La Chaqueta Metálica en el mundo del jazz
Whiplash, el segundo trabajo de su director y guionista Damien Chazelle, es sin duda una de las películas revelación de 2014, al menos en lo que respecta a premios y nominaciones. El guion de la película estuvo en 2012 en la Black List, la lista de guiones más prometedores que aún no han sido producidos. Para lograr encontrar una productora, Chazelle escribió un corto de 18 minutos con una parte de la historia y lo presentó en el Festival de Sundance de 2013, donde recibió muy buena acogida. De este modo consiguió la financiación para llevar a cabo el largo. Rodada en sólo diecinueve días y con un presupuesto muy ajustado, la película ha recibido muy buena acogida desde su presentación, de nuevo en Sundance, acaparando nominaciones en los Globos de Oro, BAFTA y Oscar de este año.
La película cómo el joven de diecinueve años Andrew Nieman (Miles Teller), empieza en un conservatorio muy prestigioso de Nueva York donde la competitividad es brutal. Toca la batería de jazz y aspira a lo máximo, por eso su máxima aspiración es entrar en la banda de alumnos dirigida por el profesor Terrence Fletcher (J.K. Simmons). Esa banda participa en los concursos más prestigiosos, acaparando premios y reconocimiento; un escaparate perfecto para futuras salidas profesionales. Cuando lo consigue está exultante, incluso reúne valor para pedir para salir a la chica que le gusta, pero desde el primer día se da cuenta que Fletcher es un profesor tiránico y abusivo. Exige la máxima perfección y entrega usando métodos que harían parecer suave al sargento instructor de la Chaqueta metálica; insulta, lanza objetos, enfrenta a sus músicos entre sí para que compitan, intimida y amenaza sin cortapisas. Para justificarse cuenta la anécdota de lo que según él hizo de Charlie Parker un músico genial; cuando era joven estaba en una jam session y mientras estaba tocando un solo lamentable el batería Jo Jones le lanzó un platillo para que parara. La humillación le empujó a practicar sin descanso hasta lograr ser el genio que pasó a la historia del jazz (también murió a los 34 años, sólo y heroinómano, como uno de los personajes apunta). Andrew, un chico introvertido y no muy sociable, aguanta a duras penas este régimen de trabajo extenuante y continuo stress. Aunque la ambición le empuja, pronto llegará cerca del punto de ruptura.
En lo formal la película me parece estupenda. La fotografía es buena, la banda sonora de jazz resulta irreprochable y apropiada y el tempo narrativo que imprime el director es muy bueno. Su principal baza es la confrontación entre el alumno y el profesor, que empieza mostrándose como una relación puramente abusiva pero que al final se va matizando y complicando. Las interpretaciones de ambos me parecen antológicas, algo que por si mismo ya hace que la película funcione. Miles Teller imprime a su actuación una intensidad brutal; tanto es así que llegó a lesionar en las costillas a J.K. Simmons en una escena en que lo placaba. El actor toca la batería como aficionado desde los quince años, lo que ayuda a dar credibilidad a las numerosas escenas en las que aparece tocándola y al parecer alguna de la sangre que le cae a su personaje de las manos por practicar demasiadas horas es real, lo que viendo la película no me cuesta de creer. Su personaje, aparte de muy bien interpretado, no es unidimensional; es una víctima, pero a la vez también es un voluntario, acepta sin reservas que todo ese sufrimiento y aislamiento es necesario para lograr la perfección. Por eso odia a su profesor, pero también busca en él una aprobación que no termina de llegar.
Aunque para mi lo mejor de la película es la interpretación de J.K. Simmons, digna de ser enmarcada. Simmons compone el villano perfecto, que es el que no se considera a sí mismo como tal. Su personaje realmente intenta sacar lo que él considera la perfección de sus alumnos y ayudar así a sacar a la luz a genios del jazz y a músicos curtidos. Sus métodos son duros pero sirven para espolear; afirma que no hay dos palabras más dañinas en el idioma inglés que "buen trabajo", para advertir que si se le dicen a alguien que realmente no ha mejorado lo conducir a la autocomplacencia y al estancamiento. La actuación de Simmons es terriblemente intensa, su presencia siempre da a las escenas un aire de amenaza y de tensión continua; nadie está tranquilo cuando él está en la habitación porque cualquiera en cualquier momento puede ser blanco de su ira y su sarcasmo. Pero también le añade matices que le dan humanidad y credibilidad, se le odia pero en algún momento alguien incluso puede comprender y apreciar sus motivos.
