HARDCORE HENRY

Delirio de acción en primera persona

Ilya Naishuller, el cantante del grupo de punk rock ruso Biting Elbows, popularizó sus canciones dirigiendo videoclips rodados en primera persona al estilo de un videojuego que mostraban enloquecidas secuencias de acción. Ahora, con la ayuda de Will Stewart en el guion, ha dirigido su primera película, Hardocore Henry, con el mismo estilo, creando un espectacular delirio de acción de hora y media cuyos referentes temáticos podrían encontrarse en películas como Crank.

El protagonista de la película es un supersoldado sin voz con un cuerpo biónico, que despierta sin memoria cuando es reanimado por la que afirma ser su esposa. Al poco, ella es secuestrada por un malvado magnate con poderes telequinéticos, que quiere acabar con él. Logra huir por los pelos y se encuentra en medio de Moscú. Para recuperar a su esposa contará con la ayuda de Jimmy (Sharlto Copley), un extraño personaje que va apareciendo, cada vez disfrazado de algo diferente y que parece ser imposible de matar.

Este tenue argumento, lleno de una misantropía y rabia muy rusa y/o muy punk, sirve como excusa para un conjunto de escenas de acción ultraviolentas, empalmadas una tras otra, que constituyen como poco el 90% del metraje del film. Dicho esto, algunas de las secuencias son ciertamente espectaculares. Rodada con cámaras GoPro, la película acerca al espectador sin llegar a marearlo, y en algún momento me mantuvo al borde del asiento. Alguna escena, como una pelea en el techo de una camioneta en marcha, logró quitarme el aliento. También hay que destacar que no hay demasiados efectos digitales; la mayor parte del rodaje se realizó con especialistas, lo que da un resultado más realista.

Hardcore Henry me pareció más una experiencia que una película. Su ausencia de argumento y actores -sólo Sharlto Copley parece interpretar un papel- y su formato, bueno para mostrar las posibilidades de la perspectiva en primera persona, dudoso como creador de un estilo cinematográfico, parecen ser cosa de una película. Quizá este formato, junto con el auge de la tecnología, será más el heraldo de juegos usando realidad virtual que de cine, un medio más pasivo. Con todo, como amante del cine de acción, disfruté viendo la película. Su energía y lo imaginativo de algunas escenas me engancharon y me divirtieron durante la mayor parte de su rodaje. Aunque sólo recomendaría el film a amantes de la acción y del videojuego.

(c) 2016 Jordi Flotats