PIERCING

La noche más loca de un aspirante a psicópata

Nicholas Pesce es un joven director cuyo segundo trabajo, Piercing demuestra su afición por el giallo italiano por su puesta en escena y una banda sonora que recuerda a las de Goblin. Pesce ha creado una comedia de horror minimalista y sádica basada libremente en la novela del escritor japonés Ryû Murakami (que también fue adaptado en la película de Takashii Miike Audition).

Reed (Christopher Abbott) es un hombre con una vida aparentemente perfecta; tiene un buen trabajo, Mona (Laia Costa) una esposa que lo quiere, y una niña acabada de nacer. Pero cada noche tiene que resistir la pulsión de clavar un picahielos a su hija. Para intentar liberar esa tensión, Reed planea meticulosamente un asesinato. Le cuenta a su esposa que está fuera por trabajo, alquila una habitación de hotel y allí ensaya meticulosamente todos los pasos que seguirá; pedirá una escort que practique sadomasoquismo para poderla atar a la cama; la adormecerá con cloroformo, la trasladará a la bañera, la matará y se deshará del cuerpo despiezándolo.

Pero pocos planes, por buenos que sean, sobreviven al contacto con el enemigo. La escort que aparece, Jackie (Mia Wasikowska), lo hace drogada hasta las cejas y se comporta de forma que Reed no podía prever. Desde el primer momento pierde el control y pasa a reaccionar más que a actuar. Jackie es una mujer inestable, con tendencia a autolesionarse y una vena sádica. Esto provocará un enfrentamiento con consecuencias difíciles de prever.

Nicholas Pesce ha creado una película de factura impecable, tan organizada y bien puesta en escena como el asesinato que planea Reed. Cada escena parece haber sido planificada en detalle, ejecutada sin errores y perfectamente acompañada por la banda sonora. La película transcurre casi en su totalidad en dos sets interiores pensados al detalle. Cuando la cámara sale al exterior, la fotografía es fría, los ambientes desérticos.

Los dos actores protagonistas bordan sus papeles. Christopher Abbott dota de una extraña vulnerabilidad a su personaje. Es tímido, retraído y en apariencia maleable. No intuimos de dónde sale su pulsión por matar casi el final de la película ni queda del todo claro si también disfruta del dolor. Mia Wasikowska sale de sus roles habituales con un personaje complejo y dañado. Su interpretación le añade profundidad; sobre el papel su rol es más simple, pero con una simple sonrisa puede pasar de vulnerable a amenazadora.

Quizá el principal inconveniente de la película es el orden y la meticulosidad con la que se desarrolla la acción y pueden hacer que el resultado final sea algo frío. Los personajes resultan algo esquemáticos y poco desarrollados. De todas maneras Piercing me parece una buena película, con un planteamiento muy bueno, una buena dirección y muy buenos actores.

(c) 2018 Jordi Flotats