JUDY & PUNCH

Una fábula que reivindica la diversidad y condena la violencia de género a través de una historia tratada como una comedia negra con toques absurdos.

Judy & Punch es el primer largometraje que dirige la actriz Mirrah Foulkes tras realizar un par de cortos. Su debut es una película cuyo argumento sería una fábula con momentos de humor absurdo propios de Monty Phyton que cuenta una historia de violencia doméstica y venganza que, como todas las fábulas, tiene una moraleja con un mensaje crítico muy necesario.

La historia transcurre en el pueblo de Seaside, llamado así pese a estar en el interior porque sus fundadores tenían la esperanza que con el tiempo el mar acabe llegando llegue a sus afueras. En Seaside la gente vive asustada la una de la otra, pendiente de cualquier excentricidad o diferencia en los demás para poder acusarlos de brujería. Los acusados -siempre encontrados culpables- son lapidados en el Día del Apedreamiento que se celebra regularmente con la presencia de todo el pueblo. Allí vive el matrimonio formado por Judy (Mia Wasikowska) y Punch (Damon Herriman); ella nació en la zona, pero se fue y volvió con esposo y un bebé. Ambos se dedican a organizar un espectáculo de marionetas en el teatro local, no en vano Punch se considera "el mejor marionetista de su generación". Aunque quien parece realizar la mayor parte del trabajo y tener el talento es Judy, mientras que Punch es un alcohólico más pendiente de la tabernera que de su familia y trabajo. Un día, Punch, completamente borracho mata accidentalmente a su bebé mientras tenía que estar pendiente de él. Cuando se entera Judy y se lo recrimina, le da una paliza hasta darla por muerta y los abandona a ambos en el bosque. Tras eso, acusa a los ancianos criados que comparten su casa (Brenda Palmer y Terry Norris) del delito. Ambos son automáticamente acusados de brujería y sentenciados a la horca. Pero Judy no está muerta, es rescatada por un grupo de gente que vive en el bosque, huyendo de los juicios por brujería. Allí, una vez se logra recuperar, trama su venganza.

Judy & Punch es una película cuya ambientación difusa refuerza su tono de fábula. El pueblo donde transcurre tiene un aspecto antiguo genérico -podría aparecer tanto en una película de vampiros como en un drama rural-, pero la película tiene multitud de toques postmodernos, como pueden ser unos forajidos que hacen yoga a ritmo de Leonard Cohen o multitud de detalles en la vestimenta. Su aspecto, junto a su humor negro y a veces absurdo, aligera una historia que otra manera sería una tragedia. El guion de la película combina muy bien la ligereza del tono con lo duro del argumento. La historia divierte, pero no deja de ser un alegato en favor de la diversidad y en contra del sexismo

Visualmente la película me ha gustado mucho, no sólo por su diseño de producción, sino también por la gran fotografía de Stefan Duscio. La banda sonora de Francois Tetaz, que mezcla fragmentos orquestrales con otros que suenan más a rock, refuerza muy bien esa ambientación atemporal.

El casting también merece un capítulo aparte; Mia Wasikowska interpreta con su habitual competencia a una mujer fuerte atrapada en una relación abusiva con gran energía pero sin perder su vis cómica. Damon Herriman da vida con gracia y patetismo a un tipo completamente despreciable, pero todo y así creíble en muchas de sus actitudes. El resto del reparto también tiene mucho talento y están a un gran nivel.

Judy & Punch me ha parecido una muy buena película. Mirrah Foulkes ha demostrado considerable talento dirigiendo y escribiendo una historia de forma muy inteligente, que critica situaciones muy serias y muy de actualidad dentro de un contexto de fábula y con un envoltorio de comedia que hacen que sea muy divertida sin rebajar ese contenido reivindicativo.

(c) 2019 Jordi Flotats