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Esta noche se ha celebrado la entrega de premios de la 45 edición del Festival de Sitges. La película vencedora en la sección oficial ha sido Holy Motors, del director francés Leos Carax. Carax, un director polémico por su particular manera de entender el cine, levantó controversia en la pasada edición del festival de Cannes, provocando división de opiniones por su último trabajo. Una división de opiniones que también se ha producido en cierta medida en Sitges; para muchos el trabajo de Carax es una obra imaginativa y compleja, un homenaje al cine interpretada magistralmente por Dennis Lavant; para otros es simple y llanamente una tomadura de pelo sólo apta para el circuito de festivales. En la misma gala se ha otorgado el Gran Premio Honorífico del festival al director irlandés Neil Jordan por su trayectoria. Neil Jordan siempre se ha sentido cómodo con el género fantástico; con películas como The company of wolves (que ganó en la edición de 1984 de Sitges), una mirada muy particular a la licantropía; El hotel de los fantasmas (1988); o Entrevista con el vampiro (1994), adaptación de la célebre novela de Anne Rice con un casting lleno de grandes nombres que le reportó mucha notoriedad. En su carrera también figuran títulos notables como Michael Collins (1996) o la maravillosa Juego de lágrimas (1992), para mi gusto su mejor trabajo hasta la fecha.
La película elegida este año para clausurar el festival ha sido, Looper, de Rian Johnson (Brick), una cinta de viajes en el tiempo protagonizada por Bruce Willis y Joseph Gordon-Levitt. Johnson, presente en Sitges para hablar de la cinta, ha comentado que una película de este tipo lo importante no es que todo tenga sentido, sino respetar unas reglas y contar una buena historia. En la película, ambientada en un futuro no muy lejano, una organización mafiosa del futuro envía a la gente que quiere eliminar al pasado, donde sicarios contratados (loopers) se encargan de matarlos. El protagonista, interpretado por Joseph Gordon-Levitt, es uno de esos loopers, al que todo le va muy bien hasta que descubre que la víctima que tiene que eliminar es él mismo (Bruce Willis).
La sesión sorpresa tras la clausura ha sido Spring breakers, de Harmony Korine, una comedia adolescente gamberra protagonizada por Selena Gómez, James Franco y Vanessa Hudgens. En la maratón nocturna también se ha proyectado por sorpresa Paranormal Activity 4, de Henry Joost y Ariel Schulman (Catfish), la cuarta parte de una de las franquicias de terror más exitosas del momento.
(c) 2012 Jordi Flotats