SUSPIRIA

Nueva versión del clásico de Dario Argento

SUSPIRIA Suspiria es sin duda la obra maestra de Dario Argento, uno de los directores clave del terror en la década de 1970. La película tiene un argumento muy simple; su virtuosismo radica en la fotografía, la dirección, la ambientación y la banda sonora de Goblin. Es una obra magnífica, fascinante por su surrealismo y que ofrece una combinación de color y sonido tan inquietantes como bellos. Por todo esto, realizar un remake de una obra tan personal y tan lograda puede parecer una temeridad. Luca Guadagnino, uno de los directores italianos más en boga tras el éxito Call me by your name, su último trabajo, se ha encargado de realizar una relectura de la película original sin caer en la trampa de intentar recrearla demasiado.

La acción de la nueva Suspiria se traslada al Berlín de 1977, separado en dos por el Muro y durante la crisis de rehenes provocada por integrantes del grupo RAF (Fracción del Ejército Rojo), que secuestró un avión lleno de pasajeros que acabó siendo liberado de forma violenta en Uganda. Durante ese otoño Alemania Federal sufrió una cadena de atentados de grupos de extrema izquierda. La película arranca con la joven Patricia (Chloë Grace Moretz) cruzando una manifestación en medio de un aguacero para ver a su anciano psiquiatra, el doctor Klemperer (una irreconocible Tilda Swinton). Patricia es una bailarina en una compañía de danza moderna compuesta íntegramente por mujeres. Casi todas las bailarinas y el personal de la compañía viven en un gran edificio tocando al Muro. Le cuenta a su psiquiatra que sospecha que las mujeres mayores que dirigen la compañía son brujas que pretenden usarla para algún tipo de ceremonia y sale corriendo de la consulta. Poco después se la da por desaparecida, y dada su simpatía por los grupos políticos radicales, se sospecha que haya pasado a la clandestinidad.

En el mismo momento que sucede esto, Susie Bannion (Dakota Johnson), una joven estadounidense de Ohio, se incorpora a la compañía. Susie proviene de una familia profundamente religiosa que vive en una granja, con lo que el cambio a Berlín le supone un shock. Pero también posee un entusiasmo enorme y una gran conexión con el estilo de danza de la compañía. Pronto atraerá la atención de Madame Blanc (Tilda Swinton), la directora creativa, que la incorporará como bailarina principal de uno de sus espectáculos, Volk.

En paralelo a todo esto, vemos que en efecto las mujeres que dirigen la compañía son una asamblea de brujas, dirigidas en la sombra por madame Markos, una bruja que sólo se mantiene viva gracias a los encantamientos de la asamblea y a la energía vital de las jóvenes. Buena parte de los sortilegios se realiza a través de la danza; en una secuencia escalofriante, vemos que el número que están ensayando las bailarinas se usa para torturar y romperle los huesos a una compañera que quería dejar el grupo. A pesar de la preocupación y las sospechas del profesor Klemperer, todo parece confluir en una gran ceremonia que tendrá como protagonista y víctima a Susie, a pesar de las reticencias de Madame Blanc.

No me cabe duda de la admiración y el respeto de Luca Guadagnino por el material original, hasta el punto que ambas películas comparten una estructura narrativa parecida y prefieren la narración en imágenes a los diálogos. En la Suspira actual el argumento es algo más complejo; las brujas no forman un bloque monolítico, tienen sus diferencias sobre cómo obrar. La danza tiene un rol fundamental en la narración; es a la vez vehículo de la magia y expresión de arte. Un arte revolucionario, que tal como comenta el personaje de Tilda Swinton, ya no puede ser bello; debe romperle la nariz a todo lo bello que contenga. Las coreografías son excelentes, así como la forma en la que están rodadas. También refleja el momento del tiempo en el que se ambienta la trama; las imágenes del secuestro del avión en televisores se van intercalando con la narración de la película. También se muestran momentos de conexión con el pasado traumático de la Alemania de después de la Segunda Guerra Mundial a través de los remordimientos e inquietudes del profesor Klemperer.

