THE INVITATION

Thriller psicológico que construye un increíble ambiente de amenaza

Karyn Kusama debutó en el cine con Girlfight en 2000, un drama de producción independiente sobre una chica boxeadora que fue muy bien recibida por la crítica y que le permitió continuar con producciones de mayor presupuesto como Aeon Flux (2005) y Jennifer's body (2009), ambas bastante vapuleadas. Ahora vuelve al cine independiente con The Invitation, una muy efectiva mezcla de thriller psicológico y terror que de momento está cosechando mucho éxito en el circuito de festivales, habiendo ganado el premio de la crítica en el festival de Neuchatel y el premio a mejor película en el Festival de Sitges de 2015.

Hubo una época en la que Will (Logan Marshall-Green) y Eden (Tammy Blanchard) fueron un matrimonio muy feliz. Vivían en una gran casa en el sur de California y tenían un círculo de buenos amigos. Pero todo se fue al traste tras la trágica muerte accidental de su hijo. No pudieron superarlo y Eden abandonó a Will, marchándose de la ciudad. Ahora, tres años después, parece que ha vuelto con su nueva pareja, David (Michael Huisman) y se han instalado en la misma casa donde vivía con Will. Para celebrar su retorno ha invitado a Will y a sus amigos a una cena. Will acude con su nueva pareja, Kim (Emayatzy Corinealdi) y descubre que Eden está muy cambiada; en apariencia ahora es mucho más serena y feliz, igual que David, que también parece muy cómodo consigo mismo. El volver a ver a Eden y a sus amigo y el retorno a la casa donde había vivido, aunque haya sido redecorada, despierta en Will una cascada de recuerdos, todos envueltos en tristeza por la pérdida de su hijo. Pero aparte de esto, Will nota algo extraño en el comportamiento de Eden y David y no le gustan ni un pelo a los dos nuevos amigos que han invitado, Pruitt (John Carrol Lynch) y Sadie (Lindsay Burdge). Por si fuera poco, tras charlar y tomar unas copas, Eden, Will y Pruitt les explican que forman parte de un culto, un grupo de gente que tienen en común el haber sufrido pérdidas personales grandes, e incluso les ponen un vídeo de su gurú afincado en Mexico (Toby Huss). Sumando a todo esto pequeños detalles -nuevas rejas (decorativas) en las ventanas, la puerta de la calle cerrada sin llave en cerradura, frascos de pastillas en la mesilla de su esposa, casi ninguna cobertura en los móviles-, Will empieza a tener la sensación que algo está muy mal en la reunión, que están planeando algo siniestro. Pero, ¿puede Will confiar en sí mismo? el entorno y el no haber podido superar la muerte de su hijo pueden estar jugándole una mala pasada; de hecho sus amigos -excepto una de ellos, que se ha marchado tras el vídeo del gurú- se han tomado con tolerancia y tranquilidad la reunión y más bien le animan a calmarse. Al final de la noche se verá si tenía razón o estaba equivocado.

The Invitation es una película que de forma pausada va desarrollando la historia y poco a poco va incrementando el nivel de tensión, hasta llegar a extremos altísimos. El guion de Phil Hay y Matt Manfredi es muy bueno; va mostrando la historia de cada personaje, especialmente del protagonista, de forma progresiva, ya sea a través de conversaciones o a través de flashbacks a medida que va recorriendo las diferentes estancias de la casa. Cada flashback despierta recuerdos, algunos felices, otros trágicos, pero todos teñidos de dolor por la pérdida. Logan Marshall-Green, barbudo y vestido algo descuidadamente, realiza una buena interpretación del protagonista, que va aislándose de los demás y poniendose cada vez más nervioso a medida que su paranoia va en aumento. El guion juega de forma muy hábil con el espectador, presentando primero la realidad a través de los ojos de Will para después confrontarla con la de los demás. De este modo algo se transforma de signo ominoso a detalle insustancial; David, ¿tiene cerrada la puerta de la calle y guarda la llave consigo para encerrarlos o porque está preocupado por la creciente inseguridad del barrio? Incluso cuando los hechos sospechosos empiezan a apilarse, aparece la tan burguesa necesidad de mantener la educación aún cuando va en contra de lo que está chillando nuestro instinto de supervivencia.

La ambientación en las colinas de Los Ángeles, con una población muy abierta a nuevas terapias y cultos, hace verosímil la reacción de la mayoría de invitados a las explicaciones de Eden, Will y Pruitt. Pero vistos desde los ojos de Will (y los nuestros) resultan cada vez más preocupantes; con Eden (muy bien interpretada por Tammy Blanchard), frágil y dañada debajo de una sonrisa y un buen humor algo forzados; David, inhumanamente paciente ante las acusaciones cada vez menos veladas que recibe y especialmente Pruitt, interpretado por un gran John Carrol Lynch, tan educado como amenazador.

Aparte de un buen guion, The Invitation cuenta una buena fotografía de Bobby Shore, que recorre todos los rincones de la casa moviendo la cámara de forma elegante y creados diferentes iluminaciones tenues muy adecuadas. Es remarcable también la muy buena dirección de Karyn Kusama. Kusama destaca especialmente en la parte principal de la película, construyendo una tensión y una sensación de amenaza crecientes mediante ingeniosos recursos de cámara y sonido y apoyándose en un gran montaje.

The Invitation es una muy buena película, un thriller que lentamente pone al espectador en tensión hasta lograr que se siente al borde del asiento jugando inteligentemente con los elementos escénicos y la historia. El final, aunque previsible, resulta satisfactorio y no cae en el terreno de lo grotesco.

(c) 2015 Jordi Flotats