Comentarios de Hotel Transilvania, Seven Psychpaths, The Children who chase lost voices y Dragon
Empiezo temprano el día viendo Hotel Transilvania, de Genndy Tartakovsky, (Sección Sitges Family) en el Auditori. Esta cinta de animación para todos los públicos se ambienta en el Hotel Transilvania, un hotel exclusivamente para monstruos situado en una localización remota para que los humanos no lo encuentren. El hotel fue construido por el conde Dracula para proteger a Mavis, su hija, tras la muerte de su esposa. Ahora que Mavis va a cumplir 118 años y alcanzar la mayoría de edad, su padre le organiza una fiesta de cumpleaños e invita a todos sus amigos monstruos. Todo parece que va a ir sobre ruedas hasta que sucede lo nunca visto: un joven humano llega al hotel.
Hotel Transilvania es una comedia realizada por el estudio Sony Pictures para todos los públicos que tiene como protagonistas a los monstruos más populares del imaginario occidental: Drácula, Frankenstein, la Momia, los hombres lobo, los zombies o incluso el yeti. Y, aunque está a años luz de las películas de Disney de hace una década, no llega ni remotamente a la altura de los trabajos de Pixar, ni siquiera a los de Dreamworks. Como comedia, la película contiene varios gags buenos, pero su guion no acaba de estar a la altura, es demasiado blanco, demasiado blando y demasiado plano para llegar a la altura de lo que nos tiene acostumbrados Pixar. También es demasiado infantil y tiene demasiado poco mordiente para llegar a la altura de lo que genera Dreamworks. Con todo, es una película entretenida que entra muy bien y que probablemente hará las delicias de los más pequeños. Lo que no recomiendo es verla en versión doblada; las voces de Santiago Segura, Alaska, Mario Vaquerizo, Dani Martínez y Clara Lago no hacen justicia a las voces de la versión original; me chirriaron en particular los acentos andaluces y suramericanos supuestamente hilarantes de algunos personajes.
Continuo en el Auditori para ver Seven Psychopaths (Sección Oficial), de Martin McDonagh. Seven Psychopaths es un explosivo thriller meta referencial, lleno de humor y una sutil parodia del cine de psicópatas que tiene un cierto aire al cine de Guy Ritchie y los hermanos Cohen. El protagonista es Marty (Colin Farrell), un guionista irlandés con ciertos problemas con el alcohol que intenta escribir un guion titulado Seven Psychopaths, pero no tiene las ideas muy claras. Su amigo Billy (Sam Rockwell), un actor de segunda fila, le intenta ayudar, contándole historias. Billy colabora con Hans (Christopher Walken), un anciano cuya mujer está en el hospital, en un negocio de secuestro de perros. La cosa se calienta cuando secuestran al perro de un mafioso algo chalado y muy violento, Charlie (Woody Harrelson).
El guion de Seven Psychopaths es el segundo trabajo de Martin McDonagh tras la excelente Perdidos en Brujas, una cinta que le reportó la aclamación de la crítica y que ya es considerado una película de culto. Y no me cabe duda que Seven Psychopaths va a seguir el mismo camino. Su guion es terriblemente ingenioso y divertido, con constantes referencias al cine de psicópatas y de gángsters. Su forma narrativa me pareció fantástica, alternando fragmentos de película que ponen en imágenes las historias de los psicópatas que le cuentan al protagonista, flashbacks y juegos meta referenciales en los que el argumento del guion que escribe Marty se convierte en el de la película, sin confundir nunca al espectador ni dejar de divertir. El casting también es de excepción, todos los actores son perfectos para sus papeles; destacan Sam Rockwell, ideal para papeles de tío inestable; Christopher Walken, un auténtico monstruo, poseedor de una de las miradas más pertubadoras del cine; y Woody Harrelson, siempre adecuado cuando se mezcla comedia con violencia. Sin duda una de las películas del Festival.
Sin tiempo a respirar me desplazo al cine Retiro para ver Children who chase lost voices (Sección Anima't), de Makoto Shinkai. La protagonista de la película es Asuna, una niña que recibió como recuerdo de su difunto padre una curiosa radio con un extraño cristal oscilador de vidrio. Suele ir a la montaña a sintonizar extrañas emisoras; un día mientras está allí es atacada por un extraño monstruo y salvada por un misterioso chico llamado Shin, que le revela que procede del mundo subterráneo de Agartha. Al cabo de poco, Shin desaparece y es dado por muerto. Desesperada, Asuna intenta llegar a Agartha para encontrarlo. Para ello contará con la ayuda de su profesor viudo, que sabe mucho más de lo que parece.
Children who chase lost voices es un anime de aventuras con una estética que le debe mucho, quizá demasiado, al estudio Ghibli. Con un argumento que se respalda mucho en el mito de Orfeo y Eurídice, la mayor parte de la cinta transcurre en el mundo de Agartha, diseñado de forma impecable. Quizá esa parte es la que más me gustó de la cinta; los personajes, las criaturas y los paisajes no son demasiado originales, pero no hay duda que están muy bien diseñados y resultan vistosos. La película ofrece considerables dosis de aventura y se hace entretenida de ver, pero es demasiado dramática y reiterativa para mi gusto. Queda meridianamente claro que la intención del guion es mostrar cómo aprender a superar la pérdida, tanto es así que casi todos los personajes han perdido a alguien. En conjunto la película me pareció correcta pero sosa y poco original.
Para cerrar el día entro en el Retiro mientras cae una tormenta torrencial para ver Dragon (Sección Casa Ásia), de Peter Chan. Dragon transcurre en 1916 en un pequeño pueblo de China dedicado a la fabricación de papel. Un día dos ladrones muy violentos intentan atracar la tienda del pueblo, y de forma aparentemente miraculosa, son detenidos y muertos por un vecino del pueblo, Liu Jin-xi (Donnie Yen). Liu Jin-xi llegó al pueblo hace un tiempo y se casó con una mujer con un hijo de su anterior matrimonio. Actualmente tienen otro hijo y viven una vida pacífica y tranquila. La paz termina cuando Liu Jin-xi es declarado un héroe y llega al pueblo un detective (interpretado por Takeshi Kaneshiro), decidido a determinar qué pasó exactamente y quien es en realidad Liu Jin-xi.
Dragon es una cinta de acción y artes marciales con un argumento que recuerda muchísimo al de Una historia de violencia, pero cuyo desarrollo es muy distinto. Su fotografía y ambientación son espléndidas, el pueblo está muy bien recreado y fotografiado casi siempre con una luz entre gris y verdosa que casan perfectamente con la narración. La película cuenta con un principio muy bueno; mostrando primero la pelea con los ladrones desde el punto de vista de los espectadores y luego desde el punto de vista mucho más revelador del detective, usando con acierto la cámara lenta y los planos congelados. Las peleas, coreografiadas por el artista marcial Donnie Yen, son espectaculares y están muy bien rodadas. También me gustó mucho el tramo final de la película, que contiene algunos elementos realmente sorpresivos. Sólo me falló un poco el tramo central, algo más lento, pero en conjunto Dragon me pareció una muy buena película, con mucho más contenido y entidad que las cintas de artes marciales corrientes.
(c) 2012 Jordi Flotats