Apasionante película de Damien Chazelle (La La Land) que sigue la vida del primer hombre que pisó la superfície de la Luna entre los años 1961 y 1969, Neil Armstrong. A diferencia de otras películas sobre la carrera espacial, esta se centra en mostrar la perspectiva del astronauta, mostrando, aparte del heroísmo y la sangre fría que demostró, el miedo y la claustrofobia de una experiencia tan extrema como ser lanzado en un cohete dentro de una lata.
Damien Chazelle es un director con una trayectoria corta pero impactante; su segundo trabajo, Whiplash (2014), el retrato de una relación enfermiza entre maestro y discípulo ambientado en el mundo de los músicos de jazz, atrajo la atención de crítica y público y granjeó un merecidísimo Oscar para J.K. Simmons. En 2016 estrenó La La Land, una impresionante puesta al día del cine musical clásico que le valió arrasar en los Globos de Oro y obtener catorce nominaciones a los Oscar. Aparte del amor al jazz, ambas películas comparten una preocupación por la puesta en escena y la estética muy personales y una maestría técnica impropia de un director que ahora mismo sólo tiene 33 años. Su última película First Man (El Primer Hombre), parte de un guion escrito por Josh Singer basado en el libro de James R. Hansen sobre Neil Armstrong, el legendario astronauta que fue el primer hombre en poner el pie en la superficie de la Luna.
La película se centra en la vida de Armstrong (Ryan Gosling) desde 1961 hasta 1969, desde que era un piloto de pruebas en un programa de vuelos estratosféricos hasta que vuelve de su viaje a la Luna. A diferencia de otras películas sobre la carrera espacial como Elegidos para la Gloria o Apolo 13, First Man (El Primer Hombre) no es una película coral, no busca contar el grandioso esfuerzo colectivo que condujo a grandes gestas sino que, sin negar en ningún momento ese esfuerzo, se centra en la experiencia personal de uno de sus integrantes. La película arranca con un Armstrong preocupado por la salud de su hija de 2 años enferma de cáncer mientras intenta no distraerse en su peligroso trabajo; incasable, metódico, apunta todas las pruebas y sesiones de radioterapia a las que es sometida mientras la cuida con auténtico cariño. Cuando muere, su ya de por sí reservado carácter se acentúa. Este cambio pasa factura a su esposa Janet (Claire Foy) y a su hijo mayor. Esta muerte y la sensación que no lo están tratando justamente en su trabajo le llevan a entrar en el programa Gemini para buscar un nuevo comienzo en su vida. El programa Gemini tenía como objetivo enlazar dos vehículos en órbita, un paso necesario para poder realizar las maniobras para ir a la Luna con una cápsula y un módulo lunar de aterrizaje, el futuro programa Apolo. Este cambio implica una mudanza para estar cerca de la base de pruebas. Sus vecinos son sus compañeros del programa espacial, lo que hace que se creen relaciones estrechas los los astronautas y sus familias. Él y su esposa tienen otro hijo, se adaptan bien al nuevo barrio, todo parece ir bien. Pero el programa espacial, aparte de exigir muchas horas y esfuerzos cuesta vidas; de pilotos de prueba o de los astronautas que murieron en un incendio en el primer Apolo antes del despegue. Toda esa presión, miedo y dolor por la pérdida de amigos y compañeros pasa una gran factura a Amstrong; por un lado se distancia de todo su entorno, pero por otro su determinación para sacar adelante la misión se endurece. Pagado ya un precio tan alto, sólo el éxito puede justificarlo mínimamente.
Damien Chazelle ha creado una película muy particular; ha querido narrar unos hechos muy tratados en el cine y la televisión desde un punto de vista inédito. El director quiere trasladar al espectador las experiencias de Neal Armstrong y mostrar hasta qué punto él y otros como él sufrieron y se sacrificaron por el programa espacial. Por eso todas las secuencias de vuelo se muestran siempre desde el interior de los vehículos, del exterior sólo se ve lo que podían ver los astronautas. Esas escenas me parecieron lo mejor de la película; Chazelle rueda con maestría en esos espacios claustrofóbicos, mostrando con claridad que sólo una chapa y unos cuantos tornillos separaban a sus inquilinos de una muerte segura. Me pareció magistral cómo se muestra la misión de Gemini en la que voló Armstrong. Ya desde el despegue, en el que el cohete hace temblar literalmente los tornillos que fijan la cápsula espacial donde van los astronautas, se ve que su experiencia fue tan terrorífica como apasionante. La parte en la que el vehículo tiene problemas y empieza a rotar la cápsula una vez por segundo en el momento en que los astronautas ni siquiera tenían contacto con la base es realmente angustiante. Aparte del miedo también se ve la sangre fría y la fortaleza de Armstrong, un hombre que la película pinta como ideal para tener a tu lado en una crisis a vida o muerte pero muy poco dotado para la vida social.
