TOWER

Documental con imagen real y animación sobre la masacre de la Universidad de Texas en 1966

El 1 de Agosto de 1966 un francotirador subió con el ascensor al piso más alto de la torre de la Universidad de Texas en Austin y abrió fuego, tomando todo el campus como rehén durante más de una hora y media. Cuando finalmente fue abatido dejó dieciséis muertos y treinta y seis heridos. El hecho dejó a todo el mundo en Estados Unidos perplejo, tratando de entender qué había pasado y por qué. Tower, un documental que combina imágenes de archivo con animación rotoscópica, muestra testimonios de testigos, supervivientes y héroes de uno de los primeros asesinatos en masa en una institución educativa en Estados Unidos. La película explora esta historia explicando las historias particulares de siete personas; dos estudiantes que fueron disparados, los dos policías que acabaron con el tirador, dos ciudadanos que decidieron implicarse y ayudar a las víctimas y a la policía y el periodista radiofónico que transmitió en directo los hechos desde el lugar durante más de una hora. Su emisión acabó retransmitiéndose a todo el país.

Claire Wilson, una estudiante de dieciocho años embarazada, fue la primera en ser disparada. Su novio Tom fue alcanzado a continuación cuando acudió en su auxilio. Durante más de una hora permaneció en el suelo a merced del tirador, consciente y perdiendo sangre y sabiendo que tanto su novio como su bebé estaban muertos. Tras mucho rato, un chico se acercó a ella pero no la pudo sacar; se tuvo que quedar a su lado hasta que pasó todo.

El joven repartidor de periódicos Aleck Hernandez estaba yendo en su bicicleta finalizando su ruta de reparto cuando fue disparado. Logró ser sacado y sobrevivió, aunque lógicamente se asustó y pensó que iba a morir.

Houston McCoy, un policía en su primer año en departamento de policía de Austin, fue el primero que cogió la llamada y el primero a llegar al lugar. Lo que se encontró le sobrepasó, inicialmente no supo cómo reaccionar. Muchos de sus compañeros más veteranos tampoco supieron; se quedaron lejos devolviendo el fuego al tirador, alargando más la situación. Ramiro Martinez, otro policía fuera de servicio, cuando se enteró de lo que estaba sucediendo en las noticias corrió al Campus y se dirigió directamente a la Torre para detener al tirador. De camino allí se encontró con el encargado de la tienda de libros de la Universidad Allen Crum, que había ayudado a al joven repartidor de periódicos sacándole del paso y parando su hemorragia y lo reclutó para que le ayudara a él. Martinez, McCoy y Crumb llegaron hasta el final, tuviendo que matar al asesino.

Tras oír las noticias del tiroteo en el scanner de la policía, el joven periodista Neal Spelce se subió a un coche equipado con un transmisor FM y se dirigió al campus, desde donde empezó a transmitir en directo. Su cobertura fue conectada a todo el país dejando a mucha gente en vilo escuchando sus entrevistas y descripciones de los hechos.

El último testimonio del documental es John Fox, un chico de 17 años, despreocupado y feliz que cuando se da cuenta de lo que sucede se queda paralizado de miedo. Durante una hora se queda observando lo que pasa, hasta que le sobreviene una sensación de deber y corre a sacar a Claire Wilson del peligro, exponiéndose a los disparos.

La película está dividida en dos mitades diferenciadas; la primera parte es una reconstrucción de los hechos, mezclando imágenes de archivo en blanco y negro con la animación de forma muy efectiva. El montaje y el ritmo de narración consiguen atrapar y acongojar al espectador. Se muestra muy bien tanto el lógico pánico de la gente como su sorpresa; esos tiroteos no eran nada habituales en la época, lo que refleja tristemente en la actualidad. En este sentido se narra la pérdida de inocencia de una nación, mostrando cuándo empezaron a cambiar las cosas.

La segunda parte de la película muestra entrevistas en imagen real con algunos de los protagonistas en la actualidad. Algunos de ellos ya han muerto. Las entrevistas muestran las secuelas psicológicas que aún arrastran y la dificultad que tuvieron en su día de hablar abiertamente de los hechos y de cómo les estaban afectando.

Tower es una película muy interesante, que cuenta las historias de las víctimas y de los supervivientes y de cómo mucha gente sacó lo mejor de sí misma cuando se enfrentó a la tragedia. También me gustó que no se diera el protagonismo al tirador, Charles Whitman sino a la gente que sufrió por sus acciones.

(c) 2016 Jordi Flotats