, con una ambientación ochentera que le va como anillo al dedo y un guion muy ágil. Este tipo de película se está convirtiendo en un subgénero en sí mismo, pero cuando se hace con gracia y sin pretensiones como en este caso funcionan muy bien con los fans del terror que sabemos reconocer las referencias.
La historia transcurre en una ciudad de Minnesota en 1983. Su protagonista es Joel (Evan Marsh), un tipo al final de la veintena que comparte casa con Sarah (Alexa Rose Steele), una joven atractiva por la que siente algo, aunque que ella lo vea sólo como compañero de piso. Tal como indica su camiseta, trabaja en la revista "Vicious Fanatics" realizando críticas de películas de terror y ocasionales entrevistas. Es bastante pedante y sabelotodo, mira con condescendencia a la gente de la industria que realiza las películas con el secreto convencimiento que él lo haría mejor. Cuando se entera que Sarah acaba de volver de una cita con un tipo llamado Bob (Ari Millen), guapo y con un coche deportivo, se obceca y decide seguirlo. Acaba en un restaurante chino lleno de neones, donde acaba tomando copas con él para intentar que diga algo comprometedor, pero lo único que consigue es acabar borracho y pagando las copas. Acaba tan perjudicado que se queda encerrado en un cuartito para las escobas y se duerme allí. Cuando despierta, el local ha cerrado y se está celebrando una especie de reunión estilo alcohólicos anónimos. Cuando lo ven, lo confunden con uno de ellos y antes que tenga tiempo para aclarar qué está haciendo allí, se da cuenta que lo que une a los participantes es que todo son asesinos en serie y están allí para compartir sus penas e inquietudes ante gente que los puede comprender. Su única probabilidad de sobrevivir parece ser fingirse un asesino y que lo crean, pero cuando Bob entra por la puerta sus opciones disminuyen.
El guion de James Villeneuve me pareció muy ingenioso; a través del "nerd" protagonista y del elenco de asesinos en serie, recorre los estereotipos del cine de terror y llena la película de guiños al género. Bob es un tipo encantador, con labia y capaz de adoptar en un instante cualquier rol que le convenga, siempre con el objetivo de seducir y luego matar a sus víctimas. Fritz (Julian Richings), un tipo insignificante de mediana edad que se dedica a la contabilidad que planea al detalle sus asesinatos, cómo deshacerse de los cuerpos para que no los encuentren y al que le encanta matar vestido de payaso. Mike (Robert Maillet) es un tipo enorme y musculoso vestido con un mono tejado manchado de sangre que le encanta matar grupos de universitarias con su machete mientras lleva una máscara de soldador; como se deja llevar por su ira, siempre se deja alguien vivo. Hideo (Sean Baek), vestido impecablemente con un traje, es un chef de cuatro estrellas que se alimenta de carne humana. Zachary (David Koechner) trabaja para el gobierno, que le ha enviado realizar misiones secretas al extranjero donde satisfizo su sed de sangre, pero su retiro se acerca y teme perder los papeles. Finalmente está Carrie (Amber Goldfarb), una mujer de aspecto duro, con chaqueta de cuero y maquillaje a lo Joan Jett, cuyo perfil no parece tan claro como el de los demás y que se revelará una inesperada ayuda para Joel. Todo esto, sumado a un grupo de policías incompetentes, forma una historia divertida en general y muy divertida si se tienen en cuenta sus metareferencias.
En el aspecto visual y sonoro Vicious fun también me gustó mucho; la fotografía aprovecha magníficamente los neones del restaurante para que la imagen grite años ochenta y la banda sonora de Steph Copeland también retrotrae a ese periodo. Los actores, especialmente Evan Marsh en su papel de nerd y Ari Millen en su papel de psicópata encantador, están muy bien en sus papeles; todos tienen la vis cómica que la historia les pide. Cody Calahan además sabe dar el giro de comedia a horror; cuando toca, la película se torna convenientemente sangrienta y violenta, haciendo honor a sus referentes. Estoy seguro que encantará a los fans del terror.
(c) 2020 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Vicious fun
- Año: 2020
- Duración: 1h 41min
- País: Canadá
- Director: Cody Calahan
- Guion: James Villeneuve
- Productor: Nat Abraham, Chad Archibald, Peter Bevan, Leanne Brennan, Jessica Butland, Cody Calahan, Ira Levy, Craig McGillivray, Michael McGuigan, Mark Myers, Mariana Sanjurjo, Christopher Warre Smets, Michael S.E. White, Tomás Yankelevich
- Fotografía: Jeff Maher
- Montaje: Mike Gallant
- Música original: Steph Copeland
- Reparto: Evan Marsh, Amber Goldfarb, Ari Millen, Julian Richings, Robert Maillet, Sean Baek, David Koechner, Alexa Rose Steele, Kristopher Bowman, Mark Gibson, John Fray, Kameron Louangxay , Earl 'Bubba' McLean Jr., Craig Brown, Darryl Hinds, Gord Rand, Joanne Jansen, Ann Pirvu, Randy Thomas, Josette Jorge, Rodger Edralin, MacKenzie Boyd-Garrison, Natalie Jane, Jeremy Hernandez, Tracy Baker, Tracy Rankin, Richard Marks, Jason Huska, Angel Adegboruwa, Bryan Barnes, Aisling Egan , Andrew Francis
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