Thriller con protagonista moralmente ambiguo, drogadicto y en busca de venganza interpretado por una mujer en lugar de -como siempre- un hombre. Nicole Kidman no ha dudado en afearse considerablemente para caracterizar una mujer físicamente castigada. Aunque el resultado ha merecido la pena; la película, muy bien dirigida por Karyn Kusama (The Invitation), me gustó mucho.
A todos los grandes actores y actrices les gusta de vez en cuando aceptar papeles que supongan un transformación física tan radical que casi cueste identificarles. Robert de Niro, Christopher Bale o Charlize Theron ganaron o perdieron peso radicalmente y se afearon para brillar en películas como Toro Salvaje, El Maquinista o Monster. Siendo un poco malo, estas transformaciones también son ideales para ganar premios y para ser tomado más en serio como actor. Nicole Kidman ya se sometió a un cambio radical de imagen usando una prótesis que cambiaba por completo la forma de su nariz para interpretar a Virginia Woolf en Las Horas en 2002. Su magnífica interpretación le valió, entre otros premios, el Oscar a la mejor actriz de ese año. Con Destroyer, su última película, no sólo ha sufrido un proceso de maquillaje radical sino que interpreta el que probablemente sea uno de los personajes más desagradable de su carrera. La película, dirigida por Karyn Kusama, responsable de la magnífica The Invitation, es un thriller impecable que que pone en su centro a una agente de policía corrupta y toxicómana en busca de venganza.
Nicole Kidman interpreta a Erin Bell, una agente de policía de Los Angeles cuya vida es un desastre; está divorciada, su hija adolescente no le habla y es alcohólica. La película empieza con Erin despertando en su coche para acudir a la escena de un crimen que parece haber sido cometido cerca de donde ha dormido. Su aspecto es lamentable; su piel está manchada por el sol, tiene unas ojeras terribles, su nariz parece haber sido fracturada y mal curada tiempo atrás, tiene pinta de no haberse duchado en días y su paso es vacilante. Su vida parece que se torció cuando, diecisiete años atrás, fue infiltrada por el FBI en una banda criminal liderada por el siniestro Silas (Toby Kebbell) junto a su compañero Chris (Sebastian Stan). Algo salió muy mal y Silas escapó tras un atraco. Ahora parece que Silas ha vuelto, Erin ha recibido un billete tintado de ese atraco que la ha puesto en marcha. Está decidida a atraparlo, por eso empieza a rastrear a todos los antiguos miembros de la banda que puede localizar para obtener información. Además le preocupa que su hija -también- estropee su vida; no va mucho a clase y está saliendo con un joven mayor que ella que parece estar entrando en mundo de la delincuencia.
Destroyer es un ejercicio de cine negro fascinante; se ambienta en un Los Angeles feo y árido, donde personas amorales viven al margen de la ley con la complicidad de un sistema corrupto. Su protagonista es una mujer dañada y obsesionada por su pasado, pero al igual que el resto de personajes, moralmente ambigua; no hay ningún personaje en la película que no lo sea. Normalmente este tipo de protagonista suele ser un hombre; Destroyer invierte el sexo de ese rol y demuestra que puede funcionar perfectamente.
El guion de Phil Hay y Matt Manfredi dibuja a la perfección a los personajes, especialmente a su protagonista. El desarrollo de la historia, montado en base a flashbacks y con una estructura circular, funciona sólo a medias. En algunos momentos resulta un poco confuso y a veces es un poco anticlimático. De todas maneras hace un trabajo magnífico mostrando como una serie de hechos traumáticos pueden machacar a una persona, comérsela desde dentro hasta dejar sólo un cascarón.
Nicole Kidman realiza un trabajo superlativo de interpretación. Kidman realiza una transición creíble de joven agente del FBI a persona completamente cascada. Kidman transforma su mirada, su forma de andar y de hablar por completo, haciendo que el excelente maquillaje funcione y sea creíble y no al revés. El resto del reparto, formado por muy buenos actores como Tatiana Maslany, Scoot McNairy, Sebastian Stan o Toby Kebbell complementa perfectamente el trabajo de la protagonista.
La dirección de Karyn Kusama me pareció excelente. Kusama dirige con aplomo y personalidad y transmite a la película su aire noir transformando un sitio soleado y con permanente buen tiempo como Los Angeles en un lugar árido y vulgar. El ritmo narrativo pausado que le imprime a la cinta posibilita el desarrollo del guion y de los personajes. Las puntuales escenas de acción también están muy bien rodadas, resultan realistas y trepidantes.
Aunque no le ha reportado grandes premios, Destroyer es un hito en la carrera de Nicole Kidman, que una vez más demuestra que aparte de ser una mujer de belleza espectacular es una gran actriz que sabe escoger muy bien sus papeles. Karyn Kusama también ha demostrado una vez más su capacidad como directora, espero que esta película le sirva para conseguir más proyectos interesantes.
(c) 2019 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Destroyer.
- Año: 2018.
- Duración: 121 min.
- País: Estados Unidos.
- Director: Karyn Kusama.
- Guion: Phil Hay y Matt Manfredi.
- Productor: Fred Berger, Nik Bower, David Diliberto, Dan Friedkin, Micah Green, Phil Hay, Brian Kavanaugh-Jones, Nathan Kelly, Matt Manfredi, Thorsten Schumacher, Daniel Steinman.
- Fotografía:: Julie Kirkwood.
- Montaje: Plummy Tucker.
- Música original:: Theodore Shapiro.
- Reparto: Nicole Kidman, Toby Kebbell, Tatiana Maslany, Sebastian Stan, Scoot McNairy, Bradley Whitford, Toby Huss, James Jordan, Beau Knapp, Jade Pettyjohn, Shamier Anderson, Zach Villa, Natalia Cordova-Buckley, Colby French, Kelvin Han Yee, Joseph Fatu, Cuete Yeska, Doug Simpson, Kale Clauson, Jan Hoag, Peter Vasquez, Mickey O'Hagan, McCabe Slye, Brandon Morales, Chido Nwokocha, Cecily Breaux, Kenley Smyth, Jay Hieron, Dan Southworth, Brett Easton, Chris Fiore, Justin Rivera, Alex Marshall-Brown.
- Sitio web: https://www.destroyer.movie
- Tráiler: