J.J. Abrams vuelve al universo Star Wars para rematar la última trilogía de las tres que concibió George Lucas en la década de 1970. La historia da marcha atrás a mucho de lo introducido en Los últimos Jedi y vuelve al tono de El despertar de la Fuerza. Dejando de lado las decisiones argumentales, la película no da tregua, es trepidante y está muy bien realizada.
No se puede negar la importancia de Star Wars en la cultura popular; montadas en tres trilogías, sus nueve películas han marcado el imaginario de tres generaciones diferentes. George Lucas, su creador, siempre ha mantenido que tenía en la cabeza esta estructura desde el principio. Sea como sea, desde 1977 hasta 1983 creó tres películas que fueron claves para la historia del cine, para bien y para mal, aunque haya mucho debate sobre lo que está bien o mal. Lo que no hay duda es que marcaron tendencia en cosas como el merchandising, los blockbusters, hicieron popular la ciencia-ficción y se grabaron a fuego en la imaginación de millones de personas, entre ellas yo mismo. Tan a fuego se grabaron, tanto gustaron, que para muchos se convirtieron en una especie de ortodoxia, un patrón de comparación con todo lo que se hiciera posteriormente en ese universo. Esto, en mi opinión puso las cosas difíciles a todos los continuadores del legado de la trilogía original; irónicamente el primero de ellos fue el propio George Lucas. En la década de 1990 Lucas decidió usar la entonces incipiente tecnología de los efectos digitales para volver a lanzar las películas con escenas modificadas, una decisión no exenta de polémica. Este lanzamiento sirvió como plataforma para tres nuevos episodios, estrenados entre 1999 y 2002, que contaban cómo se había llegado a los hechos que se narraban en las primeras películas y que el propio George Lucas se encargó de escribir y dirigir. Las películas gozaron de éxito económico pero cosecharon opiniones encontradas entre los fans, desde el amor al odio. A mi personalmente no me gustaron; ni los guiones, ni la dirección, ni el reparto, ni siquiera los efectos visuales -el digital aún no estaba maduro como ahora- me parecieron que estuvieran a la altura de las anteriores películas. Pero claro, estoy comparando con películas que marcaron mi infancia, seguro que no soy justo.
Cuando Lucas vendió su empresa a Disney, era evidente que se continuaría con la saga galáctica por todo lo alto. Se planeó una nueva trilogía, la que cierra la saga más dos cintas independientes intercaladas sus estrenos, la fantástica Rogue One y la mucho más pobre Han Solo. La primera película, Star Wars: El despertar de la fuerza se encargó a J.J. Abrams, un muy buen director con un gran sentido de la comercialidad y la aventura con un importante peso específico en Hollywood. La película unía a los personajes de la trilogía original; los Han Solo, Leia Organa, Luke Skywalker, Chewwakka y los androides R2-D2 y C3PO con nuevos protagonistas; Rey (Daisy Ridley), la aspirante a jedi y su simpático androide BB-8, Finn (John Boyega), un stormtropper que ha desertado para unirse a los rebeldes, Poe (Oscar Isaac), un heroico piloto y agente de la rebelión y Kylo Ren (Adam Driver), nieto de Darth Vader y pasado al Lado Oscuro como él. Abrams optó por una trama tan respetuosa con las primeras películas que la historia casi se podía interpretar en clave de reboot por su similitud a La Guerra de las Galaxias, la cinta original. Lo que era difícil de negar por sus detractores (que naturalemente los hubo) era lo bien dirigida e interpretada que estaba. Abrams creó imágenes potentes, escenas trepidantes y una historia endiabladamente entretenida. Lo que era difícil de negar, incluso por sus admiradores, era que la historia fuera poco original o aportara muchas novedades al canon. La segunda entrega, Star Wars: Los últimos jedi, se encargó a Rian Johnson, que cambió completamente de rumbo; deshizo elementos importantes de la trama del capítulo anterior e introdujo novedades y más ambigüedad a un mundo tradicionalmente anclado en el blanco y negro moral. Eso me gustó, pero enfureció a muchos. No me gustó su desarrollo argumental, muy plano, ni su dirección, menos inspirada que la de Abrams. La tercera película tenía que ser para Colin Trevorrow, pero renunció y fue sustituido de nuevo por J.J. Abrams, que se quedó con la nada despreciable tarea de cerrar un ciclo que empezó en 1977.
Star Wars: El ascenso de Skywalker me parece una película complicadísima de realizar; tiene que cerrar la historia general de la saga intentando contentar a todos (imposible); tiene que acabar las historias de los protagonistas originales con la dificultad añadida de la trágica muerte de Carrie Fisher, cuya Leia Organa había tomado un papel muy relevante y de la cual sólo tenían algunas escenas sueltas grabadas; tiene que cerrar la historia iniciada en el El despertar de la fuerza teniendo en cuenta -o no- el viraje de Los últimos Jedi y claro, tiene que intentar que el conjunto siga siendo una película de aventuras galácticas. ¿Lo ha conseguido al 100%? En mi opinión no, pero no tengo claro que fuera posible. J.J. Abrams ha decidido ser fiel a sí mismo y volver a apostar por las ideas de su primera entrega. Eso significa que su película deshace la mayor parte de lo realizado por Rian Johnson en Los últimos jedi, tanto en el plano argumental como en los nuevos personajes y retoma su idea de volver al tono de la trilogía original, hasta el punto de resucitar a su principal villano, el emperador Palpatine. La cinta empieza con un mensaje galáctico enviado por Palpatine; ha pasado más de treinta años construyendo una gigantesca flota, que pone al servicio de la Primera Orden encabezada por Kylo Ren a cambio de que traiga a Ren a su guarida, un planeta oculto sede de los Sith.
