Comentarios de Compliance, Young gun in the time y Doomsday book
Empiezo el día en el Auditori viendo Compliance (Sección Oficial), de Craig Zobel. La película transcurre en un restaurante de comida rápida en el que Sandra (Ann Dowd), una mujer de mediana edad, ejerce como cuidadosa y preocupada supervisora. Un viernes en el que el establecimiento trabaja sin parar, recibe una llamada de alguien que dice ser oficial de policía y que afirma que tiene una denuncia y un testigo que afirman que Becky (Dreama Walker), una joven cajera, ha robado a una clienta. Aunque Sandra reacciona con incredulidad, el policía parece muy convincente y además afirma estar informando a su supervisor en otra línea. Poco a poco, Sandra empieza a creerlo y a acceder sus peticiones, que cada vez van resultando más extrañas y preocupantes.
Desde el primer fotograma la película afirma estar inspirada en hechos reales, y una somera búsqueda por internet sorprendentemente lo confirma, incluidos los detalles más escabrosos e increíbles. Esto por desgracia no dice mucho en favor de la especie humana ni de nuestra tendencia a seguir órdenes de forma ciega cuando se nos presiona de la forma adecuada. La película me pareció modélica en su tratamiento del tema y en la forma en que está rodada. Zobel aprovecha a la perfección unos espacios confinados, iluminados con luz fría para dar cancha a un espléndido cásting, usando muchos primeros planos y contando mucho a través de las expresiones de sus caras. Ann Dowd borda su papel, mostrando perfectamente como pasa del temor y la preocupación a la aceptación ciega a medida que deja la situación en manos de otro. De forma muy acertada en ningún momento se la pinta como un monstruo, Dowd siempre refleja lo mal que le sienta todo el asunto y tener que vejar a su empleada. Dreama Walker también borda su papel, asumiendo poco a poco su condición de víctima. A medida que avanza la película se intercalan fragmentos donde se ve al "policía", llamando desde su casa mientras hace cosas tan mundanas como prepararse un sandwich, algo que crea un contraste brutal con los hechos que se desarrollan en el restaurante.
Compliance es una película dura e incómoda, una gran conjunción de guion, actores y realización que reflejan algo que todos tenemos dentro (en mayor o menor medida) que ni es agradable ni es fácil de aceptar, pero que por desgracia es cierto y merece tenerse en cuenta. También es de esas películas que generan apasionados debates tras su visionado y que cuestan de olvidar. Sin duda merece la pena verla.
Continuo viendo Young gun in the time (Sección Noves Visions - Ficció), de Oh Young-doo en el Casino Prado. La película tiene como protagonista a un detective con bigote que siempre viste camisas hawaianas, aunque las coincidencias con el mítico Magnum terminan ahí. No vive en Hawai, ni tiene un Ferrari, ni se lleva las chicas de calle y su bigote es bastante ralo. Eso sí, tal como su anuncio indica, le dedica su total atención a los casos, incluso si son pequeños. Su despacho es un cuchitril, que comparte con su deslenguada secretaria, a la que encima debe dinero. Por eso cuando una misteriosa (y guapa) chica aparece con un caso, recibe toda su atención. Pero lo que le propone no es investigar, sino un asesinato, a lo que inicialmente se niega. Pero cuando la chica sale de su despacho la sigue, observando con estupor como es secuestrada y muere en un accidente tras chocar la camioneta donde la metieron sus capturadores. Este hecho le impele a investigar, topándose con una trama más que extraña, donde los viajes temporales parecen estar a la orden del día.
Young gun in the time es el segundo trabajo de Oh Young-doo después de su gamberro debut con Invasion of the alien bikini. Para esta película no hay duda que ha recibido algo más de dinero (tampoco demasiado) y que ha progresado en sus dotes como realizador. La cinta tiene a ratos el aspecto profesional de una producción de aventuras, con escenas de acción bien realizadas, malos bizarros y misteriosos artefactos. A ratos sin embargo aflora el espíritu bizarro de su director, con muestras de humor marciano y falta general de vergüenza a la hora de rodar. Debo decir que tengo debilidad por el humor raro, así que confieso sin tapujos que me divertí de lo lindo viendo la película, especialmente en sus momentos más freak. También debe reconocérsele a Oh Young-doo un buen pulso para mantener trepidante el ritmo de la acción y una buena dosis de ingenio para lograr un final de película que logra cerrar satisfactoriamente una trama que se complica por momentos al pasar de lo detectivesco, a la aventura y de ahí a la ciencia-ficción. Si para su siguiente trabajo consigue más dinero, de allí puede salir algo grande.
