THE LEGEND OF BARNEY THOMPSON

Comedia negra y canalla con un gran reparto

Robert Carlyle, uno de los actores británicos más reconocibles -resulta inolvidable en su papel de Begbie en Trainspotting-, debuta en la dirección adaptando la primera de una serie de novelas de Douglas Lindsay, una comedia negra sobre un barbero de Glasgow que se ve metido en un asunto muy macabro.

Barney Thompson, interpretado por el propio Robert Carlyle, es un barbero del barrio de Brigeton que lleva veinte años trabajando en la misma barbería de barrio. No es un tipo muy popular, anodino y con no muy buen carácter, no se le da muy bien relacionarse con la clientela. Un día, precisamente el día en el que su jefe -el hijo del propietario- le despide, se produce un accidente y lo mata. Aterrorizado, lo esconde en su coche y va a ver a su madre, Cemolina (Emma Thompson), una anciana dura como el pedernal, aprovechada y sarcástica, que se queda temporalmente con el cadáver. Precisamente por esas fechas la opinión pública está revolucionada por una serie de asesinatos de hombres jóvenes; los cuerpos no han aparecido, sólo se les envían por correo partes del cadáver a sus familiares. El inspector Holdall (Ray Winstone), sometido a mucha presión para que resuelva el caso, empieza a sospechar que Barney es el autor de esas muertes y este, aterrado, intenta cubrir su crimen como puede. Ambos quedarán atrapados en una red formada por sus respectivas incompetencias.

The Legend of Barney Thompson es una comedia macabra de ambientación urbana en un Glasgow retratado de modo atemporal, la acción podría pasar entre la década de los ochenta y hoy en día. El argumento, el entorno, con esos acentos escoceses absolutamente cerrados y el propio Robert Carlyle hacen que la película parezca sacada de una historia de Irvine Welsh. El guion contiene algunos momentos muy divertidos, pero también algunas partes que en mi opinión no terminan de funcionar, especialmente el forzadísimo final. Ni Ray Winstone ni Robert Carlyle, ambos excelentes actores, ambos capaces de hacer reír, resultan particularmente divertidos en la película, yo creo por culpa de un guion que no les ofrece muy buenos gags ni diálogos particularmente conseguidos. Quien tiene las mejores líneas, y las aprovecha muy bien, es Emma Thompson, caracterizada como una anciana con piel de cuero y vestido con estampado de leopardo que demuestra una maledicencia épica. Thompson ha optado por una actuación extrema, con un acento exageradísmo que hace juego con su vestuario y su maquillaje (necesario, Thompson y Carlyle tienen edades parecidas), pero que funciona perfectamente. Su personaje es el mejor con diferencia, hace aumentar el nivel de la película cada vez que aparece.

La dirección de Carlyle me ha parecido muy competente, mejor que el guion. Ha optado por dejar la cámara quieta en muchas ocasiones, dejando libres a los actoress y por imprimir un ritmo muy alto a la narración. La fotografía de Fabian Wagner también me ha parecido digna de mención por su retrato atemporal de la fea y urbana Glasgow.

En conjunto The Legend of Barney Thompson es una película que me ha parecido entretenida pero no me ha terminado de funcionar. En algunos momentos me ha costado reirme de las desventuras que cuenta la historia. Con estos actores queda la sensación que se podría haber hecho más.

(c) 2015 Jordi Flotats