Personalmente, me pareció que la película tenía muchas de las virtudes de El despertar de la fuerza. La dirección de Abrams es muy buena, tiene un sentido del ritmo y de la espectacularidad muy bueno. Los escenarios, las luchas y las batallas me gustaron y el ritmo narrativo es altísimo. Tan alto que es imposible aburrirse, pero tan alto, con tantos momentos álgidos, que me costó conectar con su supuesta importancia. Daisy Ridley me parece una elección fantástica para su papel; destinada a ser una mezcla entre Luke y Anakin Skywalker, tiene más carisma y fuerza que ambos actores. Adam Driver, un muy buen actor, también me parece una elección interesante y nada obvia. John Boyega y Oscar Isaac están bien elegidos pero poco aprovechados. La entrega final sólo tiene tiempo para desarrollar un poco a Rey y Kylo Ren, cuya relación me pareció interesante y un poco más ambigua que la que mantenían Luke y Darth Vader.
También tiene muchas cosas que no me gustaron demasiado. La decisión de deshacer las novedades de la anterior película acaban de convertir la trilogía en una especie de batalla de guionistas en la que el que escribe último se lleva el gato al agua. Los orígenes de Rey, el papel de Snoke o la súbita irrelevancia de personajes como el de la mecánica Rose (Kelly Marie Tran) demuestran esas contradicciones y lastran una trama donde muchas cosas parecen pasar sin más, como sacadas de la manga. Para empezar, la súbita presencia de Palpatine, ni siquiera insinuada en las películas anteriores, es una manera de sacarse a un nuevo villano de la chistera y a la vez virar de nuevo a las películas originales para poder cerrar la historia de una forma más canónica.
Dicho esto, vuelvo al principio del artículo. El canon creado con las películas originales tuvo una repercusión tal que hizo casi imposible realizar nuevas historias dentro del universo Star Wars. Las historias diferentes son criticadas por salirse de la ortodoxia. Las historias parecidas lo son por repetitivas y poco originales. Así que, como casi todos los fans de cualquier parte de la saga galáctica, tengo una opinión sesgada por mis vivencias y mis expectativas que me impide ser justo. Es probable que las reacciones de los más jóvenes, que pueden crecer con las nueve películas, sea muy distinta y no vean diferencias tan grandes entre ellas.
Lo que me pareció claro es que El ascenso de Skywalker es una película entretenida, bien realizada y con un buen sentido de la épica y la aventura. Al final es lo más importante que se le tendría que pedir a una película de Star Wars y que es en lo que destacaban las películas originales.
(c) 2019 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Star Wars: Episode IX - The Rise of Skywalker
- Año: 2019
- Duración: 2h 21min
- País: USA
- Director: J.J. Abrams
- Guion: Escrito por Chris Terrio y J.J. Abrams, historia de Derek Connolly, Colin Trevorrow, Chris Terrio y J.J. Abrams, personajes de George Lucas
- Productor: J.J. Abrams, Nour Dardari, Tommy Gormley, Callum Greene, Kathleen Kennedy, Jason D. McGatlin, Michelle Rejwan
- Fotografía: Dan Mindel
- Montaje: Maryann Brandon, Stefan Grube
- Música original: John Williams
- Reparto: Carrie Fisher, Mark Hamill, Adam Driver, Daisy Ridley, John Boyega, Oscar Isaac, Anthony Daniels, Naomi Ackie, Domhnall Gleeson, Richard E. Grant, Lupita Nyong'o, Keri Russell, Joonas Suotamo, Kelly Marie Tran, Ian McDiarmid, Billy Dee Williams, Greg Grunberg, Shirley Henderson, Billie Lourd, Dominic Monaghan, Hassan Taj, Lee Towersey, Brian Herring, Dave Chapman, Robin Guiver, Lynn Robertson Bruce, J.J. Abrams, Claire Roi Harvey, Richard Coombs, Matt Denton, Nick Kellington, Mandeep Dhillon, Alison Rose, Amanda Lawrence, Tanya Moodie, Simon Paisley Day, Geff Francis, Amanda Hale, Amir El-Masry, Aidan Cook, Patrick Williams, Martin Wilde, Anton Simpson-Tidy, Lukaz Leong, Tom Rodgers, Joe Kennard, Ashley Beck, Bryony Miller, Cyril Nri, Angela Christian, Indra Ové, Richard Bremmer, Mark Richard Durden Smith, Andrew Havill, Nasser Memarzia, Patrick Kennedy, Aaron Neil, Joe Hewetson, Raghad Chaar, Mimi Ndiweni, Tom Wilton, Chris Terrio, Kiran Shah, Debra Wilson, Josef Altin, Vinette Robinson, Mike Quinn, Kipsang Rotich, Ann Firbank, Diana Kent, Warwick Davis, Harrison Davis, Elliot Hawkes, John Williams, Philicia Saunders, Nigel Godrich, Dhani Harrison, J.D. Dillard, Dave Hearn, Rochenda Sandall, Jacob Fortune-Lloyd, Andreea Diac, Liam Cook, Denis Lawson, Carolyn Hennesy, Paul Kasey, Matthew Wood, James Earl Jones, Andy Serkis, Josefine Irrera Jackson, Cailey Fleming, Jodie Comer, Billy Howle, Hayden Christensen, Olivia d'Abo, Ashley Eckstein, Jennifer Hale, Samuel L. Jackson, Ewan McGregor, Alec Guinness, Frank Oz, Angelique Perrin, Freddie Prinze Jr., Liam Neeson, Harrison Ford, Lin-Manuel Miranda
- Sitio web: https://www.starwars.com/films/star-wars-episode-ix-the-rise-of-skywalker
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