Termino mi día de cine viendo Doomsday book (Sección Oficial), de Yim Pil-Sung y Kim Jee-Wong en un abarrotado y caluroso Retiro. Para presentarla estaba presente Yim Pil-Sung, un auténtico habitual del Festival, donde ha presentado sus trabajos Antartic Journal y Hansel y Gretel y fue jurado en la edición del año pasado. La película consta de tres episodios, todos de ciencia-ficción con toque apocalíptico, que en principio tenían que dirigir Pil-Sung, Jee-Wong y Han Jae-rim. Los dos primeros rodaron sus fragmentos, pero el tercero no llegó a realizarse. El proyecto quedó parado hasta 2010, cuando finalmente Yim Pil-Sung lo completó rodando el tercer fragmento. El director ha comentado al público la génesis de la cinta de forma somera y, en tono de broma, ha dicho que en general los espectadores prefieren sus fragmentos al de Kim Jee-Wong, por ser éste demasiado lento. En mi caso ha resultado profético.
La película abre con Brave New World, que cuenta cómo Yoon Seok-woo (Ryu Seung-beom), un joven y apocado investigador, sale en una cita a ciegas con una hermosa joven, Kim Yoo-min (Go Joon-hee). Van a comer barbacoa en un restaurante, y tras la cena, el joven empieza a encontrarse mal y a sufrir tendencias agresivas, algo que descubren a su pesar dos gamberros que se meten con él. Pronto todos los que han comido esa carne empiezan a mostrar los mismos síntomas, y a contagiarlo a otras personas, dando lugar a una epidemia que crea el caos en Seul. Yim Pil-Sung ha rodado con gran sentido del humor y innegable pericia un corto que todos los amantes del cine de zombies reconocerán al momento. Me gustó mucho la forma en que rodó la contaminación de la carne, que hace que te plantees el vegetarianismo, y como se va extendiendo la plaga. Pero lo que más me gustó fue el el humor que empapa el film, con hilarantes momentos con la familia del protagonista y unos noticiarios que no tienen desperdicio.
El segundo fragmento es Heavenly Creature, que transcurre en un futuro en el que los robots son de uso cotidiano. Park Do-won (Kim Kang-woo) es un técnico de reparaciones que es llamado a un templo budista para investigar el funcionamiento de una unidad que los monjes afirman que ha llegado a la iluminación. Los directivos de la compañía prefieren destruirlo, pero el técnico no lo tiene tan claro. El robot ha evolucionado hasta tal punto que los monjes están convencidos de su sabiduría y le van a pedir consejo. Este corto está rodado de forma lenta y contiene una buena cantidad de reflexión, mostrada en largos diálogos, sobre lo que nos hace humanos y sobre nuestra utilidad en una sociedad donde las máquinas se encargarían de todo. El tema me parece interesante, pero el corto se me indigestó, siempre he preferido las reflexiones incorporadas dentro de la acción. Confieso que me aburrí a pesar de la trascendencia del tema.
La cinta cierra con Happy Birthday, una historia que empieza con una niña que pierde la bola de billar de su padre e intenta encargar una por internet. Dos años después, un enorme meteorito se dirige hacia la Tierra. Su punto de impacto parece que va a ser Corea del Sur y todas las acciones que se han intentado para romperlo o desviarlo han fallado. La gente se intenta preparar para el impacto buscando refugio en búnkeres subterráneos. Al igual que en el primer corto, Yim Pil-Sung ha decidido enfocar un escenario de fin del mundo muy usado con un gran sentido del humor. Este fragmento tiene una vis cómica innegable y muy divertida. Su premisa misma es una broma, que se complementa con unos noticiarios hilarantes que son de lo mejor de toda la película. Un cierre muy bueno de una película que en su conjunto es algo irregular pero satisfactoria. La verdad es que esperaba algo más de ella, sus directores se han demostrado capaces de mucho más en sus largometrajes.
(c) 2012 Jordi Flotats