THE SPY GONE NORTH

Excelente película de espionaje en la Corea del Norte de Kim Jong-il

THE SPY GONE NORTH En el último año y medio la península de Corea ha estado en el punto de mira internacional. La escalada de los programas nuclear y de cohetes del régimen de Kim Jong-un, uno de los más opacos y aislados internacionalmente del mundo, le permitiría atacar Japón e incluso llegar a Estados Unidos. El intercambio de bravuconadas y amenazas con Donald Trump parecieron poner al límite la tregua en el conflicto entre las dos Coreas; romperla provocaría un cataclismo con consecuencias difíciles de prever. Tras eso, la situación pareció calmarse; Kim Jong-un visitó Corea del Sur y se reunió con su presidente Moon Jae-in. La reunión terminó con vagas promesas de desarmamento y desescalación del conflicto en los próximos años, pero sólo el hecho de que tuviera lugar llenó de esperanza a mucha gente. Yoon Jong-bin, el director de la espléndida Nameless Gangster, se traslada un par de décadas en el pasado para contar una historia de espionaje basada en un hecho real sobre un espía del Sur que logró llegar hasta la cúpula del Norte.

Park Sun-young (Hwang Jung-min) es un oficial del ejército del Corea del Sur con una carrera impecable. A mediados de la década de 1990 es elegido por el Director Choi (Cho Jin-woong), pertenenciente al Servicio Nacional de Inteligencia, una rama del espionaje surcoreano, para una operación de inflitración a largo plazo en el régimen del Norte. El objetivo final es obtener información sobre el incipiente programa nuclear del régimen de Kim Jong-il. Se le asigna el nombre en clave de Black Venus; sólo el director conocerá su identidad para evitar filtraciones. Pero el camino hasta el objetivo es largo; Park Sun-young debe abandonar el ejército en desgracia, empezar a beber y dejar a deber dinero para ir construyendo una imagen de empresario turbio. Como tal viaja a Beijin para intentar hacer negocios con la delegación de Corea del Norte. Su objetivo es atraer la atención (y la codicia) de Ri Myong-un (Lee Sung-min), director del Consejo Económico Externo, el organismo que controla el comercio con el extranjero del Norte. Tras múltiples y tediosas gestiones logra llegar hasta él y proponerle un negocio de publicidad; empresas surcoreanas pagarán a su empresa para rodar anuncios en localizaciones emblemáticas del norte y él pagará al gobierno del norte para que lo permitan. Esto le permitirá entrar en el país e intentar sacar toda la información posible. Aunque Ri Myong-un parece receptivo a la entrada de royalties, muchas capas de seguridad y paranoia aún lo separan del éxito. Pero parece que lo va a conseguir: llega a viajar a Pyongyang para obtener el visto bueno personal del mismísimo Kim Jong-il. Paradójicamente, el plan puede venirse abajo por culpa de su propio bando. Se acercan unas elecciones en Corea del Sur, y la victoria del partido que lleva casi cincuenta años en el poder está en peligro; eso provocará un acercamiento extraño con el régimen del Norte.

The Spy Gone North es un fascinante thriller de espionaje que narra con gran claridad y madurez una madeja de intereses muy complejos. En vez de las habituales dosis de acción y suspense que suelen ser habituales en este género, la película prefiere optar por contar las cosas de una forma mucho más parecida a cómo son en realidad. Eso no quiere decir que no sea emocionante; el protagonista camina por el filo de una navaja durante casi toda la película. La cinta está llena de momentos de gran tensión. Yoon Jong-bin logra transmitir la sensación que cualquier cosa (mala) puede suceder en casi todas la interacciones con los oficiales de Corea del Norte. Esta sensación llega a su cúspide en la entrevista que mantiene con Kim Jong-il. Esta tensión, junto a los ímprobos esfuerzos y sacrificios que realiza hace casi imposible no empatizar con el protagonista. Hwang Jung-min hace un trabajo muy bueno de interpretación de un hombre con múltiples rostros; su cara de poker es impenetrable, pero suele adoptar una actitud jovial y algo vulgar en su papel de hombre de negocios. Sólo en los escasos momentos en los que puede relajarse se puede apreciar el hombre idealista y asustado que lleva dentro.

