La respuesta rusa a Apolo 13
Desde que perdió la carrera para llevar un hombre a la Luna, el programa espacial de la Unión Soviética cambió de rumbo y se orientó a situar al hombre en el espacio, creando estaciones espaciales que orbitaban la Tierra que permitían la experimentación científica a gravedad cero. Desde 1971 hasta 1982 se lanzaron hasta nueve estaciones, cinco civiles y cuatro militares, seis de las cuales fueron visitadas por cosmonautas. Salyut-7 es una película rusa dirigida por Klim Shipenko inspirada en hechos reales sucedidos en 1985 cuando la estación sufrió un accidente. La película, muy influenciada por Apollo 13 y Gravity, ofrece por una vez perspectiva soviética de la Guerra Fría.
En 1985, la estación espacial Salyut-7, puesta en órbita en 1982, está orbitando la Tierra cuando deja de comunicarse con el centro de control de la Tierra. La caída descontrolada de la estación no sólo supondría un duro golpe al prestigio de la Unión Soviética, sino que además podría causar daños y pérdida de vidas humanas dependiendo de dónde cayera. Por si fuera poco, los altos cargos soviéticos sospechan que los Estados Unidos podría intentar robarles la estación con la excusa de evitar la tragedia, ya que su nuevo transbordador espacial tiene una bodega con el tamaño preciso para acomodarla y han programado una misión en muy poco tiempo. Para evitar también este supuesto, los mandos deciden organizar una expedición para evaluar el problema y tratar de arreglarlo si es posible antes del plazo marcado por la expedición de la NASA. Si no es posible, la estación debe ser derribada. La primera gran dificultad consistirá en acoplar el vehículo que se envíe con una estación que está girando fuera de control sobre tres ejes, una proeza que algunos consideran imposible. Para ello mandan a dos cosmonautas; Viktor Alyokhin (Pavel Derevyanko), uno de los diseñadores de la estación, pero sin experiencia en el espacio y el experimentado piloto Vladimir Fyodorov (Vladimir Vdovichenkov), apartado del programa espacial por motivos psicológicos.
Sin que esto suponga una crítica, Salyut-7 se puede ver sin problemas como la respuesta rusa a Apolo 13. Ambas películas comparten muchas temas en común; ambas glorifican el heroismo de unos cosmonautas que se juegan la piel para arreglar un problema y salvar el programa espacial, más que para alcanzar una nueva meta. Ambas también son muy patrióticas, aunque cada una en su lado de la Guerra Fría. Salyut-7, aunque rusa, se muestra orgullosa de lo conseguido durante la etapa soviética del país y evita cuidadosamente mostrarse crítica con ese régimen, enlazándolo con el actual auge del nacionalismo ruso. Las dos también alternan la tensión en el espacio con la que se vive en el centro de control, donde se intenta buscar soluciones a la desesperada. Y ambas también juegan con el drama mostrando a las familias de los cosmonautas; en este caso la esposa embarazada del ingeniero y la esposa e hija del piloto. Es esta parte la que más me flojeó de la película; aunque quizá históricamente correcto, me pareció muy tópico el drama de las esposas reticentes a que sus maridos salgan al espacio.
Y es precisamente en el espacio donde Salyut-7 es excelente. La película cuenta con muchas escenas de paseos espaciales rodados tanto desde fuera como desde la perspectiva de los cosmonautas; el vertiginoso trabajo de cámara recuerda poderosamente al de Gravity, aunque la técnica de rodaje utilizada es aparentemente distinta; mientras que la película americana usó CGI, al parecer muchas de las tomas de esta película se rodaron realmente en gravedad cero, haciendo que luzcan mucho mejor de lo que sugiere el relativamente escaso presupuesto de la película. Técnicas al margen, visualmente las tomas espaciales son magníficas, tanto las de los paseos por la superfície de la estación como las tomas interiores -me pareció preciosa la escena en la que la estación se llena de agua en suspensión.
Aparte de la magnífica dirección y fotografía, la película cuenta con unos actores protagonistas muy sólidos. Pavel Derevyanko interpreta perfectamente al ingeniero ensimismado con su trabajo pero con el sueño de ir al espacio y poder ser llamado cosmonauta. Al revés que su compañero, no es nada estoico y su miedo cuando las cosas se ponen realmente mal se nota, pero no deja que le afecte; su mente siempre está intentando trabajar en soluciones a los problemas. Vladimir Vdovichenkov aporta su carisma para interpretar a un personaje estoico, que nunca pierde la calma y que tiene una ironía y un fatalismo muy rusos.
En conjunto Salyut-7 me pareció una muy buena película. Como toda película que narra una hazaña en el espacio, el lugar donde se han conseguido algunos de los mayores logros de la humanidad, la cinta es tan épica y emocionante como necesita ser. Añadiendo a eso la excelente realización se obtiene una película imprescindible para los aficionados a películas ambientadas en el espacio. No tiene mucho (¿nada?) que envidiar a sus contrapartidas estadounidenses.
(c) 2017 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Salyut-7.
- Año: 2017.
- Duración: 111 min.
- País: Rusia.
- Director: Klim Shipenko.
- Guion: Aleksey Chupov, Natalya Merkulova, Aleksey Samolyotov, Klim Shipenko.
- Producción: Bakur Bakuradze, Yuliya Mishkinene, Sergey Selyanov, Natalia Smirnova, Anton Zlatopolskiy.
- Fotografía: Sergey Astakhov, Ivan Burlakov.
- Reparto: Lyubov Aksyonova, Pavel Derevyanko, Oksana Fandera, Vasiliy Ignatich, Vitaliy Khaev, Sergey Korenkov, Natalya Kudryashova, Vladimir Matveev, Mariya Mironova, Nikita Panfilov, Leonid Paranin, Stepan Patnikov, Roman Perelygin, Polina Rudenko, Aleksandr Samoylenko, Aleksandra Serebryakova, Oksana Syrtsova, Igor Ugolnikov, Vladimir Vdovichenkov.
- Sitio web: http://ctb.ru/en/films/salyut-7/