Thriller de acción con aroma ochentero
Jim Mickle es un director con un trayectoria muy interesante. Con sus raíces firmemente asentadas en el fandom, ha creado cuatro películas muy diferentes, todas con Nick Damici como coguionista y actor. Stake Land (2010) su segundo trabajo, les dió a conocer. La película planteaba un futuro cercano post-apocalíptico en el que una especie de epidemia vampírica había derrumbado la civilización. Los supervivientes viven en pequeños reductos fortificados; la película muestra una historia de crecimiento y maduración, con puntos de contacto temáticos y estéticos con La Carretera pero sin abandonar su enfoque de película de género fantástico. Su segundo trabajo, We are what we are es un remake del film mexicano de Jorge Michel Grau Somos lo que hay, un estudio de la descomposición social mexicana a través de una familia de caníbales. Mickle y Damici trasladaron la acción a una comunidad rural norteamericana y cambiaron el sentido de la historia cambiando el patriarcado de la película original por un matriarcado. En su cuarta colaboración, Cold in july, Mickle y Damici, cambian de nuevo de registro para ofrecer una película difícil de clasificar. Con un cierto aire pulp, la cinta mezcla el thriller y el hard boiled, sorprendiendo con inesperados toques de comedia.
En un pueblo de la Texas rural de la década de 1980, Richard (Michael C. Hall) oye un ruido en su casa mientras está durmiendo. Asustado y preocupado por su mujer e hijo pequeño, coge el revólver que fue de su padre y sale a mirar qué pasa. En el salón encuentra un intruso, lo encañona y en un sobresalto se le dispara el arma y lo mata. A pesar de sentirse fatal por lo que ha echo, nadie se lo reprocha. Al contrario: la policía local casi lo felicita y soluciona la muerte con trámites burocráticos rutinarios; la gente del pueblo, que dudaba de su masculinidad, lo felicita y le muestra su apoyo. Pero la víctima tenía familia; Ben (Sam Shepard), su padre, que acaba de salir de la cárcel y está decidido a vengar la muerte de su hijo. Tras amenazar al Richard y colarse en su casa es detenido por la policía. Pero a Richard hay algo que no le cuadra en la identidad del intruso, y tras investigar un poco decide ayudar a Ben. Ben llama a su amigo Jim Bob (Don Johnson), granjero y detective, para que investigue. Lo que averiguarán les llevará a emprender una cruzada justiciera que acabará de forma explosiva.
El guion, que adapta una novela de Joe R. Lansdale, tiene virtudes e inconvenientes. Entre las virtudes está su impredictibilidad; la película arranca de forma sobria con una muerte casi accidental que todo el mundo parece encontrar motivo de celebración exceptuando a su autor, que a pesar de la súbita aceptación que le ofrece la gente se siente más fuera de lugar que nunca. La comunidad que retrata es cerrada, chismosa, conservadora, loca por las armas. Aunque la cinta se ambiente en los ochenta, el pueblo parece anclado en los cincuenta. Michael C. Hall, un actor soberbio, da lo mejor de sí dando vida a un hombre apacible, familiar y cercano. Cuando entra en escena el padre de la víctima la película cambia; muta de drama a thriller, con escenas tensas y una familia amenazada por un personaje del que sabe poco pero del que se teme lo peor. Vuelve a cambiar cuando, en un giro inesperado, el padre y el asesino se asocian para conocer la verdad; una verdad que acabará por marcar el último cambio de rumbo de la historia. Esta vez la película da un giro hacia el pulp y el cine de justicieros, con grandes dosis de acción y violencia. También se introduce el humor, hasta este punto bastante ausente, principalmente gracias al exagerado personaje de Don Johnson, un actor resucitado gracias a Robert Rodríguez y Quentin Tarantino.
Los problemas que ocasiona un guion así son los inevitables agujeros en la historia; no todo cuadra, quizá pasé algo por alto pero a algunas cosas no les encontré explicación. El personaje protagonista, de largo el mejor definido y el más complejo, evoluciona de un modo que no termina de encajar. Es decir, no encaja con el tono mucho más serio y realista del inicio de la película. Encaja perfectamente con la parte final, mucho menos preocupada por la verosimilitud. Los giros también provocan que el ritmo narrativo sea irregular; se pasa del ritmo pausado y de la atención al detalle iniciales a una película de acción sin cortapisas.
En el aspecto formal, la película tiene un aspecto estupendo. La fotografía de Ryan Samul tiene tonos cálidos y está algo quemada, muy a juego con la ambientación en una Texas ochentera. El diseño de producción también está muy logrado. Jeff Grace firma una banda sonora que integra momentos de rock suave con sintetizadores analógicos que transportan directamente a la era del VHS. Sin duda los ochenta están de moda. La dirección de Jim Mickle es competente, salvando bastante bien los problemas de una historia tan variable. Se maneja bien en los tres registros de la película, logrando mantener la unidad de estilo. Los tres actores principales están magníficos. Michael C. Hall, con un peinado de redneck, compone un personaje que empieza siendo un hombre pacífico, tranquilo, algo apocado que acaba descubriendo en sí mismo un justiciero con gusto por la adrenalina. Un transición que un actor peor haría intragable y que él logra que parezca plausible. Sam Shepard llena de carisma a su personaje de hombre violento, amargado y de vuelta de todo. Don Johnson vuelve a explotar una vis cómica que le sienta muy bien interpretando a un personaje medio paródico que anima la película y le quita seriedad a su tramo final.
En conjunto Cold in july me ha gustado bastante. Sin duda es una película entretenida, bien realizada y muy bien interpretada que por un lado muestra el lado oscuro de vivir en una sociedad llena de armas y por otro revive el género de acción de los ochenta con una mirada entre cariñosa y paródica. Esta mezcla lastra un poco el resultado final; es fácil que a mucha gente se le indigeste. En todo caso creo que merece un visionado para que cada uno se haga su propia opinión.
(c) 2014 Jordi Flotats
Ficha Técnica:
- Título original: Cold in july
- Año: 2014.
- Duración: 109 min.
- País: Estados Unidos, Francia.
- Director: Jim Mickle.
- Guion: Nick Damici, Jim Mickle basándose en la novela de Joe R. Lansdale.
- Productor: Jean-Baptiste Babin, Robert Ogden Barnum, Rene Bastian, Manuel Chiche, Adam Folk, Emilie Georges, David Atlan Jackson, Joe R. Lansdale, Linda Moran, Lizz Morhaim, Marie Savare, Nick Shumaker, Joel Thibout, Jack Turner, Daniel Wagner.
- Productora: BSM Studio, Backup Media, Bullet Pictures, Paradise City.
- Música original: Jeff Grace.
- Fotografía: Ryan Samul.
- Montaje: John Paul Horstmann, Jim Mickle.
- Reparto: Michael C. Hall, Vinessa Shaw, Wyatt Russell, Don Johnson, Sam Shepard, Bill Sage, Nick Damici, Lanny Flaherty, Brianda Agramonte, Kristin Griffith, Rachel Zeiger-Haag, Tim Lajcik, Brogan Hall, Happy Anderson, Ken Holmes, Laurent Rejto, Kris Eivers, Zoe Hunter, Joseph Anthony Jerez, Gregory Russell Cook, Joseph Harrell, Heidi Philipsen, Joe Lanza, Vivian Kalinov, Bitsy, Soraya Butler, Ralph Cashen, Emery Kalinov, Sophie Elise Meissner, Maximilian Amadeus Meisner, Maximillian Kalinov.
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