Alguien, que no yo. La película se plantea sin complejos hasta dónde se puede llegar para conducir a alguien a la excelencia y si realmente merece la pena. Su final es abierto y polémico, evita sacar conclusiones fáciles y dar conclusiones hechas al espectador. Aunque también sugiere que para llegar a determinados grados de excelencia sacrificios terribles puede ser necesarios. Esta idea, la de que con suficiente esfuerzo y trabajo todo puede conseguirse, está muy arraigada en el cine y en general en la cultura estadounidense. Personalmente creo que por desgracia (o por suerte, no lo tengo claro), esto no es cierto. Creo que sumar miles de horas de práctica en algo no convierte a alguien en un genio de forma automática; depende de la metodología de aprendizaje y además no pueden ignorarse los factores genéticos. Y aunque pueda discutirse sobre qué esfuerzo hay que pedir a los alumnos para que mejoren, no creo que en ningún caso las humillaciones verbales, físicas y el maltrato psicológico del profesor puedan justificarse de ninguna forma. Ni siquiera creo que sean especialmente efectivos, especialmente en algo que requiere concentración y claridad mental. También pienso que los genios, musicales o de otro tipo, se suelen caracterizar por tener una enorme curiosidad y ganas de explorar en su campo y suelen ser bastante exigentes consigo mismos, haciendo innecesaria tanta presión para que mejoren. Otro punto que compromete el discurso de la película, ya en el terreno del jazz que se plantea, es que la forma de mejorar no es necesariamente encerrarse a practicar en solitario de forma obsesiva. Charlie Parker, el protagonista de la anécdota que es pivotal en la trama, no mejoró así sino estudiando teoría musical y el estilo de otros músicos y practicando con buenos intérpretes.
Whiplash me ha parecido una película interesante, absorbente, que he visto con fascinación y sin mirar el reloj en ningún momento. Su planteamiento puede ser algo tramposo y quizá no perfectamente fiel al mundo del jazz donde se ambienta, pero la historia que cuenta es extrapolable a otros ámbitos. Su buena realización y las magníficas interpretaciones terminan de redondear una cinta que da pie a discusión y reflexión y que no ofrece (demasiadas) conclusiones al espectador. Sin duda merece la pena verla.
(c) 2014 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Whiplash.
- Año: 2014.
- Duración: 107 min.
- País: Estados Unidos.
- Director: Damien Chazelle.
- Guion: Damien Chazelle.
- Productor: Jason Blum, Jeanette Brill, Nicholas Britell, Phillip Dawe, Garrick Dion, Helen Estabrook, Mark David Katchur, David Lancaster, Michel Litvak, Sarah Potts, Jason Reitman, Couper Samuelson, Gary Michael Walters, Stephanie Wilcox.
- Música original: Justin Hurwitz.
- Fotografía: Sharone Meir.
- Montaje: Tom Cross.
- Reparto: Miles Teller, J.K. Simmons, Paul Reiser, Melissa Benoist, Austin Stowell, Nate Lang, Chris Mulkey, Damon Gupton, Suanne Spoke, Max Kasch Max, Charlie Ian, Jayson Blair, Kofi Siriboe, Kavita Patil, C.J. Vana, Tarik Lowe, Tyler Kimball, Rogelio Douglas Jr., Adrian Burks, Calvin C. Winbush, Joseph Bruno, Michael D. Cohen, Jocelyn Ayanna, Keenan Henson, Janet Hoskins, April Grace, Clifton 'Fou Fou' Eddie, Marcus Henderson, Tony Baker, Henry G. Sanders, Sam Campisi, Jimmie Kirkpatrick, Keenan Allen, Ayinde Vaughan, Shai Golan, Yancey Wells, Candace Roberge, Krista Kilber.
- Sitio web: http://sonyclassics.com/whiplash/
- Tráiler: