Comentario de las películas del Lunes 8/10/2012

Comentarios de Robo-G, Safety not guaranteed, Poongsan y The Cabin in the Woods





Comienzo un lunes de ambiente tranquilo a las 12 del mediodía en el Auditori viendo la cinta japonesa Robo G (Sección Oficial), de Shinobu Yaguchi. En la película, a tres empleados de la compañía Kimura Electrical, generalmente dedicada a fabricar pequeños electrodomésticos, se les encarga la tarea de diseñar y fabricar un prototipo de robot humaniforme. Ni son especialistas en el tema ni tipos especialmente brillantes, así que cuando quedan pocos días de la supuesta presentación de su robot en una feria del sector, el prototipo no funciona nada bien. Claro que cuando se les cae por la ventana aún va peor. Desesperados, organizan un casting en secreto para acabar reclutando a un jubilado que encaja perfectamente dentro de la carcasa del robot para así simular que todo funciona más o menos bien y cumplir con su jefe. La cosa se complica mucho para ellos cuando la presentación funciona demasiado bien y atraen la atención de todo el mundo.

Robo G es una hilarante y vitalista comedia con un humor muy japonés y algunos gags simplemente brillantes. El guion de la película es muy ingenioso; mezcla perfectamente el humor sin cortapisas, presente en los momentos en que los tres "ingenieros" toman protagonismo con tintes algo más dramáticos en los momentos en los que se muestra la vida del anciano y lo que le lleva a meterse dentro de un robot. Robo G es divertida, de ritmo vivo y está muy bien interpretada. Destaca Mickey Curtis, una antigua estrella del rock en Japón, que da vida al personaje del anciano, auténtico protagonista de la película. Su personaje lleva una vida solitaria, se siente algo inútil y no sabe cómo llenar el tiempo una vez jubilado; un problema muy habitual en Japón. Por este motivo, la oportunidad de volver a vivir plenamente la vida le cae como llovida del cielo. Curtis aporta carisma, dignidad y una innegable vis cómica que son básicas para que la película funcione tan bien como lo hace. Me ha gustado mucho.

A continuación y sin tomar respiro, vuelvo a entrar al Auditori para ver Safety not guaranteed (Sección Oficial), de Colin Trevorrow, quien estuvo presente en la proyección. Trevorrow ha comentado al público que, siendo él mismo un geek, y aprovechando que ahora esto se ha puesto algo de moda, con la película quiso realizar una producción pequeña con toques de ciencia-ficción con una historia que el guionista imaginó tras leer un extraño anuncio por palabras. La protagonista de Safety not guaranteed es Darius (Aubrey Plaza), una joven cuya visión del mundo se vio muy marcada por la muerte de su madre durante su adolescencia. Actualmente trabaja como becaria de una revista de actualidad. En una de las reuniones para decidir qué reportajes se realizarán, un reportero, Jeff Schwensen (Jake Johnson), sugiere investigar un misterioso anuncio por palabras donde el anunciante pide un compañero para viajar en el tiempo; debe traer sus propias armas y su seguridad no está garantizada. Se le concede el reportaje y dos becarios para que lo ayuden: Darius y Arnau (Karan Soni), un estudioso y timidísimo hindú. Una vez en el pueblo, Darius descubre que Jeff usó la historia como excusa para reencontrar a un amor de juventud y se encuentra investigando a su aire. La investigación la lleva a a Kenneth (Mark Duplass), un individuo que vive solo en una casa algo aislada y que trabaja en un supermercado. Intentando tirar un poco del hilo, Darius responde al anuncio y empieza a seguirle la corriente para ver dónde le lleva, pero poco a poco se irá implicando más con Kenneth y le costará mantener la imparcialidad.

Safety not guaranteed tiene un muy buen guion, lleno de diálogos ingeniosos y con chispas de humor que me parecieron muy divertidas. También me gustó mucho la cuidadosa construcción de unos personajes muy ricos, multidimensionales y que acaban evolucionando durante la narración. Me gustó mucho Aubrey Plaza; da a vida perfectamente a una persona triste, desengañada antes de tiempo, inteligente y poseedora de un áspero sentido del humor. Jake Johnson también realiza un buen trabajo; su personaje es secundario y a priori se presenta como el típico soltero con la crisis de los cuarenta, pero poco a poco la película va mostrando más facetas que lo humanizan. La película utiliza la premisa del supuesto viaje en el tiempo como punto de partida para reflexionar sobre la pérdida y el arrepentimiento; sus personajes principales, gente triste, dañada, miran hacia atrás y lo darían todo para poder corregir ese hecho que ellos perciben como causante de sus desdichas. En los últimos años está proliferando mucho el cine indie que usa la ciencia-ficción como una herramienta más para contar la historia, como Another Earth, The sound of my voice (que se proyectará más adelante en este Festival) o esta cinta. En este caso, Colin Trevorrow ha rodado una película muy sólida, con mejores personajes que historia, que mezcla con gran acierto el humor con la melancolía y tiene un muy buen final. Sólo le reprocharía algunas lagunas en el ritmo en el último cuarto de la película, pero por lo demás la he disfrutado mucho.

A las 18:30 acudo al Casino Prado a ver Poongsan (Sección Seven Chances), de Juhn Jai-hong, con guion y producción de Kim Ki-duk. Esta cinta surcoreana trata el controvertido tema de la separación de las dos Coreas en clave de thriller y drama romántico. Entre las dos Coreas está la zona desmilitarizada, la DMZ, una franja de terreno sembrada de minas, extremadamente vigilada por ambos extremos y donde cualquiera que sea sorprendido allí es disparado sin más; se considera uno de los lugares más peligrosos para estar del mundo. El protagonista de la película es un individuo taciturno (o más bien mudo, no pronuncia palabra), interpretado por Yoon Kye-sang, al que los demás llaman Poongsan, como el nombre de la marca de cigarrillos norcoreanos que fuma. Poongsan, hombre de grandes habilidades para la lucha y el camuflaje e increíble atleta, se dedica a cruzar la DMZ para entregar mensajes y artículos pequeños de un lado al otro de la frontera. Recoge sus encargos de los miles de comunicaciones desesperadas que cuelgan las familias separadas por el conflicto en la frontera. Todo le va bien hasta que, tras enterarse de su existencia, los servicios de información de Corea del Su le piden que saque del norte a la amante de un desertor de alto nivel para congraciarse con él y lograr que redacte un informe con lo que sabe del país vecino. A pesar de las dificultades consigue sacarla y entregarla, aunque entre los dos se establece una corriente de atracción muy fuerte. Pero los servicios secretos del sur, en lugar de pagarle, le detienen, no confían en él. Para más inri, agentes secretos del norte, infiltrados en el país, quieren usarlo para llegar al desertor. A partir de entonces Poongsan quedará a merced de los dos poderes en disputa.

Poongsan es una película con una idea de partida muy buena, muy bien interpretada, dirigida y fotografiada. En mi opinión, lo que la estropea bastante es su guion; Kim Ki-duk, muy en su estilo, nos propone un protagonista mudo, algo claramente inconveniente para un thriller, y para un personaje que necesita negociar para vivir. Los diálogos en general me parecieron forzados y acartonados, con frases absurdas del estilo "aunque no hables, ¡mueve la cabeza y dime qué piensas de ella!". El desarrollo de la historia tampoco me pareció muy creíble, está demasiado supeditado al mensaje que quería transmitir. El conflicto fraticida entre las dos Coreas, envenenado por años de desconfianzas y por propagandas mutuas gravita en todo momento sobre la narración. También muestra el dolor de muchas familias que se vieron divididas y separadas de la noche a la mañana, gente que, aunque sólo estén a quilómetros unos de otros, saben que probablemente nunca más podrán volver a verse ni a comunicarse. El final de la historia me gustó mucho, en mi opinión consigue por fin aunar argumento con mensaje, proponiendo una metáfora perfecta sobre la guerra entre las Coreas y las guerras en general.

Termino mi día acudiendo al Retiro a ver The cabin in the woods (Sección Oficial Fantàstic Gales), ópera prima como director de Drew Goddard. Esta película ha generado gran expectación entre los fans del género de terror, tanto por lo que promete como por sus autores. Drew Goddard es un guionista y colaborador habitual de dos pesos pesados del género fantástico reciente: J.J. Abrams y Joss Whedon. Con el primero ha trabajado en Lost, Alias y Monstruoso; con el segundo en Buffy y Angel. Precisamente con Whedon ha colaborado para escribir a cuatro manos el guion de The cabin in the woods, una película que se ríe con cariño de los tópicos del cine de terror.

La película tiene como protagonistas a cinco jóvenes universitarios que van a pasar un fin de semana a una aislada cabaña situada en un remoto bosque. Todo les parece normal, pero lo que no saben es que están siendo observados desde una misteriosa instalación gubernamental que controla el ambiente de la cabaña. Tras pasar allí el día divirtiéndose, por la noche descubren que la cabaña tiene un sótano lleno de extraños artefactos; cuando activan uno de ellos, el terror comienza. Mientras tanto, los que los observan parecen ir orquestándolo todo con un fin misterioso.

The cabin in the woods se ríe cariñosamente de todos los estereotipos del cine de terror en general y las slasher movies en particular. Si alguna vez se han preguntado por qué los protagonistas de estas películas siempre se separan en los momentos de mayor peligro; por qué los personajes son bastante tontos (especialmente las chicas rubias); o por qué siempre hay un deportista machote en el grupo y una joven más virginal, esta película responde a todas esas preguntas con un sentido del humor y del gag fantásticos. The cabin in the woods tiene un guion magnífico, una sátira que no llega a caer nunca en la parodia, realizado desde el cariño al género y que además propone un argumento satisfactorio para envolverla. Por si fuera poco, la historia tiene una conclusión muy buena, algo ciertamente complicado en películas como esta, que parecen ir subiendo continuamente las apuestas en el argumento. Goddard, debutante en la dirección, realiza un muy buen trabajo, manteniendo el ritmo y no dejando respirar al espectador en ningún momento. El casting también me pareció espléndido, me gustaron en particular Richard Jenkins y Bradley Whitford como veteranos agentes gubernamentales; tienen algunas de las mejores frases de la película y lo aprovechan.

No me cabe duda que The cabin in the woods gustará a los fans del terror, que reconocerán sus numerosos guiños, pero también a un público más amplio por su mezcla de humor, acción y miedo. El público que llenaba el cine Retiro, en su mayor parte conocedor del género, disfrutó enormemente con la película, riendo y aplaudiendo en los momentos correctos. No es para menos, esta película me pareció un título imprescindible dentro del cine de terror de este año.

(c) 2012 Jordi Flotats

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Subido por Jordi Flotats con fecha 01/11/2012 02:36:59