¿PODRÁS PERDONARME ALGÚN DÍA?

Basada en una historia real, esta película retrata el submundo del coleccionismo literario a través de Lee Israel, una escritora en horas bajas que recurre a la falsificación para sobrevivir. Melissa McCarthy, una actriz encasillada en la comedia, demuestra que es capaz de asumir roles muy distintos con una composición antológica.

A algunos actores especializados en comedia les hace falta interpretar algún personaje dramático para obtener reconocimiento crítico y ser tomados en serio. Jim Carrey o Will Smith intentaron -con éxito desigual- afrontar papeles en dramas como el de Olvídate de mi o Ali para optar a roles menos encasillados en la comedia. Melissa McCarthy, una actriz cuyo físico y sus indudables dotes para hacer reír la han encasillado siempre en papeles cómicos, encabeza el reparto de ¿Podrás perdonarme algún día?, un drama con toques de humor ácido en el que interpreta un personaje muy alejado de los que suele interpretar. Y el resultado final, aparte de haberle reportado una nominación al Oscar a la mejor actriz, es una película inteligente, más profunda de lo que parece a primera vista y muy bien realizada.

La película, basada en una historia real, tiene como protagonista a Lee Israel, una escritora de mediana edad que ha publicado varias biografías, alguna de ellas exitosa, pero que ahora está pasando por un bloqueo de escritura. Hace tiempo que no publica, a su agente no le hace ninguna gracia su -muy estancado- proyecto actual sobre Fanny Brice y le está costando pagar el alquiler. Por eso, cuando por casualidad se topa con una carta original de Brice y después de “embellecerla” un poco, la vende a buen precio, decide cambiar de carrera. Descubre que el mercado de cartas de literatos y dramaturgos famosos es muy activo y que muchos compradores no realizan demasiadas comprobaciones del material que adquieren. Por eso empieza a estudiar la correspondencia de autores famosos y a escribir cartas usando su estilo. Y curiosamente, aparte del dinero que le reporta, encuentra en esta actividad una vertiente creativa que hace que vuelva a enorgullecerse de su escritura.

Lee lleva una vida muy aislada, vive sola con su amado gato y no tiene contacto con nadie. Su carácter es agrio, sarcástico y muy cerrado. Además bebe demasiado, es prácticamente una alcohólica funcional. Su único amigo es Jack Hock (Richard E. Grant), un tipo que vive al límite; ya mayor, no tiene domicilio conocido, bebe, se droga cuanto puede e intenta acabar cada noche en la cama de un joven. Aunque muy distintos entre sí, ambos se complementan de un modo extraño.

¿Podrás perdonarme algún día? es una mezcla muy particular de drama y comedia. Aunque la película tiene un lado muy triste, presentando a dos personajes que están terriblemente solos, desconectados del mundo, nunca cae ni en el melodrama ni en el embellecimiento de la historia. Los personajes son retratados con sus claroscuros, especialmente Lee; su tristeza, su soledad y su difícil situación laboral son en gran parte responsabilidad suya. Estos méritos del guion y la dirección están potenciados por las maravillosas interpretaciones de Melissa McCarthy y Richard E. Grant; ambos están geniales y además tienen muy buena química, leen perfectamente los momentos de humor de la historia. Si alguien tenía dudas de la capacidad de McCarthy para interpretar papeles dramáticos, esta película debería disiparlas.

El tono casi neutral y alejado del drama de ¿Podrás perdonarme algún día? quizá es lo que impide apreciar a primera vista lo buena película que es. La aparente simplicidad y fluidez de la narración y el trabajo soberbio de los actores camufla en parte el gran trabajo en la dirección de Mariela Heller.

(c) 2018 Jordi Flotats