OPERATION MEKONG

Acción a raudales en el Sudeste asiático

El río Mekong es una ancha vía de agua que cruza el Sudeste asiático; pasa por China, Myanmar, Laos, Tailandia, Camboya y Vietnam. Gran cantidad de comercio chino baja por el río, pero también, un poco más al sur, está el Triángulo Dorado, una zona donde las fronteras de Tailandia, Myanmar y Laos se tocan. En el Triángulo Dorado hay una gran actividad de traficantes de droga, contrabandistas y piratas. En 2011 dos barcos de carga chinos fueron atacados en esa zona; los 13 miembros de su tripulación fueron asesinados y tirados al río. Es el mayor asesinato de ciudadanos chinos fuera de sus fronteras desde hace mucho tiempo. Por eso China reaccionó con firmeza, interrumpiendo el comercio y pactando con los países del Triángulo una patrulla conjunta del río y esfuerzos coordinados contra el narcotráfico que culminaron con la detención y extradición a China del principal responsable de la masacre.

La gran repercusión del suceso ha conducido a realizar una adaptación cinematográfica del mismo. A la hora de hacerlo, podía optarse por el realismo, mostrando las zonas grises morales, la corrupción y las difíciles relaciones entre los países de esa parte del mundo. También podía optarse por una opción más hollywoodiense, mostrando a buenos y malos sin matices y centrarse en la acción y las persecuciones. La elección de Dante Lam como director indica claramente que los productores se decantaron por la segunda opción. Lam un director de Hong Kong especializado en el cine de acción más comercial; con mayor o menor acierto siempre ha cultivado un cine accesible, de ritmo superlativo con grandes escenas de luchas y tiroteos. Por eso no es sorprendente que Operation Mekong tenga esas características.

La película arranca justo durante la masacre, mostrando cómo luego los cuerpos son descubiertos y una gran cantidad de droga es encontrada en los barcos. Tras este descubrimiento, el gobierno chino envía a la zona a un grupo de élite de policías especializados en la lucha contra el tráfico de drogas liderado por el capitán Gao Gang (Zhang Hanyu). El oficial de inteligencia Fang Xinwu (Eddie Peng), especialista en inflitrarse en bandas de esa zona, se une también a la organización. Después de descubrir que las drogas en los barcos fueron colocadas allí por un secuaz de Naw Kham, el jefe de un famoso y temido cartel establecido en las selvas de Myanmar, China, Tailandia, Laos y el propio Myanmar crean una fuerza conjunta para atraparlo. Pero no será nada fácil; es muy elusivo y su mano llega muy lejos, incluyendo a policías y gente poderosa.

La película tiene un ritmo altísimo; su inicio presenta rápidamente a los personajes a través de un montaje ágil que sirve para presentar y preparar el enfrentamiento entre buenos y malos. La trama avanza de climax en climax reforzados por magníficas escenas de acción. Esas escenas son sin duda lo mejor de la película, Dante Lam es un experto rodándolas y coreografiándolas. La fotografía, el montaje y la banda sonora de carácter marcial, potencian el ritmo y la intención del director.

En definitiva, en cuanto a acción la película es una gozada, pero temáticamente me pareció mucho más floja. Los personajes se dividen en dos grupos: chinos, que son nobles, honrados y justos; y no chinos, que son corruptos, poco fiables y muchos de ellos directamente malvados. La película muestra algunas cosas terribles, como niños soldado drogados jugando a la ruleta rusa o esclavitud, como meros detalles de ambientación para que veamos lo malos que son los malos, lo que me pareció frívolo e insensible.

Se puede realizar un paralelismo entre Operation Mekong y las películas de Hollywood más palomiteras sobre la lucha contra el narcotráfico, sustituyendo estadounidenses por chinos y sudamericanos por ciudadanos del sureste asiático. Los chinos son los que realmente están interesados en detener el tráfico y están libres de corrupción, lo que les da derecho a moverse sin restricciones ni cortapisas fuera de su país, porque al fin y al cabo, los demás son corruptos e inoperantes. Eso sí, las escenas de acción son mejores que en sus equivalentes de Hollywood.

Si se es capaz de ignorar todo esto, la película es muy entretenida de ver y está muy bien realizada. Es recomendable para los amantes del cine de acción. Personalmente me entretuvo, a pesar de sus carencias y me pareció interesante ver como el papel de China en el cine ahora que es una potencia económica mundial se pareciendo cada vez más al de Estados Unidos.

(c) 2016 Jordi Flotats