Thriller gamberro cargado de locura
Paul Schrader es una leyenda del cine americano, guionista de clásicos como Toro Salvaje o Taxi Driver y otros trabajos de Martin Scorsese como La última tentación de Cristo o Al límite. Como director sus películas no me parecen tan brillantes, aunque cuenta con algunas obras tan interesantes como El beso de la pantera o Aflicción. En los últimos tiempos ha tenido problemas con la industria; de Caza al terrorista, su penúltimo trabajo, declaró que el estudio se la había arrebatado, vuelto a montar y añadido banda sonora. Debido a los contratos firmados con la productora, ni él ni los miembros del reparto ni el equipo de producción podían hablar mal del film sin ser demandados. Por eso Schrader, Nicholas Cage, Anton Yelchin y Nicholas Winding Refn se fotografiaron con una camiseta negra con la esa cláusula del contrato escrita. Quizás por todo esto, y porque es alguien sin miedo a correr riesgos, Dog Eat Dog, su última película, es un thriller que rompe intencionadamente con casi todas las convenciones narrativas del género.
La película adapta la novela homónima de Edward Bunker, un escritor de novela negra muy cruda cuyo realismo se debe a su pasado como atracador y convicto. Bunker influyó en directores como Quentin Tarantino, que incluso le dio el papel de Sr. Azul en Reservoir Dogs. Schrader traslada la acción de Los Ángeles a Cleveland, donde tres ex-convictos y delincuentes reincidentes intentarán llevar a cabo un secuestro para poder retirarse en Hawai. Como todos los últimos golpes, naturalmente está condenado al fracaso. John Aloysius McCain (Willem Dafoe), al que todos llaman Mad Dog, es un asesino con evidentes problemas mentales y de drogadicción; su único amigo es Troy (Nicolas Cage), un ex-convicto admirador de Humphrey Bogart. El tercero de la banda es el musculoso Diesel (Christopher Matthew Cook), otro delincuente habitual.
La narrativa de la película es completamente anárquica; da la sensación de ser el clásico thriller protagonizado por delincuentes crepusculares quitando las partes más aburridas. Se incide mucho más en los momentos salvajes y las situaciones más absurdas, violentas y teñidas de humor negro que en los elementos que normalmente se usan para construir la historia. Parece darse por supuesto que el espectador acabará de rellenar los huecos de una historia que no deja de ser convencional. La película arranca con Mad Dog, drogado hasta las pestañas, degollando a su novia porque ha descubierto su porno escondido y quiere echarlo a la calle. Luego mata a su hija en su habitación. La escena, rodada con un filtro fucsia y un estilo bombástico es un anticipo de lo que vendrá.
Este estilo de rodar y el gusto por la anécdota recuerda poderosamente a títulos como Natural Born Killers o Pulp Fiction sin llegar a alcanzar su brillantez. El estilo anárquico da como resultado una película muy irregular. Tiene momentos muy buenos, muchos de ellos gracias a Willem Dafoe, un actorazo. Dafoe logra que su personaje tenga momentos casi humanos y detalles magníficos, como cuando pasa los pies desnudos con enorme gusto por una moqueta, pensando en los fríos y sucios suelos de la cárcel. Hay un divertidísimo robo, rodado ágilmente, en el que los tres se disfrazan fatal de policías para asaltar una casa donde venden drogas. A Nicholas Cage le pega mucho esta película; sin llegar al desmelene máximo, sí que tiene momentos muy buenos en que roza la sobreactuación sin cruzar la línea.
La anarquía de la película también tiene sus problemas; algunas escenas son demasiado largas, les habría convenido una mejor edición. Algunas sobran del todo, como la algo absurda fiesta alcohólica en la habitación del hotel. Paul Schrader, que se reservó un papel secundario, demuestra que no es demasiado buen actor. A ratos, seguramente debido a la ausencia de un hilo argumental más sólido, desconecté un poco de la película.
De todas maneras la película cumple con el objetivo que Paul Schrader declaró haberse marcado antes de empezar: “no aburrir”. Es su mejor trabajo en bastante tiempo; lejos de ser perfecto, el film tiene personalidad, sentido del humor y mala uva abundancia. Su locura la aleja de los títulos mucho más genéricos que suelen estrenarse últimamente, lo que ya es bastante.
(c) 2016 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original:Dog Eat Dog.
- Año: 2016.
- Duración: 93 min.
- País: Estados Unidos.
- Director: Paul Schrader.
- Guion: Matthew Wilder basándose en la novela de Edward Bunker.
- Productor: Aaron Barsky, Brian Beckmann, Barney Burman, Mark Earl Burman, Jeff Caperton, Gary Hamilton, David Hillary, Tom Lewis, Raymond Mansfield, Michael McClung, Timothy Wayne Peternel, Shaun Redick, Donald Rivers, Jeremy M. Rosen, Nancy Valle, Andrew Wonder.
- Música original: Deantoni Parks.
- Fotografía: Alexander Dynan.
- Montaje: Ben Rodriguez Jr.
- Reparto: Nicolas Cage , Willem Dafoe, Christopher Matthew Cook, Omar J. Dorsey, Louisa Krause, Melissa Bolona, Reynaldo Gallegos, Chelcie Melton, Bruce Reizen, Jeff Hilliard, Ali Wasdovich, Louis Perez, Magi Avila, Tevis R. Marcum , Todd Emmett, Michael Vehar, David Downie, David Spencer, Moussa Hachem, Keith Hernandez, Robert Maples, Allen Roth, Jessica Sonneborn, Rick Fike Jr., Michael Wisniewski, Mark Salas, Theresa Wylie, Joe Gallipoli, Paul Schrader, Chelsea Mee, Cheryl L. Sorice, Steve Mayberry, Jessica Daley, Tora Kim, Nicky Whelan, Charles Dean Stead, Ali Amin Carter, Carl Mintz, De'Andre Bush, Lauren Ashley Berry, Leilani Barrett, John Patrick Jordan, Phillip Shaun DeVone, Christopher Butler, Donavan Darius, Richard Fike, Jonathan Gaietto, Jake Ingrassia, Sean Manos, Johanna McGinley, Brian Nagel, Kristina Randjelovic, Jocelyn Jae Tanis.
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