Comentarios de Rurouni Keishin, Rebelle y Sound of my Voice
Empiezo el día en el Auditori viendo Rurouni Kenshin (Sección Oficial), de Keishi Otomo. El protagonista de la película es Himura Kenshin, un samurai que se puso del lado del Emperador durante la Restauración en el siglo XIX (las luchas que hubo entre los partidarios de abolir el shogunato, dar poder al Emperador y modernizar el país y los que se aferraban al sistema de gobierno tradicional). Durante ese tiempo trabajó como asesino para su bando, convirtiéndose en el legendario Batt?sai. Tras la guerra, y harto de matar, abandonó la vida militar y juró no volver a quitar la vida a nadie, dedicando años a vagamundear armado con una espada sin filo y ayudando a la gente. Pero ahora se ve envuelto en los turbios asuntos de un hombre de negocios que quiere introducir en el mercado un opio mucho más adictivo de lo habitual y que quiere arrebatar el dojo a la huérfana de su antiguo propietario para usar el terreno. Kenshin no dudará en ponerse de parte de ella y defender el dojo, a pesar de verse asediado por personajes de su turbulento pasado.
Rurouni Kenshin es la primera película en imagen real de lo que constituye una auténtica franquicia. Todo empezó con el manga creado por Nobuhiro Watsuki, adaptándose luego a un anime de 95 capítulos, seguidos por dos OVAS de cuatro y dos capítulos y un par de películas de animación. La verdad es que no conozco ninguno de estos trabajos, por lo que no puedo juzgar la fidelidad de la adaptación, pero sí a la película por separado. Rurouni Kenshin me pareció una cinta muy bien realizada y divertidísima; con un diseño de producción y vestuarios suntuosos, la película además cuenta con muy buenos escenarios y una buena fotografía que les saca mucho partido. Las escenas de acción están además muy bien coreografiadas y resultan espectaculares. La película resulta un entretenimiento fantástico, combinando la acción con el drama y añadiendo a la mezcla gotas de humor que resultan imprescindibles para que el conjunto resulte prácticamente redondo. Me divertí de lo lindo.
Prácticamente a la carrera me desplacé al Casino Prado desde el Auditori para ver Rebelle (Sección Noves Visions - Ficció), de Kim Nguyen. Rebelle cuenta la historia de Komona, una niña de 13 años que vive en un poblado africano. Un día, unos hombres armados entran en su poblado, matan a sus padres y se la llevan junto con otros niños para convertirlos en niños-soldado y que luchen como rebeldes contra el gobierno. Tras lograr sobrevivir, y después que sus compañeros la consideren una bruja, Komona logra salir de la milicia y encontrar la paz, pero por desgracia no durará mucho.
Rebelle es una película canadiense inspirada en hechos reales, rodada en el Congo e interpretada por actores no profesionales. Todo esto, junto con un magnífico guion, contribuyen a darle un gran realismo. Toda la acción se relata a través del punto de vista de su protagonista, cuya voz en off cuenta su historia a su hijo nonato, hecho que en mi opinión constituye un gran acierto. Debido a esto, la película evita dar excesivas explicaciones o dar puntos de vista, mostrando los hechos de forma cándida, algo que los hace aún más terribles. Esta forma de narrar también evita el dramatismo excesivo; la niña cuenta lo que le pasó, mostrando la capacidad de superar las adversidades y de adaptación que sólo los niños y los muy jóvenes poseen. Los actores, quizá por el hecho de no ser profesionales y porque la película narra acontecimientos que les son familiares, dan una increíble sensación de realismo, especialmente su protagonista, Rachel Mwanza. Rebelle me gustó muchísimo, me pareció, aparte de una muy buena película, una película dura, necesaria, que cuenta una historia que se repite a lo largo de África, narrada de una forma fantástica.
A continuación me quedo en el Casino Prado para ver Sound of my voice (Sección Noves Visions - Ficció), de Zal Batmanglij. Pero antes se proyecta el corto Marion, de Julian Zuazo. Marion muestra, en un entorno futurista, como un hombre carga la simulación de una mujer, Marion, en un entorno virtual e interactua con ella. La realización del corto me pareció correcta, con una buena fotografía, aunque encontré el conjunto aburrido y vacío de contenido.
Sound of my voice es una película que sigue la tendencia muy actual de mezclar el cine indie con toques de ciencia-ficción, que sirve habitualmente como excusa para contar una historia. Ejemplos de esta tendencia serían Another Earth o Safety not guaranteed, presentada en esta edición de Sitges. En Sound of my voice, Peter y Lorna dejan atrás su vida para infiltrarse en una secta liderada por una misteriosa lider que afirma provenir del futuro. La película arranca cuando por fin son aceptados y llevados ante ella tras atarlos, serles vendados los ojos y trasladados a la casa donde vive en secreto. El objetivo de Peter, un tipo muy racional, es estudiar la secta para desenmascararla. Intentará por todos los medios grabar las reuniones de la secta y no caer en su juego; su esposa Lorna es más reticente y vulnerable. Pero poco a poco ser verán atraídos por la carismática líder.
Sound of my voice es una película con un guion inteligente que plantea el clásico conflicto entre razón y fe, personificados en la pareja de documentalistas. La película tiene un ritmo más bien pausado, pero no le sobra metraje; poco a poco, mientras se muestran las perturbadoras reuniones de la secta, el espectador se plantea si la carismática líder (interpretada fantásticamente por Brit Marling) puede estar diciendo la verdad. La película me gustó mucho, me pareció interesante e inteligente, aunque encontré el final algo innecesario.
(c) 2012 Jordi Flotats