Precisamente lo cerrado de su protagonista y que constituya el foco central de la narración es el único handicap de la película. Ryan Gosling hace un buen trabajo de interpretación manteniendo un control férreo que sólo deja escapar de forma sutil en momentos de emoción, y su personaje fue claramente una persona interesante en si mismo, pero en muchos momentos -supongo que para mantenerse fiel a la realidad- no transmite mucho. Eso se ve compensado en gran medida por el personaje de su esposa; Claire Foy interpreta a una mujer que sabe con quién se ha casado, pero que aún así no puede evitar sentirse dejada de lado en algunas ocasiones. También se tiene que encargar de sustituir a su marido en la crianza de sus hijos; cuando no está ausente, trabajando muchas horas, puede estar distante por las tensiones de su trabajo. Foy es una actriz que transmite muchísimo con muy poco, su elección es perfecta para sustituir las carencias expresivas de su protagonista. El resto del reparto es excelente, pero sus papeles son muy secundarios; destaca Corey Stoll intepretando a un Buzz Aldrin que se muestra como la antítesis de Armstrong: es extrovertido, dice lo primero que le pasa por la cabeza y no tiene demasiado tacto. Esa divergencia se ve claramente en la preciosa secuencia en la que ambos por fin caminan por la Luna; un ve dando saltos mientras que el otro camina lenta y controladamente. Esa secuencia es la única en la que la película se permite divergir de la realidad con una licencia poética que casa perfectamente con la narración.
Ese rigor con la historia y los personajes reales me parecen la manera más adecuada de tratar con lo que se narra. El programa espacial y sus integrantes fueron lo suficientemente interesantes como para tergiversar lo que hicieron para dar más sustancia a la película. Es cierto que el punto de vista que se da es el de los protagonistas: los hombres blancos que coparon todos los puestos importantes del programa. Quizás este hecho sea interpretado apelación a la nostalgia por los elementos más conservadores de la sociedad estadounidense, pero lo cierto es que esta gente vivió en el contexto social de la década de 1960, que afortunadamente es muy distinto al actual. Quizá para evitar esta interpretación de la película, Chazelle intercala imágenes de la televisión que ponen el contexto del momento; el discurso de Kennedy impulsando el programa espacial, pero también las informaciones sobre las protestas por la guerra de Vietnam o el célebre poema-canción Whitey on the Moon de Gil Scott-Heron en el que describe las terribles condiciones de vida de mucha población afroamericana mientras el hombre blanco está en la Luna.
En conjunto First Man (El Primer Hombre) me ha parecido una película soberbia; muy bien rodada, excelentemente fotografiada y con un impresionante reparto. Su aproximación al tema también me ha gustado; me parece muy buena idea rodar la visceralidad de la experiencia por la que pasaron los astronautas pioneros sin perder de vista el contexto del programa espacial. Es cierto que su ritmo narrativo pausado y lo cerrado de su protagonista corren el riesgo de aburrir, pero en conjunto creo que vale la pena poner un poco de paciencia, porque el resultado final se lo vale. De momento Damien Chazelle está construyendo una filmografía impecable, sumando películas excelentes, muy distintas entre sí, pero con su sello estético personal.
(c) 2018 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: First Man.
- Año: 2018.
- Duración: 141 min.
- País: Estados Unidos.
- Director: Damien Chazelle.
- Guion: Josh Singer basándose en el libro de James R. Hansen.
- Productor: Marty Bowen, Damien Chazelle, Kevin Elam, Wyck Godfrey, James R. Hansen, Jeffrey Harlacker, Isaac Klausner, Adam Merims, Josh Singer, Steven Spielberg.
- Fotografía:: Linus Sandgren.
- Montaje: Tom Cross.
- Música original:: Justin Hurwitz.
- Reparto: Ryan Gosling, Claire Foy, Jason Clarke, Kyle Chandler, Corey Stoll, Patrick Fugit, Christopher Abbott, Ciarán Hinds, Olivia Hamilton, Pablo Schreiber, Shea Whigham, Lukas Haas, Ethan Embry, Brian d'Arcy James, Cory Michael Smith, Kris Swanberg, Gavin Warren, Luke Winters, Connor Blodgett, Lucy Stafford, J.D. Evermore, Leon Bridges, Steve Coulter, Skyler Bible, William Gregory Lee, Choppy Guillotte, Braydyn Nash Helms, Edmund Grant, Callie Brown, Claire Smith, Brady Smith, John David Whalen, Matthew Glave, Rodney J. Hobbs, Kermit Rolison, Willie Repoley, Ben Owen, Jim Stearns, James H. Williams, William G. Tomek, Helen S. Jackson, Ambrit Millhouse, Mark Armstrong, Kevin Buttimer, Dustin Lewis, Robert Hatch, Anna Chazelle, Tyner Rushing, Myra Brown, Ronald Hicks, Lawrence Jonasson, Irina Labouz, Anthony Paolucci, Philip Boyd, Stephanie Turner, Timothy Batten, Aurelien Gaya, Todd Truley, Mark Kelly, Tim Olcott, Andrea Maria Hintermaier, Jamie Anne Allman, Charles Carroll, Brian Mahoney, Donald Watkins, Tess Oakland, Michael Lee Kimel, Ryan Clay Forbes, Joshua Powell, Thomas Clay Strickland, Brad Kitchen, Tim Harper, Andrew Armstrong, Kevin Johnson, Damian Lovello, Nelson Bonilla, Andrew Stahl, Mark Kirkman, Brian David McCay, Mark Schlichting, Mark Yurgil, Andrew Buckman, Christopher Sgubin.
- Sitio web: http://www.firstman-intl.com/index.php
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