La dirección de Yoon Jong-bin y el guion que ha coescrito con Sung-hui Kwon son excelentes. Logran explicar de una forma clarísima y amena una historia compleja. También se entiende muy bien la situación política e histórica de Corea del Sur a finales del siglo XX, importante en la trama. La fotografía de Choi Chan-min y la puesta en escena son impecables; logran diferenciar a la perfección los ambientes de tres países distintos. Las escenas ambientadas en Pyongyang me parecieron impecables, quizá porque lo retratan justo como nos lo imaginamos en el oeste.

La trama de la película aprovecha la historia de espionaje para retratar sin tapujos la corrupción política y moral de los gobiernos de ambas Coreas. El guion no hace prisioneros. El régimen del Norte es retratado como brutal, paranoico, con luchas soterradas para ganar el favor del dictador. En algunas zonas los cadáveres se amontonan, las condiciones de vida para el pueblo llano son brutales. El partido que gobierna el Sur está completamente apalancado en el poder y dispuesto a todo para mantenerlo, con un Servicio Nacional de Inteligencia puesto a su servicio para ayudarles a conseguirlo. Temen que un cambio de gobierno suponga un cambio en la cúpula del servicio o incluso una reforma que exponga sus múltiples vergüenzas. Para mantenerse no dudan en jugar con el miedo de sus ciudadanos a una guerra con el Norte. Por eso llegan a sobornar al régimen de Pyongyang para que emprenda alguna acción ofensiva que asuste a la gente para que pidan mano dura y opten por la continuidad al votar. Ambos régimenes se benefician de la tensión y las malas relaciones entre los dos países; cada acción ofensiva del otro sirve para reforzar su postura ante su gente. Algo con lo que tristemente estamos familiarizados en España y que cuesta mucho revertir.

Pero no todo lo pinta negro. Irónicamente, los personajes en teoría más turbios de la historia, el espía y el director del Consejo Económico Externo de Corea del Norte, sienten un deseo sincero de acercamiento entre las dos Coreas. Ese deseo dará lugar a una extraña alianza que no les reportará demasiados beneficios. Pero la película implica que no están solos en esas ganas de normalizar la situación y poner fin al conflicto, aportando así una bienvenida nota de esperanza.

(c) 2018 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: Gongjak.
- Año: 2018.
- Duración: 137 min.
- País: Corea del Surs.
- Director: Jong-Bin Yun.
- Guion: Seong-hwi Kwon, Jong-bin Yoon.
- Productor: Jae-Duk Han, Su-Ran Kuk, Sang-bum Son.
- Música original: Yeong-wook Jo.
- Fotografía: Chan-min Choi.
- Montaje: Jae-beom Kim, Sang-beom Kim.
- Reparto: Jung-min Hwang, Sung-min Lee, Jin-Woong Cho, Ji-Hoon Ju, Seung-ik Baek, Ji-Heon Cha, Yong Chae, Bo-Kwang Choi, Byung Mo Choi, Ju-bong Gi, Seung-bae Jeong, Joo-hee Jo, Gi-sub Jung, So-ri Jung, Eung-soo Kim, Gyoo-nam Kim, Hong-pa Kim, Hyun Kim, In-woo Kim, Ji-na Kim, Jong-tae Kim, So-jin Kim, Soo-yun Kim, Yong Seok Kim, Jin-seok Kwak, Ja-hyeong Kwok, Bum-Taeg Kwon, Han-Na Lee, Hyo-ri Lee, Sang-won Lee, Seung-Joon Lee, Moo-Je Min, Moon-cheol Nam, Hye-Yeong Park, Hyeok-min Park, Jin-yeong Park, Kyeong-Chan Park, Min-soo Park, Won-Hee Park, Yeong-Woong Park, Sung-Hyun Ryoo, Joo-Yeon Seo, Hyun-min Yang, Dae-Yeol Yoon.
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Subido por Jordi Flotats con fecha 18/10/2018 09:55:47