LITTLE MONSTERS

Una película que mezcla un argumento clásico de comedia romántica con una historia de zombies protagonizada por una Lupita Nyong'o inmensa.

Little Monsters es el último trabajo del director australiano Abe Forsythe, que ha desarrollado la mayor parte de su carrera hasta ahora en la televisión. Para esta película, también escrita por él mismo, propone una mezcla de géneros que a priori no parece muy compatible: la comedia romántica y los zombies. Muchos han visto el subgénero zombie como vehículo para la comedia, allí están películas tan notables como Zombies Party o Bienvenidos a Zombieland entre otras, pero Forsythe en cierto modo ha subido las apuestas; ha hecho una comedia romántica en la que los zombies constituyen en cierta forma la excusa argumental para que los protagonistas se enamoren.

La película empieza con una escena muda realizada de forma muy hábil que muestra las discusiones interminables que mantienen Dave (Alexander England) y su novia en todas partes y todo el tiempo. Como es normal, la cosa acaba en ruptura. Entonces Dave se muda con su hermana mayor Tess (Kat Stewart) y su sobrino de cinco años Felix (Diesel La Torraca). Dave es un tipo emocionalmente inmaduro que malvive tocando la guitarra en lugares públicos, cuyo sueño de triunfar con su grupo de metal se ha convertido en fantasía. Sin mucho que hacer, un día acompaña a Felix a su guardería, donde conoce a la guapa maestra del niño, la señorita Caroline (Lupita Nyong’o). La señorita Caroline es su reverso; parece seria y está comprometida por completo con su trabajo, sus niños la adoran y la respetan a partes iguales. Y de entrada no parece demasiado impresionada con él. Pero esto no lo desanima, así que cuando se presenta la oportunidad de acompañar a la clase a una excursión junto a ella, Dave se ofrece de inmediato. La excursión es a Pleasant Valley Farm, un lugar donde se pueden ver y tocar animales de granja con un campo de minigolf y donde actuará Teddy McGiggle (Josh Gad), una auténtica estrella del entretenimiento para niños. Pero Pleasant Valley Farm está justo al lado de una base militar donde ensayan con sustancias regenerativas. Un accidente hace que se escapen algunos sujetos de prueba, provocando que una columna de zombies acabe escapando de la base y amenace a los niños. Entonces Miss Caroline y Dave empezarán una odisea para salvarlos y, por si no fuera suficiente, intentarán que piensen en todo momento que se trata de un juego preparado para ellos.

Little Monsters funciona muy bien como comedia. La historia empieza dando el protagonismo cómico a Dave y de paso presentándolo como un tipo simpático pero no muy fiable; su hermana tiene que estar detrás de él todo el día para que al menos no implique a su sobrino en sus tropelías. Como es normal (esto es una comedia romántica), Dave se redime y se gana el afecto de Caroline y para remarcar esa redención ante el espectador, Abe Forsythe usa un truco muy inteligente: introduce a Teddy McGiggle, un personaje tan deliciosamente odioso, que comparado con él Dave es un tipo estupendo. Teddy McGiggle es un politoxicómano endiosado, un actor frustrado convencido que su talento se malgasta en el entretenimiento infantil que pasa su tiempo bebiendo e intentando acostarse con tantas madres como sea posible.

El reparto de la película es básico para que los gags funcionen. Josh Gad realiza una composición fantástica de ese Teddy McGiggle que tiene los momentos más divertidos de la película; Alexander England está correcto, pero es Lupita Nyong'o quien le pone una energía y una gracia tremenda a su personaje, que actua como payaso serio. Su maestra está determinada a proteger a sus niños del peligro físico -está impagable con su vestido amarillo machacando zombies con una pala- y también de la pérdida de su inocencia, inventando juegos y canciones para distraerlos de la realidad.

Little Monsters me pareció una película entrañable; divierte, tiene la duración justa, el tono correcto y los actores ideales. Además la combinación de géneros les funciona tan bien que, aparte del público aficionado al terror, creo que podría gustar a públicos más amplios.

(c) 2019 Jordi Flotats