Noir en la Barcelona de los Años del Plomo
Hay pocas películas ambientadas en la España de los Años de Plomo; esa era convulsa, de conflicto social y político, en los que los trabajadores se empezaron a organizar en serio para denunciar condiciones abusivas, el país estaba metido en una guerra sin sentido en Marruecos y se empezaron a plantar las semillas de la futura Guerra Civil. Sólo recuerdo la adaptación de la novela de Eduardo Mendoza La verdad sobre el Caso Savolta de 1980. Ahora, con un guion de Patxi Amezcua, Dani de la Torre (El desconocido) dirige un ejercicio de cine negro ambientado en la Barcelona de 1921 que recorre esos conflictos sociales tras una trama criminal.
La película empieza con el robo de un tren de la compañía MZA custodiado por militares. Un grupo de hombres armados interrumpe su paso y masacra a los soldados para llevarse unas cajas que resulta que contienen armas automáticas para el ejército. Dependiendo de a qué manos lleguen esas armas la situación en las calles podría llegar a explotar, forzando la intervención del ejército. Se sospecha de los anarquistas; por eso la policía tiene menos de una semana para localizar las armas antes que el gobernador militar no intervenga. Aníbal Uriarte (Luis Tosar) es un policía de la Brigada de Información de Madrid enviado a Barcelona para colaborar con sus compañeros locales. Unos compañeros que dejan bastante que desear: corruptos, torturadores, violentos y propensos a aplicar la Ley de Fugas, la que permitía matar impunemente a los detenidos. El grupo está formado por el inspector Rediú (Vidente Romero), el jefe; El Tísico (Ernesto Alterio); alcohólico, putero y violento, y Beltrán (Fredi Leis), el más joven y el encargado de llevar las cuentas de todo el dinero extorsionado.
La investigación les lleva a recorrer todos los estratos sociales de la Barcelona de la época. Las armas se fabricaron en una fábrica cuyos trabajadores en huelga exigen mejores condiciones al propietario (William Miller). Su líder es el sindicalista anarquista Salvador (Paco Tous), partidario de la reinvindicación pacífica y enfrentado con otra facción anarquista partidaria de tomar las armas. Su hija Sara (Michelle Jenner) también está implicada políticamente; lidera protestas feministas y duda entre ambos caminos. Los policías también frecuentarán el cabaret El Edén, regentado por El Barón (Manolo Solo), un personaje turbio conectado con todo el mundo: burgueses ricos, militares, elementos de los bajos fondos e incluso anarquistas. Todo por el precio adecuando, naturalmente. Sus matones, aparte de extorsionar, se dedican a reventar huelgas si reciben su paga.
Formalmente la película está bellamente rodada. Destacan tres planos secuencia; cuando los policías hacen su entrada por primera vez en el Edén, una batalla campal entre trabajadores y matones en una fábrica y una pelea sangrienta en un coche. Se ha cuidado mucho la ambientación, el vestuario y la fotografía. Y aunque no sea un conjunto muy original (las referencias a Cotton Club, Los Intocables de Elliot Ness y a Scorsese son evidentes), sí que está bien realizada y ambientada.
El excelente reparto merece un capítulo aparte; Luis Tosar está, como siempre, perfecto. Su personaje es el clásico detective del cine negro; desencantado, ambiguo, pesimista y amante de las causas perdidas. También me gustó mucho Paco Tous en su papel de idealista partidario de la acción no-violenta, le aporta carisma y una gran dignidad. Los policías también están muy correctos; Vidente Romero borda su papel de policía corrupto hasta la médula, siempre jugando con el equilibrio entre el crimen organizado y lo que le piden sus mandos. El papel de Ernesto Alterio me pareció un poco demasiado pasado de rosca, aunque es innegable la convicción con la que lo interpreta. Quizá la más floja de los actores protagonistas es Michelle Jenner, que en mi opinión va un poco faltada de fuerza y carisma para su papel.
El guion combina con mucha inteligencia los elementos del cine negro con la radiografía social del momento. El argumento implica a todas las clases sociales en conflicto de esa época convulsa y, como hace el buen cine negro, muestra sus vergüenzas. Nadie sale muy bien parado en la película; todo el mundo tiene segundas intenciones y los más idealistas son los que acaban pagando el pato. La película incluso se permite un paralelismo con la situación política actual; donde los extremos enfrentados se necesitan para reafirmar su posición y mantener el apoyo de sus bases.
Todo esto en una película que básicamente es un thriller, con una gran escenografía, tiroteos, persecuciones y escenas espectaculares. Una película excelente, destinada al éxito popular pero que además le añade un contenido artístico nada desdeñable. Ojalá el cine español ofrezca más películas como esta para lograr el tan anhelado objetivo de crear una industria cinematográfica sólida.
(c) 2018 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: La Sombra de la Ley.
- Año: 2018.
- Duración: 105 min.
- País: España.
- Director: Dani de la Torre.
- Guion: Patxi Amezcua.
- Productor: Toni Carrizosa, Mercedes Gamero, Emma Lustres, Borja Pena, Rosa Pérez.
- Música original: Xavier Font, Manuel Riveiro.
- Fotografía: Josu Inchaustegui.
- Montaje: Jorge Coira.
- Reparto: Ernesto Alterio, Xosé Barato, Fernando Cayo, Ricardo de Barreiro, Paula del Río, Marcos Javier Fernández, Michelle Jenner, Tania Lamata, Fredi Leis, Jaime Lorente, William Miller, Elías Pelayo, José Manuel Poga, Albert Pérez, Vicente Romero, Manolo Solo, David Martín Surroca, Adriana Torrebejano, Luis Tosar, Pep Tosar, Paco Tous.
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