Casi todos los personajes son más interesantes en esta nueva Suspira. El personaje de Susie Bannion se intuye mucho más rico; es inocente, ignorante de muchas cosas, pero también mucho más sensible a su entorno que el personaje original. Pronto conecta con las corrientes subterráneas que hay en el baile que practica, y a través de ellas parece intuir lo que realmente sucede e incluso hasta cierto punto aceptarlo. A través de flashbacks de su madre moribunda y la granja en la que se crió se advierte que puede haber más en ella de lo que parece. Dakota Johnson interpreta con carisma y abandono a esta nueva Susie Bannion mucho menos vulnerable.

Tilda Swinton, como siempre, está brillante en su doble papel de anciano psiquiatra y Madame Blanc. En la composición de esta última pone al servicio de su personaje su físico y su carisma; su personaje es el más ambiguo de toda la película, ya que forma parte de la asamblea de brujas, la lidera en su día a día, pero no termina de estar de acuerdo con las decisiones que toman. Su personaje es quizá el más desaprovechado de la película. Su ambigüedad y sus diferencias con la líder de la asamblea dan para más; se plantean pero culminan en un anticlímax sin haberse resuelto.

Visualmente Luca Guadagnino ha cambiado la paleta de colores saturados y primarios de la película original por colores mucho más apagados, en un Berlín gris permanentemente azotado por la lluvia. Sólo vuelve a los tonos intensos en el grand finale de la película, un auténtico festival rojo sangre. Personalmente me parece una decisión muy acertada; hay cosas que sólo funcionan una vez. La fotografía de Sayombhu Mukdeeprom es espléndida y le da personalidad propia a la película. Como siempre, la dirección de Luca Guadagnino es elegante, algunas de sus escenas, especialmente las relacionadas con la danza, me han parecido memorables. La banda sonora de Tom Yorke, el líder del grupo Radiohead, se distancia de la genial banda sonora de Goblin. Yorke ha optado por silencios, percusiones y respiraciones inquietantes que también funcionan muy bien, aunque de forma distinta. También ha compuesto un par de canciones al piano tan bellas como tristes.

En conjunto creo que Suspiria es una película excelente; a pesar de tener algunos problemas de ritmo y sobrarle algunos minutos la película es un ejercicio de cine bello y fascinante. Como la película original, esta entra por los sentidos, a pesar de tener una trama algo más elaborada, su fuerza reside en las imágenes, el sonido y su visceralidad. También tiene el enorme handicap de ser un remake; es inevitable compararla con la película de Dario Argento. Y calidad aparte, la Suspiria de Dario Argento llegó primero, es el producto original. Con todo, creo que merece la pena verla porque en cierto sentido complementa a su predecesora, la reinterpreta en otra clave que también es personal y artísticamente meritoria.

(c) 2018 Jordi Flotats

Ficha Técnica:
- Título original: Suspiria.
- Año: 2018.
- Duración: 152 min.
- País: Italia, Estados Unidos.
- Director: Luca Guadagnino.
- Guion: David Kajganich.
- Productor: Carlo Antonelli, Lauren Beck, Bradley J. Fischer, Michael Frenschkowski, Natalie Galazka, Josh Godfrey, Luca Guadagnino, David Kajganich, Francesco, Melzi d'Eril, Marco Morabito, Gabriele Moratti, Stella Savino, William Sherak, Stefano Spadoni, Kimberly Steward, James Vanderbilt, Silvia Venturini Fendi, Massimiliano Violante.
- Música original: Thom Yorke.
- Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom.
- Montaje: Walter Fasano.
- Reparto: Dakota Johnson, Tilda Swinton, Mia Goth, Angela Winkler, Ingrid Caven, Elena Fokina, Sylvie Testud, Renée Soutendijk, Christine Leboutte, Fabrizia Sacchi, Malgorzata Bela, Jessica Harper, Chloë Grace Moretz, Olivia Ancona, Toby Ashraf, Vanda Capriolo, Alek Wek.
- Sitio web: https://www.suspiria.movie
- Tráiler:

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Subido por Jordi Flotats con fecha 10/10/2018 06:33:00